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Parana » AIM Digital
Fecha: 18/02/2025 08:14
Con un oficialismo sin mayoría propia y una oposición fragmentada, el Congreso de la Nación se prepara para un año legislativo cargado de debates clave. La disputa por la agenda parlamentaria, las alianzas estratégicas y los posibles acuerdos definirán el rumbo del país en un contexto económico y social desafiante. El 2025 se perfila como un año de fuertes tensiones en el Congreso de la Nación. Con un oficialismo que no cuenta con mayoría propia y una oposición en constante reconfiguración, las negociaciones y los acuerdos serán fundamentales para la gobernabilidad. Desde la agenda económica hasta las reformas estructurales, cada proyecto será una batalla política en un escenario donde ningún bloque tiene el control absoluto. Uno de los puntos centrales del debate será la situación económica. Con una inflación que sigue marcando récords y una deuda que condiciona la toma de decisiones, el Ejecutivo intentará avanzar con medidas que garanticen estabilidad y crecimiento. Sin embargo, sectores de la oposición ya anticiparon su rechazo a ciertas políticas de ajuste y piden una mayor inversión en áreas clave como educación, salud y desarrollo social. El otro gran desafío será la relación entre el Gobierno y los gobernadores. Con provincias golpeadas por la caída de la coparticipación y las dificultades para sostener servicios esenciales, la discusión sobre el reparto de fondos será uno de los temas más sensibles del año. La posibilidad de una nueva Ley de Coparticipación vuelve a estar sobre la mesa, aunque su tratamiento promete ser complejo y demandará acuerdos amplios. Además, el Congreso deberá abordar reformas postergadas en materia laboral, previsional y judicial. Mientras algunos sectores impulsan cambios en el sistema jubilatorio y modificaciones en las leyes laborales para fomentar el empleo, otros advierten sobre el impacto negativo que estas medidas podrían tener sobre los trabajadores y los jubilados. El panorama político también estará atravesado por la puja entre las distintas facciones dentro de los bloques mayoritarios. En el oficialismo, las tensiones entre los sectores más dialoguistas y los más duros podrían influir en las estrategias legislativas. En la oposición, en tanto, la disputa por el liderazgo sigue abierta, lo que dificulta la construcción de un frente homogéneo que pueda actuar como contrapeso real al Ejecutivo. Con este escenario, el 2025 se perfila como un año de intensos debates y negociaciones en el Congreso. La capacidad de los distintos espacios políticos para construir consensos será clave para evitar la parálisis legislativa y garantizar que los temas más urgentes encuentren respuesta en el Parlamento. De la Redacción de AIM
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