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» La Capital
Fecha: 23/02/2025 09:51
Elena Roger es hace tiempo sinónimo de excelencia artística. Con treinta años de carrera en teatro, cine y televisión, con reconocimientos y protagónicos internacionales, en esta etapa elige volver a las bases. En noviembre, reestrenó “Mina… Che Cosa Sei?!?”, el espectáculo en homenaje a la italiana Mina Mazzini, que coescribió junto a Valeria Ambrosio y debutó hace dos décadas. Tras una exitosa temporada en Buenos Aires, comienza en Rosario una gira nacional. Junto a gran parte del equipo original, se presentará el viernes 21, sábado 22 (por partida doble, a las 20 y 22 horas) y domingo 23 de marzo, en el Teatro Astengo (Mitre 754). “Mina” no es una obra biográfica ni un retrato lineal. Acorde a lo multifacético del personaje, Roger y su partenaire Diego Reinhold (bajo la dirección general de Ambrosio) apelan al humor, la performance y, sobre todo, la música, para proponer un viaje emocional narrativo a través del repertorio de Mazzini, que va desde los años 60 hasta la actualidad. Los intérpretes están acompañados por una gran banda en vivo integrada por Gaby Goldman (piano y dirección musical), Javier López del Carril (guitarras), Juan Bayón (bajo), Osvaldo Tabilo (batería), Christine Brebes (violín). Para Elena, volver a encarnar a Mina es trazar un puente con esa que era antes del ascenso meteórico que la llevó a hacer “Evita” en Broadway y a ganar un premio Olivier por “Piaf”. Antes de su gran regreso a Rosario, Elena Roger dialogó con La Capital y habló de los orígenes del espectáculo, su vínculo con el humor, y su presente como artista: ¿Cómo vivís volver a Rosario después de varios años, y arrancar esta gira acá? Tiene que ver sobre todo darle una nueva oportunidad a que la gente pueda conocer “Mina”, que es un espectáculo teatral. En general he viajado a Rosario y por el país con mis conciertos, o con los conciertos con Escalandrum. Y las obras que fueron más prestigiosas son más difíciles de girar. De hecho, hemos intentado girar con “Piaf” y no pudimos porque es realmente muy difícil. Volver con este espectáculo que ya visitó Rosario para mí es muy gratificante. Es volver a darle vida a ese momento de mi carrera en el que empezábamos a delinear nuestra personalidad y nuestra vida artística. Es hermoso saber que vamos a estar visitando distintas ciudades del país, y empezar por Rosario es como la cábala. ¿De dónde surge la voluntad de reponer, a veinte años de su estreno, este espectáculo que fue tan icónico en tu carrera? Pasaron veinte años del momento de la gestación de este espectáculo. Me parece que eso en sí no es poco, y trae un montón de reflexiones sobre nuestras vidas, nuestras carreras. Han pasado muchas cosas, nos han pasado muchas cosas a todos. Somos otras personas. Tenemos una madurez muy interesante para compartir en este momento, en el escenario y fuera del escenario. Tenemos la fortuna de poder encontrarnos todos los actores originales y hasta los músicos. Tuvimos sólo una pérdida que fue el bajista, Lucas González Yancamil, que estrenó con nosotros en noviembre y no pudo seguir en el verano porque ya tenía otros compromisos tomados. Más allá de él, somos todos los mismos, incluso parte del equipo técnico. Éramos todos veinte años más jóvenes, con muchas ilusiones y muchas ansiedades sobre qué sería de nuestros futuros. Ahora nos reencontramos desde distintos lugares. Diego Reinhold, que siempre fue un gran comediante, también es escritor, es director. Gaby Goldman estuvo trabajando en España y fue director de grandes musicales en Madrid. Valeria Ambrosio, que además de haber dirigido muchísimas obras en estos años, ahora es la directora del Palacio Libertad. Los músicos que tocan con nosotros son increíbles y han hecho grandes carreras. Todo eso elevó muchísimo el nivel del espectáculo. Es para disfrutar muchísimo. Embed Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida de Elena Roger (@elenarogerreal) >> Leer más: "Ópera Queer", una propuesta musical y teatral disidente ¿Por dónde sentís que pasan esos cambios de perspectivas sobre el espectáculo? En aquel momento era bastante inconciente de lo que estábamos haciendo, y ahora puedo analizarlo un poco mejor. Es un espectáculo enteramente en italiano, con canciones de una cantante italiana que tiene una historia muy particular. A fines de los setenta, ella se recluye, no aparece más en público, pero sigue grabando discos, no es que se retira de la profesión. Sigue generando arte pero deja de dar entrevistas y conciertos. Desde