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» Sin Mordaza
Fecha: 18/02/2025 20:13
Cada 18 de febrero se conmemora el Día Internacional del Síndrome de Asperger con el objetivo de visibilizar y concientizar sobre esta condición. En ese marco, Florinda Gialleonardo, integrante de la Asociación Asperger Rosario (AARoA), destacó las principales dificultades que enfrentan las personas con esta condición y sus familias, haciendo hincapié en la falta de apoyos adecuados y en la necesidad de mayor concientización social. “Las personas con esta condición tienen varias dificultades, por ejemplo, la hipersensibilidad sensorial. Todo lo que tiene que ver con ruidos, desde la pirotecnia hasta los escapes libres de motos y autos, les genera una sobrecarga sensorial que dificulta su socialización”, explicó Gialleonardo. Además, señaló que los déficits en la coordinación y la motricidad, sumados a las dificultades para interpretar la comunicación social, afectan la integración de quienes tienen Asperger. “Todo esto se transforma en una discapacidad psicosocial que no está relacionada con la capacidad intelectual, ya que estas personas suelen tener una capacidad cognitiva promedio o superior, pero enfrentan enormes dificultades debido a su procesamiento neurodiverso”, detalló. La falta de apoyos y espacios adecuados Según la especialista, una de las principales preocupaciones del colectivo es la ausencia de espacios adecuados para desarrollar las capacidades de las personas con Asperger. “El reconocimiento de la discapacidad psicosocial es una de las demandas históricas de este colectivo, porque hay un desconocimiento en la sociedad que produce vulnerabilidad, aislamiento social y sufrimiento emocional”, enfatizó. Esta situación también afecta a las familias, que muchas veces terminan aisladas. “Los amigos y familiares, al no comprender qué sucede, muchas veces dejan de asistir o de interpretar la realidad de la persona con Asperger, lo que genera aún más exclusión”, agregó. Educación e inserción laboral, dos desafíos pendientes Gialleonardo también hizo hincapié en la necesidad de que el sistema educativo se adapte mejor a las necesidades de los estudiantes con Asperger. “Si bien la inclusión en escuelas comunes es clave, también deben considerarse las dificultades específicas para generar un entorno adecuado. La educación debe estar dirigida a las fortalezas de cada niño para que puedan desarrollarse plenamente”, sostuvo. Otro de los grandes desafíos es la inserción laboral. “Muchos jóvenes adultos con Asperger no saben qué hacer con su vida porque no hay espacios adecuados para desarrollar su potencial. Existen cursos, pero falta la posibilidad de gestionar espacios laborales que les permitan autonomía y estabilidad”, lamentó. Para Gialleonardo, es fundamental promover la concientización en la sociedad. “Si desarrollamos las fortalezas de las personas con Asperger, las dificultades disminuyen. La inclusión no es solo un derecho, sino una necesidad para que todos podamos convivir en un mismo sistema, respetando las capacidades y particularidades de cada uno”, concluyó. Escuchar la nota completa:
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