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» Solochaco
Fecha: 28/02/2025 07:55
En un giro inesperado durante una audiencia preliminar en la Cámara Primera en lo Criminal de Resistencia, Mario Barrientos, de 42 años, se declaró culpable del asesinato de su expareja, Johana González, de 30 años. El crimen ocurrió el 21 de mayo de 2024, y los restos de la joven fueron encontrados diez días después en la Laguna Seitor. La audiencia, presidida por la jueza Natalia Kuray, estaba inicialmente destinada a prepararse para un juicio por jurados. Sin embargo, tras ser informado sobre los cargos en su contra, Barrientos solicitó su voluntad de renunciar a un jurado popular y reconocer que mató a la mujer. En presencia de su defensora y del abogado querellante Pablo Vianello, quien representa a Delia Segovia, mamá de la víctima, admitió sin rodeos su autoría en el horrendo crimen. Como resultado de este juicio abreviado, fue condenado a la pena máxima de prisión perpetua, por homicidio triplemente agravado por el vínculo, en contexto de violencia de género y alevosía. Johana González de 30 años y Mario Barrientos de 42, habían sido pareja. El acusado del crimen se entregó en una comisaría de Corrientes. Este jueves, se declaró culpable y fue condenado a perpetua. La audiencia cambió de rumbo cuando el «Chacal de Villa Seitor», pidió declarar una vez que le recordaron los hechos y la imputación. La audiencia realizada este jueves en la Cámara Primera en lo Criminal, a cargo de la jueza Natalia Kuray, donde el acusado Mario Barrientos solicitó no afrontar el juicio por jurados, y admitió la autoría del hecho. Fue condenado a prisión perpetua. Asistieron el fiscal de Cámara Sergio Cáceres Olivera, y el querellante Pablo Vianello. Johana González fue asesinada el 21 de mayo, luego de concurrir al domicilio del único sospechoso. Una compañera confirmó la relación. Barrientos había estado alquilando una pensión en la calle Brignole 235 de la capital chaqueña y ahora pasará el resto de su vida en prisión. Los hechos y la fuga La historia comenzó el 24 de mayo de 2024, cuando Delia Beatriz González, madre de Johana, presentó una denuncia por la desaparición de su hija. Después de once días sin noticias, los restos fueron hallados en la laguna. Desde el inicio, Mario Barrientos fue considerado el principal sospechoso. A pesar de ser citado como testigo en dos ocasiones y enfrentar restricciones impuestas por la fiscal Nelia Velázquez mientras permanecía en libertad, él decidió huir a Corrientes. Al verse acorralado por las autoridades, Barrientos se entregó en la comisaría Cuarta de la vecina provincia. Aunque se hizo cortes en las muñecas durante su fuga, su vida nunca estuvo en peligro. Posteriormente, fue internado en el Hospital Escuela General José Francisco de San Martín antes de ser trasladado nuevamente a Resistencia. Un asesino sin límites Después de cometer el crimen, Barrientos tomó medidas para deshacerse del cuerpo. Compró combustible y bolsas para desmembrar el cadáver y trasladar los restos a la laguna. Además, quemó las prendas y otras evidencias relacionadas con el asesinato. Varios vecinos reportaron haber visto una fogata esa misma noche. Para ocultar aún más sus actos, lavó y pintó las paredes del lugar donde vivía; manchas que posteriormente fueron detectadas por los peritos en varias partes del inmueble. Con este criminal accionar de Barrientos, el abogado Vianello cree que podría haber más víctimas. Jemina Aguirre, que falta desde el 2 de diciembre de 2021, de Fontana, podría haber tenido algún contacto con el femicida, hay una investigación al respecto para determinar si ambos se conocían y si Barrientos es un asesino serial. Por Hugo Horacio Peralta (Norte)
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