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» Diario Cordoba
Fecha: 22/02/2025 19:23
El escándalo de Juan Carlos Monedero golpea la línea de flotación de a Podemos, que parecía comenzar a remontar en las encuestas de la mano de Irene Montero, con una imagen construida en torno al feminismo tras su paso por el Ministerio de Igualdad. La inacción de la cúpula del partido tras recibir varias denuncias por acoso sexual, sumado a las contradicciones de su discurso, amenazan ahora con abrir agujeros en sus posiciones políticas y en la imagen pública de la formación, que fía su futuro político al regreso de Montero a la política nacional como candidata a las próximas generales. Los últimos acontecimientos parecen complicar el camino a la ministra de Igualdad. Montero ha cimentado su figura política en torno al feminismo tras su desembarco en el Ministerio en 2019, y más aún después de protagonizar el fortísimo choque que vivió en el Gobierno con el PSOE, a cuenta de la crisis del sí es sí a raíz de su Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual, que provocó cientos de rebajas de penas a agresores sexuales condenados y llevó a Pedro Sánchez a corregir la norma en el Congreso apoyándose en el PP y en contra de Podemos. Esta polémica le permitió dibujarse como una damnificada de la "justicia patriarcal", a quien atribuía las consecuencias de la norma. En su etapa en el Parlamento Europeo, la dirigente también ha aprovechado el escaparate internacional para reforzar su perfil feminista, que se vio fuertemente desgastado a nivel nivel nacional por la crisis del sí. Es precisamente este discurso el que articula las principales líneas de la dirigente morada, que ahora está en el centro de la polémica tras recibir en su propio equipo la denuncia de acoso sexual, sin que la Ejecutiva de Podemos iniciara investigación alguna, como permitían los Estatutos. Tampoco se suspendió de militancia al dirigente morado, que a día de hoy sigue teniendo carné del partido. Denuncia al equipo de Montero La denuncia llegó directamente a su número dos en el Ministerio, la responsable del Área de Feminismos del partido, Ángela Rodríguez Pam, el 12 de septiembre de 2023. En ella se describían "manoseos" y "tocamientos en el trasero" a mujeres jóvenes a las que accedía gracias a su posición en el partido, según desveló eldiario.es. Más tarde, varias miembros de la dirección de Podemos recibieron otro testimonio que relataba "violencia sexual" de Monedero, según admite la formación. Estos son los hechos, y a partir de aquí comienzan las contradicciones. La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, aseguró este viernes que Podemos actuó "de forma correcta" en este caso y que "desde el primer momento en que tuvimos conocimiento" de los hechos denunciados, argumentando que se le "apartó" de la participación activa en actos públicos. Pero más allá de que dejara de subirse a escenarios, lo cierto es que no fue apartado como tal. Ni a nivel interno, donde seguía participando de la toma de decisiones del partido, ni en el ámbito del reconocimiento, con muestras de afecto por parte de la secretaria general de Podemos en las redes sociales después de conocer las denuncias. Los chats del órgano de dirección de Podemos -Consejo Ciudadano Estatal- muestran cómo Monedero estaba dentro del órgano e interviniendo en las decisiones políticas de la formación, llegando a intercambiar consideraciones con la secretaria general, Belarra, meses después de que se tuviera conocimiento de las denuncias. Unos hechos que desmontan la versión oficial del partido, de que se actuó "correctamente" y "con diligencia" desde "el primer minuto", como defendió este lunes la diputada. También hubo muestras de afecto público tras recibir los testimonios de las víctimas. El 14 de septiembre, dos días después de recibir la primera denuncia, Belarra se despidió de él en redes con un "seguimos caminando juntos", acompañado de un corazón, después de anunciar Monedero su salida de la fundación de Podemos. El 16 de septiembre, la secretaria general volvió a nombrar a Monedero en un acto público del partido para agradecerle su asistencia. En enero de 2024, meses después de conocerse las denuncias, la secretaria general volvió a trasladarle de nuevo su solidaridad después de que un medio publicara que tenía abierto un expediente interno en la formación. "Es una indecencia lo que hacen. Un abrazo fuerte", defendió Belarra en respuesta a Monedero, que denunciaba "un bulo acerca de un supuesto expediente" y aseguraba que era "mentira". En las últimas horas, Podemos ha aclarado que estos comentarios se referían a un expediente a causa de sus críticas a Irene Montero, y no por denuncias por acoso sexual. Podemos justifica su inacción Podemos también justificó su inacción ante las denuncias en el "respeto" a la "voluntad de las víctimas". Belarra llegó a afirmar que "decidieron no continuar" con el procedimiento interno, obviando que una de ellas se había dirigido a la dirección una denuncia por cauces formales, y dejando datos de contacto, para poner en su conocimiento los hechos de los que acusaba a Monedero. La formación alega que se le remitió a