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» Diario Cordoba
Fecha: 18/02/2025 15:25
Las tropas israelíes se quedan en el sur de Líbano. Tras la expiración de la extensión del alto el fuego este martes, las autoridades del país vecino han anunciado que mantendrán sus posiciones en cinco puntos estratégicos del territorio libanés. Los tanques israelíes sí que se han retirado de zonas pobladas, dejando tras de sí la más pura devastación, pero la ocupación del sur del Líbano y la guerra contra Hizbulá no ha terminado. Israel no solo tiene pensado quedarse en estas cinco colinas, sino que el primer ministro Binyamín Netanyahu ya ha dejado claro que su Ejército se guarda el derecho de atacar el Líbano si las autoridades libanesas no actúan para desarmar a la milicia chií y evitar su rearme. Por su parte, Beirut considerará cualquier presencia israelí restante en sus tierras como una ocupación y ha declarado que tiene derecho a "utilizar todos los medios" para asegurar una retirada israelí, según ha afirmado este martes un portavoz de la presidencia libanesa. En este comunicado conjunto, han participado los tres principales cargos políticos, que corresponden a las tres confesiones mayoritarias del país. El presidente Joseph Aoun, cristiano maronita; el primer minisitro Nawaf Salam, musulmán suní, y el presidente del Parlamento, Nabih Berri, musulmán chií, han firmado estas declaraciones en un intento de transmitir unidad y fortaleza, pese a su palpable debilidad ante el poderoso Ejército israelí. Además, por primera vez desde el final de la guerra civil libanesa (1975-1990), la declaración política del gabinete libanés no incluye la frase "Ejército, pueblo y resistencia" que legitimaba las armas de Hizbulá. En cambio, aboga por "un Estado que tenga la decisión de la guerra y la paz". Coordinado con Washington El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, ha dicho este martes que sus tropas permanecerán en una zona de seguridad en Líbano en cinco puestos avanzados a lo largo de la frontera y reforzarán sus posiciones en el lado israelí. El Ejército "seguirá actuando con fuerza y sin concesiones contra cualquier violación de Hizbulá, que debe retirarse completamente más allá del río Litani, y el Ejército libanés debe hacer cumplir esta medida y desarmar al grupo bajo un mecanismo de vigilancia dirigido por Estados Unidos", ha añadido. La decisión de mantener su presencia en estas cinco posiciones ha sido coordinada con Washington. Pese a aceptar la permanencia de Israel, los funcionarios estadounidenses están presionando para una retirada total pronto, argumentando que estas posiciones no afectan significativamente la capacidad de Israel de atacar objetivos de Hizbulá desde el aire. Francia, otro de los países mediadores y miembro del comité de monitoreo del alto el fuego, sigue insistiendo en que Israel debe retirarse completamente del territorio libanés lo antes posible. Durante sus reuniones en Israel esta semana, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, ha expresado su satisfacción por la cooperación entre Israel y el Líbano en la implementación del alto el fuego. Hace casi un año y medio que decenas de miles de familias libanesas esperaban este momento. Al menos 100.000 personas fueron desplazadas de las localidades fronterizas tras el inicio de los enfrentamientos entre Israel y Hizbulá el 8 de octubre de 2023. Desde entonces, han estado desplazadas. Ahora, centenares de ellas esperan impacientes en las carreteras de acceso a sus pueblos, ya que, después de la retirada de las tropas israelíes, el Ejército libanés está limpiando el territorio de municiones sin explotar y los servicios médicos y de rescate están retirando los cadáveres de milicianos de Hizbulá que llevan semanas atrapados bajo los escombros. Al expirar el plazo original de la tregua el pasado 26 de enero, centenares de libaneses intentaron volver a sus aldeas y el Ejército israelí mató con sus disparos a 24 de ellos. Frontera arrasada Desde la entrada en vigor del alto el fuego a finales de noviembre, y con especial intensidad durante las últimas jornadas, los soldados israelíes se han dedicado a dinamitar y demoler casas e infraestructuras de estos pueblos. Antes de su retirada, han arrasado completamente estas zonas alegando que son infraestructuras de Hizbulá, sin aportar ninguna prueba. A su vez, han construido barracones militares en las cinco posiciones donde se quedarán. Labouna, Jabal Balat, la colina Awaida, al Aziyah y la colina Hammams proporcionan puntos estratégicos cerca de la frontera, que dan ventaja para vigilar toda la zona. Según el Jerusalem Post, el Ejército israelí triplicará el número de soldados desplegados a lo largo de la frontera con el Líbano en comparación con el inicio de la guerra y señala que estas cifras podrían alcanzar "varios miles de soldados, incluso entre 10.000 y 15.000, según las circunstancias". Las autoridades libanesas consideran que la presencia israelí en estos territorios supone una violación del alto el fuego, ya que el acuerdo establecía una retirada completa de las tropas del sur del Líbano. La tregua "debe ser respetada", ha dicho el presidente Aoun, añadiendo que "no se puede confiar en el enemigo israelí" y que sus funcionarios están trabajando diplomáticamente para la retirada. El líder de Hizbulá, Naim Qassem, repitió el mismo mensaje en un discurso pronunciado el domingo. "Israel debe retirarse completamente el 18 de febrero: este es el acuerdo", dijo. "Todo el mundo sabe cómo se trata una ocupación", afirmó. A la debilidad de la clase política libanesa, se le suma el hecho de que Hizbulá está muy diezmado después de 14 meses de guerra contra Israel y no se arriesgará a entrar de nuevo en un conflicto. Aunque si Israel permanece indefinidamente dentro del Líbano, esto podría fortalecer al grupo a largo plazo. Retorno de los desplazados Tel Aviv no ha especificado cuánto tiempo se quedarán, aunque sí que ha anunciado que tiene la intención de que los 60.000 residentes del norte de Israel desplazados por los enfrentamientos transfronterizos vuelvan a sus hogares a principios de marzo. El alto el fuego que entró en vigor a finales de noviembre daba 60 días a las tropas israelíes para retirarse del sur del Líbano. A su vez, las fuerzas de Hizbulá debían abandonar la zona para que las tropas libanesas se desplegarán allí. La fecha límite del 26 de enero se amplió hasta este 18 de febrero, porque Israel argumentó que el despliegue del Ejército libanés no se estaba produciendo con la suficiente rapidez. Pese a que el comité de monitoreo del alto el fuego dirigido por Estados Unidos ha elogiado el despliegue militar libanés, el organismo no ha ofrecido datos públicos sobre el grado en que Hizbulá ha retirado sus armas y combatientes de la región. El medio libanés L'Orient-Le Jour ha denunciado que la fuerza aérea israelí ha estado volando a muy baja altura y realizando simulacros de ataques aéreos en el distrito de Bint Jbeil, al sur del Líbano. Líbano tiene previsto acudir al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para abordar las vulneraciones del alto el fuego de la otra parte, según el comunicado de la Presidencia, que subraya "la necesidad de obligar" a Israel a retirarse por completo y la disposición del Ejército libanés a asumir sus funciones en todo el territorio.
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