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  • Evangelio de hoy 23 de febrero, 2025 – SinLimitesGalvez

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    Fecha: 24/02/2025 12:32

    Evangelio de hoy – Pildorasdefe.net Domingo, 23 de febrero, 2025 Lecturas completas: Clic aquí y reflexiona Maria, Comparte el Evangelio a través de los botones de compartir y que el amor de Dios llegue a más personas. Dios te pague Facebook Twitter Telegram Whatsapp Oración de preparación Maria, disfruta de un tiempo de paz en la mañana con la Oración del Día, para ponerte en la Presencia de Dios. Haz clic en el siguiente botón: Clic aquí para Orar Celebración de hoy San Policarpo de Esmirna: Discípulo de San Juan Evangelista San Policarpo de Esmirna fue obispo y discípulo de San Juan Evangelista, el último de los testigos de los tiempos apostólicos, Mártir y Padre de la Iglesia Coronilla a la Misericordia Coronilla a la Divina Misericordia de Hoy Domingo y Consagración Consagramos nuestro día al Señor y nos nutrimos de Su Eucaristía pidiendo paz y alegría en nuestras familias y por tus intenciones Lecturas del día Maria, hoy se nos presenta una enseñanza radical de Jesús: amar a los enemigos, hacer el bien a quienes nos odian, bendecir a quienes nos maldicen y orar por aquellos que nos persiguen. Es un llamado que desafía la lógica del mundo. Presta atención a las lecturas de hoy. 1 Samuel 26,2.7-9.12-13.22-23. En aquellos días, Saúl bajó al desierto de Zif con tres mil hombres, lo más selecto de Israel, para buscar a David en el desierto. David y Abisai llegaron de noche, mientras Saúl estaba acostado, durmiendo en el centro del campamento. Su lanza estaba clavada en tierra, a su cabecera, y Abner y la tropa estaban acostados alrededor de él. Abisai dijo a David: «Dios ha puesto hoy a tu enemigo en tus manos. Déjame clavarlo en tierra con la lanza, de una sola vez; no tendré que repetir el golpe». Pero David replicó a Abisai: «¡No, no lo mates! ¿Quién podría atentar impunemente contra el ungido del Señor?». David tomó la lanza y el jarro de agua que estaban a la cabecera de Saúl, y se fueron. Nadie vio, ni se dio cuenta de nada, ni se despertó nadie, porque estaban todos dormidos: un profundo sueño, enviado por el Señor, había caído sobre ellos. Luego David cruzó al otro lado y se puso en la cima del monte, a lo lejos, de manera que había un gran espacio entre ellos. David respondió, diciendo: «¡Aquí está la lanza del rey! Que cruce uno de los muchachos y la recoja. El Señor le pagará a cada uno según su justicia y su lealtad. Porque hoy el Señor te entregó en mis manos, pero yo no quise atentar contra el ungido del Señor. Salmo 103(102): El Señor es bondadoso y misericordioso. (R) Bendice, alma mía, al Señor; bendice todo mi ser, su santo nombre. Bendice al Señor, alma mía, no olvides sus beneficios. /R. Él perdona todas tus iniquidades, cura todos tus males. Él redime tu vida de la destrucción, te corona de bondad y compasión. /R. Misericordioso y clemente es el Señor, lento a la cólera y lleno de bondad. No nos trata según nuestros pecados, ni nos paga según nuestros delitos. /R. Como está de lejos el oriente del occidente, así ha alejado de nosotros nuestras rebeliones. Como un padre se compadece de sus hijos, así se compadece el Señor de los que le temen. /R. 1 Corintios 15,45-49. Hermanos y hermanas: esto es lo que dice la Escritura: El primer hombre, Adán, fue creado como un ser viviente; el último Adán, en cambio, es un ser espiritual que da la Vida. Pero no existió primero lo espiritual, sino lo puramente natural; lo espiritual viene después. El primer hombre procede de la tierra y es terrenal; pero el segundo hombre procede del cielo. Los hombres terrenales serán como el hombre terrenal, y los celestiales como el celestial. De la misma manera que hemos sido revestidos de la imagen del hombre terrenal, también lo seremos de la imagen del hombre celestial. Aclamación. Aleluya, aleluya. Os doy un mandamiento nuevo, dice el Señor: Amaos los unos a los otros como yo os he amado. Aleluya, aleluya. (Cf. Juan 13,34) Lucas 6,27-38. En aquellos días, Jesús dijo a sus discípulos: «Yo les digo a ustedes que me escuchan: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian. Bendigan a los que los maldicen, rueguen por lo que los difaman. Al que te pegue en una mejilla, preséntale también la otra; al que te quite el manto, no le niegues la túnica. Dale a todo el que te pida, y al que tome lo tuyo no se lo reclames. Hagan por lo demás lo que quieren que los hombres hagan por ustedes. Si aman a aquellos que los aman, ¿qué mérito tienen? Porque hasta los pecadores aman a aquellos que los aman. Si hacen el bien a aquellos que se lo hacen a ustedes, ¿qué mérito tienen? Eso lo hacen también los pecadores. Y si prestan a aquellos de quienes esperan recibir, ¿qué mérito tienen? También los pecadores prestan a los pecadores, para recibir de ellos lo mismo. Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada a cambio. Entonces la recompensa de ustedes será grande y serán hijos del Altísimo, porque él es bueno con los desagradecidos y los malos. Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den, y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante. Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes». Palabra del Señor.

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