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  • El cambio climático impulsa una nueva era expansionista: los recursos naturales podrían causar las guerras del futuro

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 04/03/2025 12:57

    El cambio climático está alterando la habitabilidad de regiones clave, impulsando tensiones por tierras y recursos (Imagen ilustrativa Infobae) Durante gran parte de la segunda mitad del siglo XX, la geopolítica global pareció haber dejado atrás las grandes conquistas territoriales. La disuasión nuclear, los acuerdos internacionales y un sistema de alianzas sólido limitaron los intentos de anexión de tierras. Aunque, acontecimientos recientes como la invasión rusa a Ucrania sugiere que esta era de contención pudo haber sido solo una pausa en la historia. Según el análisis del politólogo Michael Albertus para Foreign Affairs, el mundo está entrando en una nueva fase donde la expansión territorial vuelve a ser un eje central de la política internacional. Esta vez, el motor principal no es la ambición imperial clásica, sino un factor que reconfigura el mapa de habitabilidad y recursos: el cambio climático. La desertificación y el crecimiento del nivel del mar, amenazan tierras fértiles y zonas costeras de todo el mundo (Imagen ilustrativa Infobae) El calentamiento global está remodelando la geografía de la productividad y habitabilidad humana. Las tierras fértiles del Sahel africano, el sur de Asia y el Medio Oriente están perdiendo capacidad agrícola debido a las altas temperaturas y la desertificación. Al mismo tiempo, el aumento del nivel del mar amenaza con hacer inhabitables vastas regiones costeras, desde el delta del Ganges en Bangladesh hasta zonas de Florida en Estados Unidos. Mientras que las naciones con vastos territorios en latitudes altas, como Canadá y Rusia, se perfilan como los grandes ganadores del reordenamiento climático. Investigaciones de la Universidad de Stanford demostraron que la productividad económica aumenta a medida que los climas fríos se vuelven más templados, lo que favorecerá la expansión de la agricultura y la migración hacia estas regiones. Sin embargo, este crecimiento no está exento de desafíos. En el caso de Rusia, sigue dependiendo de los combustibles fósiles, una industria en declive ante la transición hacia energías renovables. Además, su bajo índice de natalidad y su política restrictiva de inmigración podrían generar un déficit poblacional que limite su capacidad de explotar plenamente su nuevo potencial agrícola. La invasión rusa a Ucrania que comenzó en febrero de 2022, refleja el resurgir de las disputas territoriales en la geopolítica actual (REUTERS) Groenlandia y el inicio de una nueva competencia global “El caso de Groenlandia es emblemático”, afirmó Michael Albertus, catedrático de Ciencias Políticas en la Universidad de Chicago. Debido a que durante su primer mandato, Trump propuso la compra de esta isla -administrada por Dinamarca-, argumentando razones estratégicas y de seguridad nacional. Pero más allá de su ubicación como un escudo geopolítico, Groenlandia se está convirtiendo en un territorio cada vez más valioso debido al deshielo del Ártico. Aunque la población inuit de Groenlandia y el gobierno danés rechazaron la oferta de Estados Unidos, el episodio marcó un punto de inflexión: los territorios antes inhóspitos podrían volverse altamente disputados en las próximas décadas. Debido a que el retroceso de glaciares expone vastas reservas de minerales clave para la transición energética y abre nuevas rutas marítimas. Lucha por tierras y recursos clave El caso de Groenlandia ilustra una tendencia más amplia: el surgimiento de disputas por territorios estratégicos en distintas partes del mundo. Según afirmó el especialista Albertus en Foreign Affairs, algunas de estas regiones fueron históricamente marginales, pero ahora adquieren un valor inusitado debido a sus recursos naturales o su nueva habitabilidad. Entre los posibles sitios de conflicto destacan: Las Islas Malvinas, las Feroe y Nueva Caledonia : Podrían convertirse en objetivos de potencias en busca de control sobre el comercio marítimo y la pesca. Antártida : Donde China y Rusia incrementaron su presencia y rechazan la expansión de áreas protegidas, sugiriendo una futura explotación de sus recursos. África Central y la República Democrática del Congo : Zona donde el control de minerales esenciales para baterías y semiconductores motivó intervenciones de grupos armados respaldados por Estados vecinos, como Ruanda con el grupo rebelde M23. Ucrania y el Mar Negro: Donde la invasión rusa no solo responde a ambiciones geopolíticas, sino también al deseo de consolidar el control sobre una de las regiones agrícolas más productivas del mundo. Las Islas Malvinas también emergen como un posible punto de conflicto a futuro, según el especialista de Foreign Affairs. Debido a su ubicación estratégica (Instagram @NASA) Conflictos del futuro: expansión y migración forzada Conforme se incrementen los efectos del cambio climático en la redistribución de recursos, es probable que determinados conflictos por el territorio se intensifiquen. En el sudeste asiático, el régimen de China podría tratar de asegurar tierras y recursos ante el impacto del calentamiento en su vasto territorio. En África, se especula que Nigeria podría enfrentar serias tensiones con sus vecinos debido a la escasez de tierras cultivables y recursos hídricos. Considerando además, que este país se proyecta como el territorio más poblado del mundo hacia fines del siglo XXI. A diferencia de las grandes conquistas territoriales del pasado, impulsadas por la ambición o la rivalidad ideológica, la nueva época de expansión territorial estará guiada por la supervivencia. Los Estados necesitarán más tierra para sostener sus economías y garantizar su propia seguridad ante los estragos del cambio climático.

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