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» Diario Cordoba
Fecha: 28/02/2025 18:03
La campaña electoral ya está más que lanzada en Andalucía. La proclamación de María Jesús Montero como secretaria general ha sido el detonante que aboca a Andalucía a un largo pulso político con la mirada puesta en los próximos comicios que, si se respeta el calendario, serán a mediados de 2026. El acto del 28-F, Día de Andalucía, ha entrado de lleno en ese relato. La propuesta de quita de deuda, lanzada por el Ministerio de Hacienda marcó los días y las horas previas al acto central de entrega de las medallas con una estructura de guión en la que, hasta el momento, el presidente andaluz, Juanma Moreno, no acababa de encontrar su papel y de afianzar su discurso. Hasta que se subió al atril, en el cierre de un emotivo y dinámico acto de entrega de medallas de Andalucía, para volver a enarbolar la bandera del 28-F, afianzar el relato del agravio, convertirse en el principal defensor de unos servicios públicos de calidad y, sobre todo, revolverse con contundencia contra el Gobierno central. Y especialmente contra María Jesús Montero, presente en la sala y visiblemente incómoda ante una intervención con una profunda carga política. Juanma Moreno sabía que jugaba en casa. Tras un acto repleto de guiños con distintas sensibilidades y con la bandera como seña de identidad que une a todos los andaluces, su mensaje iba a conseguir el efecto deseado. Tanto fue así que desató efusivos aplausos (con algún leve silbido) y apoyos de distintos sectores. Por momentos se percibió similar al apoyo cerrado que recibe un dirigente político cuando afronta un mitin electoral. Sólo que aquello (en principio) no era un mitin. La destinataria de la parte central del discurso estuvo clara en todo momento: María Jesús Montero. Primero, de forma educada la saludó y felicitó por su designación (que todo el teatro supiera que estaba presente). Posteriormente, reivindicó su vía andaluza y pidió "diálogo, mesura, respeto y huir de la confrontación y de los malos hábitos políticos de otros territorios", en alusión al Congreso y a comunidades como Cataluña o Madrid. Nuestro problema es la falta de financiación Y a continuación, con el terreno ya preparado aterrizó en el debate de la quita de deuda, la financiación, y el mantenimiento de los servicios públicos, especialmente la sanidad, retomando así el guante de Manu Sánchez y su férrea defensa del sistema sanitario. Pero eso sí, sin entrar en números o debates técnicos. Se trataba de apelar a los sentimientos y aprovechar ese poso que ha dejado durante años en Andalucía, y en otros territorios el debate catalán. "Quiero que Andalucía ejerza con plenitud toda la capacidad de autogobierno que nos reconoce la Constitución y el Estatuto de autonomía. Que nadie se engañe, sin una financiación justa para nuestra tierra, sin los recursos que nos corresponden y que exigimos, el autogobierno de Andalucía se diluye y los derechos de los andaluces se limitan. Nuestro problema es la falta de recursos financieros, necesitamos euros constantes y sonantes. El dinero que solo existe sobre el papel no paga carreteras ni construye hospitales ni colegios... Solo es ilusionismo contable". Unas palabras que traducidas al lenguaje técnico-político significan que la condonación de la deuda no aporta directamente recursos y que lo que se necesita es un fondo de nivelación de 1.500 millones de euros. Moreno completó esta reflexión con una apelación al sentimiento de agravio y especialmente a la incomodidad con la que se ha visto desde parte de Andalucía la evolución del debate catalán desde su de referéndum y posterior declaración unilateral. "Andalucía es solidaria con los demás, pero que nadie confunda solidaridad con ingenuidad. Es nuestra responsabilidad mantener la caja común de todos los españoles. Y reivindicar una España sin privilegios, con los mismos derechos y obligaciones. En igualdad todos y cada uno de los españoles". "Que quede claro -continuó- Andalucía no puede aceptar algo que no resuelve ningún problema si ello supone traicionar al espíritu de igualdad del 28 de febrero". En defensa de la sanidad pública y contra los populismos anti-europeos Juanma Moreno subió al escenario tras una gala en la que la sanidad pública sonó con especial fuerza en el discurso de Manu Sánchez. Y lo hizo para fijarla como una de sus prioridades junto a los otros temas que más preocupan a la ciudadanía y que más marcan el debate social como la educación, la vivienda, la lucha contra la violencia de género o la agenda contra el cambio climático. En todos y cada uno de estos asuntos puso encima de la mesa una medida, un avance o una propuesta liderada por el Gobierno andaluz. Como si fuera (aunque en principio no lo era) un balance de gestión a las puertas de la finalización de una legislatura. Y esta legislatura tiene un hito fundamental para el presidente andaluz. El europeísmo escenificado en su elección como co-presidente del Comité Europeo de las Regiones. Un elemento que ensancha la base social del PP andaluz y que le permite conectar con más sectores dejando aislados, al contrario de lo que ocurre en otros territorios, los discurso de extrema derecha que representan formaciones como Vox: "Ahora más que nunca debemos defender este espacio único y singular en el mundo frente a los ataques injustificados de los que no creen en la Unión Europea". En este contexto, y ante el complejo y enrevesado panorama político internacional desde la llegada de Donald Trump, Moreno tuvo un gesto hacia un conflicto que unió socialmente a Andalucía y que arrastra años de guerra: "Los andaluces siempre estaremos con el valor y la dignidad que representa el pueblo de Ucrania, siempre, siempre, siempre. Estamos con vosotros y lo estaremos siempre".
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