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» Diario Cordoba
Fecha: 20/02/2025 17:36
El cineasta cordobés José Ángel Bohollo estrena este viernes en los cines su película ‘Padres’, un thriller trepidante que supone su regreso al séptimo arte tras 25 años. -La película ‘Padres’ supone su regreso al cine después de más de 25 años. ¿Por qué ahora y por qué con esta película? -Desde que tengo uso de razón, siempre quise hacer cine y en cuanto pude empecé a rodar. Mi escuela fue el Súper 8 en Córdoba, donde trabajé con amigos como Manuel Ángel Jiménez, Rafa Jiménez... De ahí pegué el salto al cine profesional con 35mm y me marché a Madrid y mi primer corto fue un éxito y llegó al Festival de San Sebastián. Empecé pisando fuerte, con actores de primera línea como Rosa María Sardá, Chus Lampreave, Emma Penella... Luego, por circunstancias personales, me volví a Córdoba para hacerme cargo de una empresa familiar y me centré en otros quehaceres que te atan, sin dar de lado al cine, con proyectos más pequeños. Al acabar con aquella empresa, decidí volver y nada más proponérmelo, entré de nuevo en la industria con una miniserie documental con Canal Sur sobre Bretón y a la vez me puse con un guion que empecé en Córdoba con una anécdota propia que se ha transformado en una historia que ha encajado en los parámetros de mi productor, Eduardo Campoy, porque se trata de una película con un escenario casi único, con pocos personajes, pero de ritmo trepidante que le atrapó automáticamente y desde entonces todo ha venido rodado. El enganche que produjo el guion lo está consiguiendo ahora la película en los pases que hemos hecho hasta ahora. El cine, da igual lo que sea, hasta una historia que hice sobre la catalepsia, parte de algo que te ha ocurrido a ti -El público podrá ver este viernes en los cines un thriller con muchas aristas que transcurre a toda velocidad. ¿Qué podemos desvelar? -Es una película que engancha desde el primer momento, con un final sorprendente y con muchos giros, en el que todos los personajes ocultan algo... lo que buscamos todos cuando te sientas a una película, creo yo, y que utiliza tecnología de andar por casa como teléfonos móviles, internet, redes... todo en pos de encontrar a una hija desaparecida. Además de los padres protagonistas, aparece un tercer personaje en discordia, la pareja de la madre, y vemos que ahí nadie es limpio. Todo está además rodeado de un toque de ironía que a mí me sale de forma natural en los guiones. -Y todo esto parte de una historia personal. -Exactamente. El cine, da igual lo que sea, hasta una historia que hice sobre la catalepsia, parte de algo que te ha ocurrido a ti. Lo bueno es que en este caso, afortunadamente, no se cumple el dicho de que la realidad supera a la ficción. En mi caso, mi hija adolescente nos pidió a su madre y a mí, que a diferencia de la película, no estamos divorciados, para ir a un festival de música en la playa. Le hicimos el seguimiento correspondiente para saber dónde estaba y tal hasta que desaparece el teléfono, el contacto con ella, la noche avanzaba, nos ponemos nerviosos y de madrugada, el móvil aparece en Marruecos. En ese momento, nosotros ya habíamos hablado con ella, pero todo eso inspira.... Y partiendo de ese hecho nace la historia, que casi casi me salió del tirón. Cuando reaparece en mi vida Eduardo Campoy y me dice el tipo de guion que estaba buscando, se lo mandé, le encantó y automáticamente me dijo que la quería hacer. Me gustan los clásicos que son siempre mi fuente y me atraen mucho también los finales sorprendentes -¿Dónde se rodó el filme? -Se ha rodado en Tenerife porque la mayoría de películas de este equipo de producción, Álamo Producciones, se hacen ahí por motivos fiscales, ya que las condiciones de las islas son especiales y benefician a los inversores, como ocurre en otras comunidades como el País Vasco y Navarra. La historia no dice dónde transcurre aunque por las distancias y los datos que se dan, se deduce que los personajes están en una capital andaluza, para mí Córdoba, aunque no aparece en ningún sitio, ese dato no es relevante. -Lo decía porque usted vive en Córdoba y no sé si en algún momento se planteó rodar aquí. -Yo siempre tengo la ciudad presente a la hora