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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 04/03/2025 03:00
Los tipos de VPH de alto riesgo están relacionados con el desarrollo de cáncer (Freepik) El Virus del Papiloma Humano (VPH) es una de las infecciones de transmisión sexual más comunes, con más de 200 tipos de patógenos identificados dentro de este grupo. Aunque la mayoría de ellos no presentan síntomas y son eliminados por el sistema inmunitario, algunos, denominados de alto riesgo oncogénico, pueden provocar cáncer. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que “una infección persistente por el VPH debida a tipos de alto riesgo de este virus puede causar cáncer cervicouterino y está asociada a cánceres de vulva, vagina, boca/garganta, pene y ano”. Según cifras del organismo internacional, en 2019 la afección causó aproximadamente 620.000 casos de cáncer en mujeres y 70.000 en hombres a nivel mundial. En este contexto, el Día Internacional de la Concientización sobre el VPH, conmemorado cada 4 de marzo, busca sensibilizar sobre la importancia de estrategias como la vacunación, que juega un papel crucial en la protección del organismo. El Ministerio de Salud de la Nación destaca que la inmunización “protege contra la infección por el VPH, previniendo el desarrollo de enfermedades asociadas como verrugas genitales y cánceres”. Además, se debe resaltar que el cribado regular del cáncer cervicouterino, que consiste en dos análisis (el Papanicoláu y la prueba de VPH), es esencial para detectar lesiones precancerosas de forma temprana y tratarlas antes de que se desarrollen en tumores malignos. ¿Qué es el VPH? La vacunación contra el VPH es clave en la prevención de complicaciones graves como el cáncer cervicouterino y las verrugas genitales (Gentileza: MSD) El Virus del Papiloma Humano (VPH) es un grupo de más de 200 tipos de virus relacionados entre sí. Según el Instituto Nacional del Cáncer, “casi todas las personas que tienen relaciones sexuales se infectan con el VPH a los pocos meses o años de iniciar la actividad sexual”. Este grupo de patógenos se subdivide en dos categorías: de alto y bajo riesgo oncogénico. Los pertenecientes a la primera, que según la institución mencionada son 12, tienen más probabilidades de provocar distintos tipos de cáncer. Por otro lado, aclaran que “los tipos de VPH de riesgo bajo rara vez causan cáncer”, aunque algunos “pueden causar verrugas en los genitales, el ano, la boca o la garganta, o en la zona que los rodea”. La prevención del VPH, según los expertos de la Clínica Mayo, incluye medidas como evitar tocar las verrugas comunes o usar calzado en áreas públicas para prevenir verrugas plantares. Para las genitales, es recomendable mantener una relación sexual monógama, reducir el número de parejas y usar condón. Además, la vacunación, especialmente en niños y niñas de 11 a 12 años, es clave para minimizar las posibilidades de contraer infecciones y enfermedades graves, como el cáncer cervicouterino. Síntomas del VPH Desde la Clínica Mayo también comentan que los síntomas del VPH varían dependiendo del tipo de infección. En muchos casos, el sistema inmunológico elimina al patógeno antes de que se desarrollen síntomas visibles, como las verrugas. Sin embargo, cuando estas aparecen, su apariencia puede diferir según el virus. La infección por VPH puede ser eliminada por el sistema inmunitario, pero algunos tipos de virus persisten y causan cambios precancerosos en las células (Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU.) Las verrugas en los genitales pueden manifestarse como lesiones planas, pequeños bultos con forma de coliflor o protuberancias finas con aspecto de tallo. En las mujeres, suelen encontrarse en la vulva, cerca del ano, en el cuello del útero o en la vagina. En los hombres, aparecen en el pene, el escroto o alrededor del ano. Aunque generalmente no provocan dolor, pueden causar comezón o sensibilidad. Las verrugas comunes son bultos rugosos y elevados, generalmente localizados en las manos y los dedos. Por lo general, son inofensivas, pero pueden llegar a ser dolorosas o propensas a sangrar si se lesionan. Localizadas en las plantas de los pies, especialmente en los talones o en la parte anterior de estas, las protuberancias plantares son bultos duros y de textura granulosa que pueden causar molestias al caminar debido a la presión en dichas áreas. Más pequeñas y lisas en comparación con otros tipos, las verrugas planas pueden aparecer en cualquier lugar, pero son más comunes en ciertas áreas según el grupo demográfico. Por ejemplo, los hombres tienden a presentarlas en el área de la barba y las mujeres en las piernas. El cáncer cervicouterino, causado por el VPH, es el único cáncer relacionado con estos virus que cuenta con pruebas de detección disponibles (Freepik) Por otro lado, estos virus son los principales causantes del cáncer de cuello uterino. Esta afección no presenta síntomas en las primeras