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  • “Todo el barrio está con miedo y encerrado porque es muy violenta”

    » Elterritorio

    Fecha: 22/02/2025 15:50

    Verónica, quien el pasado 5 de febrero fue atacada por su vecina, que causó destrozos, reclama que la acusada está en libertad y continúa en el barrio, mientras la Justicia no da respuestas sábado 22 de febrero de 2025 | 3:30hs. La mujer de 27 años dejó manchas de sangre en distintas partes de la casa y el vehículo de la víctima. Vecinos de Posadas viven una extrema preocupación, luego de que en la tarde del miércoles 5 de febrero se reportara un violento ataque por parte de una mujer de 27 años -con problemas de adicción- en el domicilio de una vecina, ocasión en la que provocó destrozos, atacó con piedras y amenazó a la dueña de casa. Según fuentes consultadas, el incidente tuvo lugar cerca de las 14.30, cuando Natalia -como es conocida la agresora- ingresó con una actitud violenta a la propiedad de la vecina, rompiendo el vidrio del vehículo con sus propias manos y recorriendo el interior de la casa, rompiendo electrodomésticos, dejando manchas de sangre -porque se cortó con el vidrio- y ocasionando terror en los vecinos de las 180 Viviendas, dentro de Itaembé Guazú. Ante la denuncia hecha por la propietaria, la agresora fue detenida. Sin embargo, días después volvió a estar en libertad y, advierten, sigue causando preocupación en los vecinos, ya que recorre las calles del barrio con total normalidad. Esto último es algo que cuestionó Verónica, víctima del violento episodio, quien en diálogo con El Territorio contó el calvario que vive, las consecuencias que ocasionó ese momento y reclamó que la Justicia no hace nada para que la mujer detenga sus agresiones, a pesar de que tiene varias denuncias en su contra. “Es una chica que viene con problemas de violencia cada vez en aumento. Son varios años que los vecinos estamos reclamando que alguien se haga cargo de esta pobre mujer, porque es un ser humano y sabemos que necesita asistencia”, comenzó expresando Verónica, agregando que cada vez que fue llevada para rehabilitarse se escapaba de los establecimientos de salud mental. “Cuando entra en crisis, la mamá -que tiene 61 años y padece de problemas psiquiátricos- no la puede contener”, remarcó. En esa línea, recordó que durante el 2024 ayudó en reiteradas veces a la madre de la denunciada, porque ésta le pegaba. Respecto del violento episodio que le tocó vivir a principios de febrero, la mujer manifestó que fue la primera vez que sufrió un ataque por su parte y que la razón, según lo que le expresaba la violenta mujer, era porque “me reclamaba que yo tenía a su madre escondida”. Si bien desde un primer momento le pedía que se calme y que su madre no estaba allí, la mujer comenzó a reclamarle dinero. Pero ante la negativa, fue cuando comenzó a ponerse aún más violenta. Con una silla En ese contexto, la entrevistada detalló que “trajo una silla de madera y piedras para tirar a mi auto y mi casa” y alegó que su nivel de violencia era extrema, ya que “mi portón estaba cerrado con llave y ella lo levantó, lo desoldó e ingresó a mi terreno. Cuando entró le dio un puño en el vidrio de mi ventana y se cortó los brazos. Era un baño de sangre”, recordó. Su estado de violencia iba en aumento y quedó demostrado luego de que al romper el vidrio de la casa no detuvo su accionar e ingresó al domicilio, donde estaba la mujer junto a sus dos hijos -de 15 y 6 años-. “En un momento salí de mi casa y mis hijos quedaron encerrados en una de las habitaciones. Yo tengo un hijo de 15 años con discapacidad motriz y una nena de 6 años”, explicó Verónica. Fue en ese momento que Natalia entró corriendo a la casa gritando que le iba a romper la casa y que la iba a matar, junto a sus hijos. En ese marco, explicó que “mi hijo siente cuando ella va a la habitación del fondo, entonces él abre la pieza y le dice a la hermanita, para salir corriendo de la casa”. Ya con todos fuera, explicó que no tuvieron más remedio que esperar a la Policía y dejarla dentro de la casa. “Ella se quedó adentro, tumbando todo, revisando, encontró mis carteras y de ahí me sacó dinero”, reclamó. Autoridades cansadas Por otra parte, la mujer indicó que los problemas con la mujer que padece de adicción es algo que no encuentran solución, y que incluso la propia Policía no sabe qué hacer para poder frenar la violencia que genera la acusada. “La Policía ya está cansada de que la llamemos por esto y es como que ya ni siquiera nos acuden a auxiliarnos, porque dicen que cumplen con su parte, pero el juez la libera”, lamentó, agregando que el nivel de violencia va en escala y que preocupa a todo el barrio. Preocupación latente “Todos están encerrados, afectados y lo más preocupante es que ahora está por empezar las clases y pasando la calle está el playón deportivo de la Escuela 757, donde los chicos hacen educación física”, continuó la mujer, expresando que el miedo pasa por la posibilidad de que en una mañana la mujer entre en una crisis de violencia, agarre a un chico y le provoque graves daños. La preocupación es aún mayor, ya que la mujer “una vez se metió a un colegio y el director tuvo que llamar al 911 para sacarla. Me parece que habría que buscar alguna solución”, apuntó. Verónica realizó una denuncia por agresión, amenazas y robo ante el Juzgado de Instrucción Tres. No obstante, reclamó que no tuvo ningún tipo de solución y que hasta el momento tampoco tuvo una comunicación para saber si se trabaja en alguna medida para darle seguridad de que el violento episodio no vuelva a ocurrir. “No me dieron ninguna constancia, ni ningún número de seguimiento de expediente. No sé si todo el barrio no vale nada”, lamentó. A su indignación, hay que sumar que en los últimos días a la acusada se la vio en el barrio como si nada hubiese pasado. “Ella fue liberada a los diez días de haberme atacado. El sábado a las 11 de la mañana ya estaba en el barrio caminando. Todos los vecinos empezaron a llamarme diciéndome que también le habían atacado y que tenga cuidado”. El temor es tal que Verónica tuvo que enviar a su hija más chica al interior de la provincia -junto a su papá- “porque ella está con terror”. “Está haciendo tratamiento psicológico y yo la quiero traer porque tiene que empezar la escuela. Todo es injusto”, indicó. Por otra parte, explicó que necesita una contención para ella y sus hijos, porque están viviendo momentos difíciles por una sola persona. “Estamos encerrados, ponemos cartones en el vidrio del auto, cartones en las ventanas, si salimos estamos mirando a ver si ella viene corriendo a atacarnos. Es una situación que jamás he vivido antes”, detalló. En tanto, reflexionó que no le desean el mal y que sólo quieren que la hagan rehabilitarse “porque está atormentando a los vecinos. Somos como 2.000 personas asustadas porque una chica está cada vez más violenta. Me parece que es injusto”. remarcó. Por último, pidió que la Justicia haga algo y que no traten a la acusada como alguien inimputable, porque el nivel de violencia va en aumento. “No sé si el juez está esperando que mate a alguien, porque no queda detenida mucho tiempo y es una situación que se escapa de nuestras manos y en la que las autoridades que deberían estar en el centro no lo están haciendo”, concluyó la vecina del barrio 180 viviendas, dentro de Itaembé Guazú, que reclama que el miedo es continuo y que la actitud violenta de la mujer es intimidante para la comunidad.

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