de rodar y cuando escribo las historias, de forma natural, las sitúo en Córdoba, aunque haya vivido 14 años en Madrid. Pero las circunstancias de producción son las que son. Destacaría mucho el trabajo de fotografía y la música de Mario de Benito -La casa en la que se sitúa la historia es un espacio acristalado por completo. ¿Cómo fue el rodaje? -Fue muy difícil trabajar en esa casa, que cumplía con todos los requisitos que buscábamos y lo fue precisamente por esos grandes ventanales y techos altísimos. La fotografía está en función de la historia, pero fue complicadísima porque había que rodar con toda esa luz natural a distintas horas del día y dar una continuidad lumínica a la película, porque la historia casi transcurre en tiempo real en un solo día, empieza por la tarde y llega a la noche. El sonido directo también fue muy complicado. Destacaría mucho el trabajo de fotografía y la música de Mario de Benito, un gran maestro que se ha ceñido a lo que yo quería. Yo buscaba que nos acordáramos de los clásicos, de Hitchcock, de Polanski y esas referencias a la música de Nino Rota, de Psicosis y ese tipo de películas creo que está muy bien reflejada. -¿El thriller es su género natural, es el terreno en el que se siente más cómodo? -Yo siempre digo que lo que busco es hacer las películas que a mí me gustaría ver en el cine y el thriller me ayuda mucho porque me he criado con las películas de suspense, que siempre me han encantado. Me gustan los clásicos que son siempre mi fuente y me atraen mucho también los finales sorprendentes de M. Night Shyamalan, al que recordamos por El sexto sentido, esos giros sorprendentes me gustan. Pero eso tiene que salir de forma natural, si te lo planteas como algo premeditado o como una genialidad no sale bien. Es una historia que me salió sola, no le di tantas vueltas como otras que he hecho y muchas veces en lo natural y lo sencillo está la clave. -¿Diría que esta es su película más redonda? -Para mí, Ciénaga, que rodé en Chile y por la que me nominaron a mejor director novel es una película a la que tengo mucho cariño. Me dio muchísimos disgustos pero también me llenó mucho. Pero visto con perspectiva, es cierto que esta película es la más redonda quizás. -El título, ‘Padres’, no da mucha información, pero la película habla de muchas cosas, de una desaparición, de los problemas de los padres divorciados, de maltrato, de los riesgos de los jóvenes, de las redes, de los prejuicios raciales... -Sí, alguien me dijo que por qué no se llamaba Padres y madres y le dije que, entre otras cosas, porque cuando yo iba a casa de mis padres no decía de mi padre y de mi madre, aunque aquí quizás pegaba. Yo creo que el título tiene sentido cuando la ves. Me acaban de trasplantar y si todo va bien, en seis meses, estaré rodando de nuevo -¿Por qué los padres están divorciados? -Porque así cada uno venía con su propia prehistoria y creaba el conflicto desde el minuto uno. Podrían haber sido unos padres que están juntos, pero el único conflicto sería la desaparición, aquí el conflicto empieza desde el principio. -Los protagonistas son Fernando Cayo y Natalia Verbeke. ¿Tuvo claro quiénes encajaban ahí? -El casting depende de un acuerdo entre productor y director porque encajar las fechas de rodaje con la agenda de los actores es muy complicado. En este caso, yo era un gran admirador de los dos. A Fernando lo descubrí en la serie El caso, donde trabajaba con Natalia, una actriz muy acorde al personaje que había dibujado en el guion. Cuando los nombres fueron cuajando, pensé que no podía encontrar a nadie mejor que ellos y creo que lo han bordado y han conseguido que el rodaje saliera rodado. Hicimos muchos ensayos en Madrid y ellos han ido profundizando a base de preguntas que me hacían. -Ahora que ha vuelto, ¿habrá más cine de Bohollo? -El verano pasado, me diagnosticaron un cáncer de hígado que me frenó cuando estaba preparando el rodaje de una serie y una película. Ahora me acaban de trasplantar y gracias a ese donante y a esa familia que me ha dado una nueva vida, si todo marcha bien, en seis meses estaré rodando otra vez en Tenerife un thriller de un ataque terrorista. Suscríbete para seguir leyendo
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