que conozco su figura, esto me pareció algo muy vanguardista, muy entendible. Siento que ella llegó a ser una estrella total que en un momento necesitó nutrirse solamente del arte, que es lo que ella había elegido. Sigue viva y sacó un álbum el año pasado. Sigue vigente y aggiornada, porque las producciones musicales que tiene son increíbles. Hay algo de esa vigencia que permite retomar el espectáculo veinte años después, pero no deja de ser una obra poco tradicional. Al ser en italiano, hay mucha gente que dice ‘uy, no entiendo’. No pasa nada. Es exactamente lo que queremos, que no se entienda. Que la gente pueda sentarse a ver algo bello escénicamente, a escuchar algo que sonoramente también tiene mucha calidad, y a dejarse llevar por la imaginación. No lleva una historia lineal, podés imaginarte mil cosas. Hay muchas sorpresas. Está lleno de comedia y de humor, pero también tiene momentos más profundos, reflexivos. Y además, el italiano tiene la particularidad de que se parece bastante al castellano, sobre todo al que hablamos acá, así que alguna palabra nos puede guiar. Pero es sobre todo para disfrutar musical y visualmente lo que ocurre en esa hora casi y media que dura el espectáculo. Embed Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida de “Mina, che cosa sei?!?” cuenta oficial (@minachecosasei) >> Leer más: Ariana DeBose, la actriz que podría interpretar a Evita en Londres A su vez, “Mina” te permite reconectar y mostrar una faceta tuya como artista que quizás no es tan conocida: el humor. ¿Cómo vivís ese reencuentro? Es algo que necesito. Yo empecé esta profesión desde el humor. Nadie lo conoce porque muy poca gente me vio en ese momento (risas). Pero mis personajes de ensamble, como por ejemplo uno que hacía con Chico Novarro en una obra que se llamaba “Yo que tú me enamoraba”, tenían mucho humor. Después me tomó el drama porque empecé a abordar roles protagónicos que en general son dramáticos. Aunque podría decir que excepto Fantine (de “Los Miserables”), que era drama puro, un infierno, “Fiebre de sábado por la noche” tenía su momento risueño, “Jazz swing tap” era comedia, y después vino “Mina”. Cuando empecé con “Evita”, y también con “Piaf”, tenían sus ironías que podían sacar sonrisas, pero eran espectáculos dramáticos. Este se propone emocionar, te sensibiliza, te hace pasar por distintas emociones, pero no se propone que te vayas angustiada, sino todo lo contrario. Después de tantos años de carrera, ¿qué te sorprende todavía de esta profesión? Ahora vamos a ver cómo me va sorprender la gira, qué le pasa al público cuando encuentra este espectáculo, y cuando me encuentra a mí en una obra de este tipo. Me sucede que al ser una obra que ya hice, no espero de más. Estoy dispuesta a sorprenderme, no necesito más que eso. No quiero hacer la cuenta, pero desde el 95 que soy profesional. En este momento, no siento que esté en una situación de tener que demostrar nada, y menos en mi país. Me siento cómoda, me siento reconocida. Siento que ya hice cosas que la gente no esperaba. Cuando terminé “Evita”, creo que quizás se esperaba que saliera de gira cantando comedias musicales y salí con un disco de canciones desconocidas de autores nacionales. Siento que el público que me viene a ver, es porque quiere ver a la artista. Así que creo que eso está entendido entre el público y yo. Mencionaste “Tiempo mariposa”, tu disco del 2014 en el que interpretabas a cantautores argentinos no tan conocidos. Eso ya daba cuenta de una apertura y curiosidad de tu parte. ¿Qué estuviste escuchando últimamente que quieras destacar? Yo era una persona que escuchaba muchísima música, hasta que empecé a trabajar duro de esto. Y me empezó a pasar que empecé a llegar a casa y desear un silencio profundo. Después fui madre, y después me ocupé bastante, junto a mis hermanos, de mis padres, que ya fallecieron los dos. Recién ahora, y con mis hijos un poco más grandes, estoy empezando a volver a ser dueña de mi tiempo. Todavía no pude empezar un libro, pero estoy empezando a escuchar un poco más de música. Además, está mi hija, que me trae Wos, Emilia Mernes. Está a pleno con las chicas de K4OS, se sabe todas las coreografías, y yo también. Eso escucho mucho por ella. A mi hijo chiquito le gusta mucho Calle 13. A mí me encanta René de toda la vida y lo escuché siempre, pero ahora lo trae él y con canciones que no conocía. Tengo esta fantasía de empezar a volver a ser dueña de mi tiempo y nutrirme de cosas nuevas, pero creo que no estoy tan desaggiornada (risas).
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