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  • ¿Femicidio o abandono de persona?: Impactante caso en investigación

    » Misioneslider

    Fecha: 25/02/2025 07:31

    Patricia Ortiz (47) ha vivido una verdadera odisea en busca de justicia para su hija, Micaela. Con una bolsa de diálisis pegada a su cuerpo, ha recorrido un largo camino desde Escobar hasta la Ciudad de Buenos Aires para hacer escuchar su voz. Desde que su única hija fue asesinada, hace cuatro años, siente que su vida se detuvo y que la promesa que le hizo a Micaela de buscar justicia se ha convertido en una batalla cuesta arriba. Micaela Rascovsky, una joven de 25 años, fue encontrada muerta el 13 de abril de 2021 en el departamento que compartía con su pareja, Guido Pascuccio (35), en Villa Urquiza, Buenos Aires. Desde entonces, el dolor y la incertidumbre han marcado la vida de Patricia. El juicio por la muerte de Micaela comenzó el 14 de noviembre pasado y se extendió por más de tres meses en los tribunales de Lavalle. En un contexto de violencia y adicciones, el único acusado por el femicidio de la joven estudiante de Medicina es su pareja. Micaela Rascovsky. Pascuccio, abogado de profesión, pasó un año detenido preventivamente por el femicidio de Micaela. La relación entre ambos, que comenzó en 2018 y se reavivó durante la pandemia, estuvo marcada por la violencia y los conflictos. Micaela, quien soñaba con ser cirujana, trabajaba en una concesionaria de autos y se mudó con su pareja en 2020. Tras revelar a los padres de Pascuccio los maltratos y la violencia que sufría, falleció el 13 de abril de 2021. Esa tarde, según se reveló en el juicio, Micaela había advertido a su entorno de la situación con pruebas y mensajes, planeando dejar a su pareja. La causa de la muerte de Micaela, según la autopsia, fue una «congestión y edema pulmonar con cardiopatía dilatada». Sin embargo, las circunstancias que rodearon su fallecimiento han generado controversia y cuestionamientos que serán resueltos por el tribunal a cargo del caso. El testimonio y los alegatos finales En los alegatos de cierre, el fiscal Guillermo Morosi solicitó una pena de 11 años de prisión para Pascuccio por «abandono de persona seguido de muerte y lesiones doblemente agravadas». Se presentaron pruebas que indicaban que el cuerpo de Micaela presentaba marcas de golpes, heridas defensivas y restos de ADN de dos hombres, uno de los cuales pertenecía al acusado. Según los peritos forenses, Micaela falleció entre las 23 del 12 de abril y las 2 de la madrugada del 13 de abril. A pesar de ello, Pascuccio llamó a la ambulancia alrededor de las 4.48 de la madrugada, casi tres horas más tarde. El relato de los hechos y los mensajes enviados por la víctima indicaban una discusión entre la pareja, donde Pascuccio se sintió traicionado por la actitud de Micaela al revelar la violencia que sufría. La joven buscó refugio en la terraza antes de regresar al departamento, donde finalmente falleció. Una de las marchas en reclamo de justicia. Las diferentes perspectivas en el juicio El juicio ha estado marcado por las acusaciones y las diferentes perspectivas sobre lo sucedido. Mientras el fiscal Morosi solicitó una pena por abandono de persona, la querella representada por Nadia Marina Rivas pidió prisión perpetua por «homicidio doblemente agravado», considerando el contexto de violencia de género en el que se desarrolló el crimen. Para la querella, hubo irregularidades durante la instrucción del caso que no permitieron abordar la situación con perspectiva de género. La falta de protocolo adecuado, la falta de preservación de pruebas y otras deficiencias han generado dudas sobre la imparcialidad del proceso. Patricia Ortiz, madre de Micaela, ha expresado su dolor y su esperanza en que la justicia prevalezca. La espera de la sentencia ha sido una etapa dolorosa y llena de incertidumbre para la familia, que anhela que la verdad salga a la luz y se haga justicia por la memoria de Micaela. Un camino lleno de obstáculos y esperanza El juicio, que ha sido lento y agotador para la familia de Micaela, ha representado un desafío constante en la búsqueda de justicia. A pesar de las dificultades y las barreras enfrentadas, Patricia y Sebastián, padres de Micaela, han mantenido su lucha incansable por esclarecer la verdad y obtener un veredicto justo. Este martes 25 de febrero, la defensa tendrá la oportunidad de presentar sus alegatos finales y se acercará el momento de conocer la sentencia. Para Patricia, la espera es eterna, pero confía en que las pruebas presentadas sean suficientes para lograr la justicia que tanto anhela para su hija. En medio del dolor y la angustia, la esperanza de Patricia y su familia se mantienen firmes. La promesa de no descansar hasta obtener justicia para Micaela es su motor, a pesar de los obstáculos y las adversidades que han enfrentado en este camino.

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