etapas, además de que puede desarrollarse hasta 20 años o más después de contraer la infección. Debido a esto, desde la Clínica Mayo explican que “es vital que las mujeres se realicen pruebas de detección regulares para identificar cualquier cambio precanceroso en el cuello del útero que pueda derivar en cáncer. Las pautas actuales recomiendan que las mujeres de 21 a 29 años se hagan la prueba de Papanicolaou cada tres años”. De todas maneras, es esencial pautar los chequeos regulares ginecológicos con un profesional de la salud. ¿Qué provoca el VPH? Según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, los VPH de alto riesgo son los responsables de diversos tipos de cáncer. Aproximadamente 12 de ellos, incluidos el VPH-16 y el VPH-18, causan la mayoría de los tumores asociados al virus. Infectan principalmente células escamosas, las cuales son delgadas, planas, y revisten diversas partes del cuerpo. Esto puede dar lugar a carcinomas, especialmente en áreas vulnerables. Por otro lado, los de bajo riesgo rara vez originan cáncer, aunque pueden causar verrugas. En ocasiones estos bultos pueden derivar en una afección conocida como papilomatosis respiratoria, si es que aparecen en las vías respiratorias, lo cual puede generar complicaciones. Los tipos 16 y 18 del VPH están vinculados al desarrollo de cáncer cervicouterino y otros cánceres genitales y orales (Imagen ilustrativa Infobae) La persistencia de una infección por VPH de alto riesgo durante varios años puede provocar cambios en las células infectadas. “Sin tratamiento, estos cambios precancerosos empeoran con el tiempo y se convierten en cáncer”, detallan desde la institución. Los tipos más comunes relacionados con este virus incluyen el de cuello uterino, anal, vulvar, vaginal, peneano y el de orofaringe (la parte central de la garganta). ¿Cuál es el tratamiento? Actualmente, no existe un tratamiento específico para eliminar la infección por el VPH, pero es posible tratar las afecciones derivadas. Según la OMS, “las verrugas genitales no cancerosas y las lesiones precancerosas del cuello del útero, la vagina, la vulva, el ano o el pene se pueden extirpar o tratar mediante ablación (congelación o calentamiento) o cirugía”. Estas intervenciones ayudan a prevenir complicaciones graves. También se destaca que el cáncer cervicouterino es el único tipo de tumor relacionado con el VPH para el cual existen pruebas de detección. Un diagnóstico temprano incrementa la efectividad del tratamiento, el cual puede incluir cirugía, radioterapia o terapias sistémicas, como la quimioterapia. La organización subraya la importancia de un enfoque multidisciplinario, que combine la detección, la estadificación y las decisiones terapéuticas, además de un soporte integral que contemple los aspectos psicológicos, físicos y paliativos del paciente. ¿Cómo funciona la vacuna contra el VPH? La vacuna contra el VPH está recomendada para niños y niñas a partir de los 11 años, con dosis disponibles hasta los 26 años (Imagen Ilustrativa Infobae) La vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) evita infecciones derivadas de los tipos de virus que generan enfermedades como verrugas genitales y cáncer. Según el Ministerio de Salud de la Nación argentina, cuando se administra en las edades recomendadas, la vacunación protege eficazmente contra estas afecciones. Por su parte, la OMS resalta que la vacunación ayuda a prevenir lesiones precancerosas causadas por los patógenos de alto riesgo que, sin tratamiento, pueden evolucionar en cáncer. El cribado regular del cáncer cervicouterino es esencial para detectar lesiones precancerosas de manera temprana y tratarlas a tiempo (SANITAS) Según la cartera de salud nacional, se debe seguir la siguiente estrategia de vacunación: Los niños y niñas de 11 años deben recibir una dosis única. Indicaciones para las personas que no recibieron la vacuna a la edad indicada: La vacuna se encuentra habilitada para mujeres nacidas a partir del año 2000 y varones nacidos desde el año 2006. La aplicación está disponible hasta los 26 años. En caso de iniciar el esquema antes de los 20 años, corresponde una dosis. Sin embargo, entre los 21 y 26 años, se deben aplicar dos dosis (con un intervalo de 0 y 6 meses). Personas con inmunocompromiso: Dirigida a personas entre 11 y 26 años con condiciones como VIH, trasplantes de órganos, lupus, artritis idiopática juvenil (AIJ), enfermedad inflamatoria intestinal (EII), dermatomiositis u otras enfermedades autoinmunes que requieran tratamientos inmunosupresores. Esquema recomendado: tres dosis (en los meses 0, 2 y 6), idealmente antes del inicio de cualquier tratamiento inmunosupresor. Según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, la vacunación temprana no solo protege contra los principales tipos de VPH de alto riesgo, sino que reduce la probabilidad de transmisión del virus, e impide el desarrollo de enfermedades severas.
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