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Diamante » Neonetmusic
Fecha: 24/02/2025 22:13
Katherine Brasich, una joven que solo quería celebrar su cumpleaños con una torta de ensueño, terminó viviendo una comedia de errores pasteleros. Contrató a una pastelera basándose en las tentadoras fotos de sus redes sociales, pero lo que recibió fue más parecido a un experimento fallido de “Nailed It!” que a un postre profesional. La torta, que prometía ser un corazón rosado y esponjoso, llegó en forma de triángulo achatado y con un aspecto que, según Katherine, “estaba seca y cortina de dulce de leche”. La decepción fue tal que Katherine no pudo evitar compartir su experiencia en TikTok, donde su video comparando la torta prometida con la recibida se volvió viral. Con más de 1,2 millones de reproducciones y miles de comentarios, el postre se convirtió en el protagonista involuntario de una polémica pastelera. Katherine no se mordió la lengua y calificó la torta con un contundente “0/10”, además de revelar que le habían cobrado 80 mil pesos por esa “obra de arte”. Ante el desastre, Katherine no tuvo más remedio que salir corriendo a comprar otra torta para salvar su celebración. Pero la cosa no quedó ahí. A través de WhatsApp, le hizo saber a la pastelera su descontento, aunque con cierta elegancia: “No quiero menospreciar tu trabajo, pero esto no lo vale”. La pastelera, por su parte, le devolvió la mitad del dinero, lo que dejó a Katherine con una torta fea y un reembolso a medias. En las redes, los usuarios se dividieron entre quienes defendían a Katherine por “escrachar” a la pastelera y quienes criticaron su reacción. Una internauta salió en defensa de la emprendedora, argumentando que el precio real era de 60 mil pesos y que Katherine había distorsionado la historia. Otros, en cambio, opinaron que la pastelera no debería haber aceptado el trabajo si no estaba a la altura de las expectativas. El caso de la torta triangular ya es un clásico de las redes sociales, recordándonos que, a veces, lo que pedimos y lo que recibimos pueden ser dos cosas completamente diferentes. Y aunque Katherine terminó celebrando su cumpleaños con otra torta, su historia nos dejó una moraleja: en el mundo de los postres, las apariencias pueden ser engañosas, y siempre es mejor tener un plan B (o un buen pastelero de respaldo). Noticia vista: 68
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