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» Diario Cordoba
Fecha: 28/02/2025 17:47
Joël Le Scouarnec, acusado de haber agredido y violado a 299 jóvenes, confesó este viernes frente al Tribunal de Vannes haber abusado de su propia nieta. "Sí, reconozco que cometí abusos sexuales contra ella", ha admitido el pederasta confeso, poco después de que el mayor de sus hijos y padre de la víctima compareciera como testigo ante la Corte de Vannes. Tanto el hijo de Le Scouarnec como su esposa, que también se encontraba en la sala, necesitaron asistencia psicológica tras escuchar esta confesión, una más del sórdido caso que se está desvelando en el juicio. Hasta el momento, se sabía que Le Scouarnec había relatado en sus diarios íntimos –los mismos en los que de forma sistemática recopilaba los abusos y violaciones que cometió durante tres décadas en las clínicas y hospitales en los que ejerció– fantasías sexuales con su nieta, cuando tenía tan solo un año y medio. También en otro de sus textos insinuó haber cumplido sus fantasías, pero Joël jamás lo admitió en los interrogatorios policiales hasta este viernes. De manera inesperada, y ante la sorpresa de la sala, la presidenta le da otorgado la palabra para dirigirse a su hijo Arnault (nombre ficticio), tras su declaración. El anciano, de 74 años, ha querido ser directo sobre el tema: "Quisiera dirigirme a mi hijo. Esta puede ser la última vez que le vea porque he escuchado su rabia y su consternación. Respeto esta rabia, es fundada. Sí, reconozco haber cometido actos de abuso sexual contra mi nieta, contra su hija. Te pido perdón". Delitos no prescritos Sobre Joël Le Scouarnec ya existían sospechas de las autoridades sobre los posibles abusos a su nieta, después de encontrar en el domicilio familiar varios textos en los que fantaseaba con abusar de ella y de sus sobrinas. Sin embargo, hasta ahora no había un prueba directa e infundada que demostrase que el anciano había cometido un incesto. Ante la declaración de Joël Le Scouarnec sobre los abusos a su nieta, el fiscal ha reaccionado inmediatamente, asegurando que se trata de actos cometidos sobre una menor, que no han prescrito y que, por tanto, deben ser añadidos al acta de acusación. Hasta ahora, estos textos en los que se mencionaba a la pequeña formaban parte de la investigación pero no de la acusación. Ahora, con la declaración del pederasta confeso deberán añadirse. La confesión ha provocado una gran conmoción en la sala y finalmente la presidenta ha suspendido la sesión, en la que su hijo mayor también había declarado. En su declaración, el hombre, de 44 años y padre de dos hijos, había relatado el ambiente de incesto de la familia, en el que su hermano mediano había sido objeto de abusos por parte de su abuelo, padre del ahora acusado. Respuestas que no llegaron El hombre ha explicado haber tenido un vínculo cercano con su padre, a quien visitó en prisión cuando fue arrestado en 2017 por abusar de la hija de 6 años de sus vecinos. Denuncia que ayudó a destapar el mayor suceso de pederastia de la historia de Francia. "Trataba de comprender lo que hizo porque no entendía nada. Iba una y otra vez en busca de respuestas y no las tuve", ha relatado. El descubrimiento de las actividades de su padre lo llevó al borde de la depresión, y durante dos años cayó en el alcoholismo, problema del que ya se ha recuperado. También ha asegurado que se enteró muchos años más tarde de que su padre había sido condenado en 2004 por tenencia de pornografía infantil. "Mi esposa la tomó con mi madre, le reprochaba que no nos lo hubiera dicho. Pensaba que tenía que haberlo hecho para proteger a nuestra hija", ha explicado. Cuando se enteró de que su padre había escrito fantasías eróticas sobre su hija señaló haber sentido "un doble traumatismo", pero decidió no denunciar para preservar a la niña: "No tiene ningún recuerdo y ya le habían hecho muchas preguntas". "Me siento traicionado por mi padre, abusó de mi confianza, de mi hospitalidad", ha asegurado el hombre antes de conocer la confesión de su padre de que abusó de su hija. En esta primera semana de juicio, durante las declaraciones de los familiares más próximos al pederasta, la Corte interrogó al hijo menor de los Le Scouarnec sobre si alguna vez dudó de posibles abusos a alguno de sus hijos, o incluso a él mismo, por parte de su padre, negándolo taxativamente: “¿Cree que usted también podría haber sufrido por parte de su padre?”. “No, no creo que haya sufrido nada. Aunque me he hecho la pregunta después de conocer todo lo sucedido”. El fiscal vuelve a la carga: “¿Se la ha hecho y le ha generado dudas o simplemente es un no rotundo?”. Maxime insistió en que “cree que no”. Su mujer, sobre la que planea la gran incógnita de cómo no pudo sospechar nada, a pesar de que su domicilio fue registrado por la policía en 2004 y tras las advertencias de sus familiares, también afirmó no tener constancia de posibles abusos a sus propios hijos o nietos: "No lo hubiese permito", dijo frente al Tribunal de Vannes. La semana que viene, se espera que Joël Le Scouarnec declare sobre los cuatro diarios íntimos que encontró la policía en su domicilio. Cuadernos que son claves en este macroproceso de pederastia, y donde incluso el propio criminal confirmó varias veces en sus textos, que su mujer era consciente de su pedofilia: "La más feliz de las coincidencias me llevó a encontrar los documentos que ella (su mujer) me había robado sobre mis actividades pedófilas", escribió el 25 de septiembre de 1995.
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