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» Diario Cordoba
Fecha: 02/03/2025 04:33
Ya sabemos que Donald Trump ganó las elecciones presidenciales en EEUU y que es el nuevo presidente de este país. Sus primeras decisiones en el cargo no han estado exentas de polémicas, hablándose en la Unión Europea (UE) de que es «antieuropeo», en el sentido de querer dejar fuera a la UE de las grandes decisiones. La cuestión es si más allá del propio personaje y sus modos hay algo de verdad en ello y si objetivamente estas decisiones vienen dadas por ciertas posiciones antieuropeas del nuevo gobierno de los EEUU. El primer error de la UE es pensar que el presidente de EEUU tiene que cuidar de nuestros intereses políticos, económicos o de defensa. Es cierto que su país y los países de Europa del oeste han sido los grandes aliados desde la Segunda Guerra Mundial, lo que, sin duda, ha propiciado un periodo de paz y bonanza económica que no se había conocido en mucho tiempo en esa parte del viejo continente. Posteriormente, con la caída del telón de acero, muchos países de la Europa del este quisieron unirse militar y económicamente a esta alianza para intentar encontrar dicho periodo de paz, manteniendo a Rusia a raya, y mejorar su bienestar económico; cuestiones alcanzadas por muchos de estos países hasta que con la invasión de Ucrania por Rusia nos hemos vuelto a dar cuenta, al menos algunos, que no todo es paz y amor. Quizás este paternalismo interesado de EEUU durante décadas lo hemos tomado como una obligación hacia nosotros, pero para sorpresa de muchos no es así. Donald Trump va a mirar por los intereses de EEUU, no por los nuestros, algo lógico porque, al final, por los nuestros tenemos que mirar nosotros. Desde luego, el presidente de los EEUU no va a tener la culpa de las políticas de niños mimados superguays que estamos haciendo los europeos, aunque estas conlleven una pérdida de bienestar económico y de relevancia internacional a medio y largo plazo. Luego está la cuestión de los aranceles. El presidente estadounidense ha anunciado que impondrá un 25% de aranceles a los productos de la UE, creo que ha dicho a coches y otras cosas, hablando de reciprocidad: el que tengas para mi producto en tu país, te lo pongo yo al tuyo. EEUU tiene un déficit comercial de bienes con la UE que alcanza más de 200 mil millones de dólares, y siempre se han quejado amargamente de nuestras restricciones a sus productos agroalimentarios. Según la UE, el 16,7% de nuestras exportaciones van a EEUU y el 18,6% de las exportaciones de EEUU vienen a la UE. Lo que más exporta la UE son medicamentos, automóviles y productos medicinales y farmacéuticos; lo que más importamos de EEUU son aceites de petróleo y petróleo crudo, gas natural y productos medicinales y farmacéuticos. No obstante, la Comisión Europea afirma que el arancel medio de la UE a este país es del 1,4% y el de EEUU un 0,9%, por lo que en media EEUU tiene un margen de maniobra del 0,5%. Esta diferencia es más acusada en productos agroalimentarios, donde aumenta al 2,2%. Obviamente, incrementar aranceles siempre es mala idea venga de quien venga, ya que esto se traducirá en mayores precios para los ciudadanos en ambos países y pérdida de crecimiento económico. En este caso, para los europeos sería peor por la gigantesca dependencia que tenemos de la energía de fuera. Menos mal que la UE parece que ha reflexionado y no lo va a empeorar cerrando centrales nucleares, aunque por supuesto en España si el Gobierno puede hacer algo chungo para el ciudadano lo va a hacer siempre y, por tanto, sí las va a cerrar. Luego está Ucrania, donde finalmente no se ha producido el acuerdo que se esperaba el pasado viernes entre Trump y Zelenski. La UE, mientras pasa esto, anda muy preocupada por pegar los tapones de plástico a las botellas. Realmente, desconozco si Trump es «antieuropeo», pero me da la sensación de que los propios mandatarios de la UE sí lo son, o al menos últimamente no les gustan sus propios ciudadanos, y esto lo dice alguien que hasta ahora siempre había sido europeísta convencida. *Profesora de Economía de la Universidad de Córdoba
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