la Comisión de Garantías, que a su vez le pidió rellenar un formulario anonimizado al que nunca atendió. Podemos interpreta esto como que "decidieron no continuar". La formación hace pivotar su discurso en una suerte de traición a las víctimas por parte de los medios al airear estas denuncias. Tanto es así, que la secretaria de Podemos llegó a abroncar a la prensa este viernes durante su comparecencia, asegurando que "a los medios os hace falta una reflexión". Mientras Belarra se enfrentó a las preguntas de la prensa, Irene Montero no se expuso a los medios e intervino este viernes en la entrevista de Canal Red, plataforma de Pablo Iglesias, donde también insistió en justificar la falta de actuación en los protocolos anti acoso, ante la necesidad de tener "vías de comunicación que sean seguras para las mujeres", donde "se garantice la confidencialidad", apuntando así a cuestiones formales como motivo para no haber tenido en cuenta la denuncia. Obvió también que la ejecutiva de Podemos, de la que formaba parte, estaba habilitada para abrir una investigación interna y depurar responsabilidades, sin necesidad de revelar datos personales de la víctima. Doble discurso Resulta llamativo el contraste de discurso de la exministra de Igualdad, que ahora exige la presentación de una denuncia en el partido para iniciar acciones y que en su cargo de ministra ha defendido aplicar todos los protocolos y medidas a las víctimas aunque no denunciasen formalmente. "Una víctima no es menos víctima si no denuncia", aseguraba la exministra de Igualdad, en respuesta a su sucesora en el cargo, Ana Redondo. Una consideración llamativa, teniendo en cuenta que la denunciante que remitió a Podemos su testimonio nunca fue contactada por la formación, ni su denuncia atendida. Las reacciones de Podemos hacia el caso Errejón también chocan con la reacción con las denuncias sobre Monedero. En el caso del exportavoz de Sumar, los primeros espadas morados defendieron que avisaron a Yolanda Díaz de un mensaje anónimo en redes sociales en 2022 que apuntaba a tocamientos durante un concierto. El mensaje desapareció poco después, pero para Podemos fue suficiente para reprochar a la vicepresidenta del Gobierno que incluyera a Iñigo Errejón en las listas. A día de hoy, está probado que pese a una denuncia dirigida a la dirección del partido, Monedero continuó en los órganos de dirección. En las últimas horas Irene Montero también ha tratado de diferenciar el caso Monedero con el de Errejón, asegurando que Sumar sólo actuó tras estallar el "escándalo mediático", mientras que ellos lo hicieron "desde el primer minuto", una afirmación que queda en duda a la luz de las últimas revelaciones sobre su presencia en órganos de dirección. La exministra de Igualdad aprovechó la polémica para insistir en sus críticas frente a Díaz, a quien acusaron de encubrir los hechos. "Hasta ahora hemos visto que la norma ante casos de casos de violencia sexual conocidos por todo el mundo es que se mira para otro lado, incluso se premia a los hombres señalados por esos testimonios, se les dan más responsabilidades políticas, se le hace portavoces parlamentarios y se sigue teniendo a esos hombres protegidos con un manto de impunidad", criticó este viernes la exministra de Igualdad, que censuró que "sólo se actúa cuando se hace público gracias a una víctima que rompe el silencio". Montero criticó la "impunidad" que se brindaba a los agresores, mientras Monedero fue protegido en el partido, que no hizo pública la situación y que evitó depurar responsabilidades a nivel interno. Monedero advierte a Podemos Después de que Podemos haya renegado públicamente de Monedero, el afectado ha mandado una advertencia clara a la dirección: “Fíjate, yo creo que también Podemos tendrá que aclarar cosas”, retó este viernes Monedero en declaraciones a los medios, al ser preguntado en plena calle sobre si fue él quien se marchó de la formación o está la que le apartó. Un mensaje que pone la pelota en el tejado de Podemos, que en los últimos días ha renegado públicamente de él y que está por ver si ofrece alguna respuesta. El distanciamiento entre Monedero y Podemos llegó con el aterrizaje de Sumar, y el dirigente llegó a defender en distintos artículos la necesidad de un "frente amplio", una diferencia respecto a la estrategia de la cúpula del partido que podría haber supuesto su paso atrás en la fundación de la formación, que en Podemos fechan en mayo de 2023 y que se anunció en septiembre, dos días después de la denuncia. Lo cierto es que en mayo de 2023 Monedero estaba de gira por el país protagonizando actos de campaña de Podemos para las autonómicas y municipales, acudiendo a Cantabria o Galicia, entre otros. El dirigente, al que la Universidad Complutense también tiene abierto un expediente tras la denuncia de una alumna, también quiso distanciarse del caso Errejón con una referencia expresa a que en su caso no hay una contradicción entre "la persona y el personaje", en referencia a la carta de renuncia del entonces portavoz parlamentario de Sumar, que dimitió en octubre tras varias acusaciones anónimas de agresión sexual.
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