25/02/2025 18:12
25/02/2025 18:09
25/02/2025 18:06
25/02/2025 18:03
25/02/2025 18:03
25/02/2025 18:02
25/02/2025 18:02
25/02/2025 18:01
25/02/2025 18:01
25/02/2025 18:01
Gualeguay » Debate Pregon
Fecha: 25/02/2025 11:10
Periodismo y relaciones públicas: diferencias clave. El periodista tiene un compromiso ético con la verdad. Su función es investigar, analizar y difundir información de interés público con independencia, fiscalizando al poder y brindando herramientas para que la ciudadanÃa tome decisiones informadas. La independencia es su principal estandarte y su relación con el poder polÃtico suele ser tensa debido a su rol de controlar. El relacionista público, en cambio, trabaja para construir y proteger la imagen de una institución, figura polÃtica o empresa. Su objetivo no es revelar verdades incómodas ni desafiar el poder, sino moldear la opinión pública a favor de su cliente o empleador. Diseña estrategias discursivas, maneja crisis y busca persuadir a la audiencia con mensajes planificados. El disfraz del periodismo: un peligro para la democracia. Cuando un relacionista público del poder se hace pasar por periodista, el debate público se contamina. La ciudadanÃa recibe información que aparenta ser objetiva pero que en realidad responde a una estrategia de comunicación polÃtica. Esto ocurre con profesionales de la comunicación que se presentan como periodistas, pero cuyo verdadero rol es operar como voceros encubiertos del poder. Este fenómeno genera varios riesgos: - Desinformación masiva: Al disfrazar propaganda como noticia, se manipula la percepción pública y se distorsionan los hechos. - Pérdida de confianza en los medios: Cuando la audiencia descubre que ciertos comunicadores responden a intereses polÃticos, la credibilidad del periodismo en su conjunto se ve afectada. - Debilitamiento del debate público: La diversidad de opiniones se ve amenazada cuando la información se filtra y se direcciona en función de intereses partidarios. - Menos transparencia y control ciudadano: Si la prensa no cumple su función de contralor, el poder polÃtico queda exento de rendir cuentas. Estrategias de disfraz. Los relacionistas públicos que se presentan como periodistas suelen recurrir a diversas estrategias para legitimar su discurso: 1. Uso de formatos periodÃsticos: Publican informes, entrevistas y notas de opinión con un tono supuestamente neutral, pero con una agenda marcada. 2. Acceso privilegiado a la información: Presentan primicias y datos exclusivos, pero filtrados para beneficiar a sus representados. 3. Lenguaje de objetividad: Utilizan términos propios del periodismo independiente para disfrazar su función propagandÃstica. 4. Ataques dirigidos: Desacreditan a la prensa crÃtica para fortalecer la narrativa oficialista. Milei y el escándalo de la criptomoneda $LIBRA. Un caso reciente que ejemplifica estos riesgos es el del presidente Javier Milei y el escándalo en torno a la criptomoneda $LIBRA. Medios internacionales de distintos paÃses han reportado la magnitud del caso, señalando presuntas vinculaciones de figuras cercanas al gobierno en la promoción de esta criptomoneda, que luego resultó ser altamente volátil y perjudicial para numerosos inversores. Sin embargo, en Argentina, ciertos periodistas afines al oficialismo se han dedicado a minimizar el asunto, desviando la atención pública y quitándole importancia a un hecho de trascendencia global. Lejos de encarar el tema en una conferencia de prensa abierta a toda la ciudadanÃa, donde los medios pudieran preguntar libremente, el presidente optó por entrevistas grabadas y armadas con comunicadores afines, asegurándose preguntas cómodas y evitando cuestionamientos directos. Esto refleja cómo ciertos sectores del periodismo, en lugar de actuar como fiscalizadores del poder, operan como meros instrumentos de relaciones públicas. Distinguir entre periodismo y relaciones públicas es crucial para la salud democrática. La existencia de comunicadores que, sin declararlo abiertamente, operan como voceros de intereses polÃticos o corporativos representa una amenaza directa a la información libre y veraz. Para la ciudadanÃa, el desafÃo radica en desarrollar un pensamiento crÃtico que le permita identificar estos mecanismos y exigir un periodismo que esté al servicio de la verdad y no de la propaganda. Julián Lazo Stegeman
Ver noticia original