13/02/2025 15:00
13/02/2025 14:59
13/02/2025 14:59
13/02/2025 14:59
13/02/2025 14:59
13/02/2025 14:59
13/02/2025 14:59
13/02/2025 14:58
13/02/2025 14:58
13/02/2025 14:58
Parana » Radio La Voz
Fecha: 13/02/2025 11:53
La actual política económica generó una transferencia de $20,8 billones desde el bolsillo laburante al capital. Para 2025 el panorama es poco alentador: la continuidad del modelo necesita de paritarias pisadas, bonos y planes sociales congelados. Además, el costo de la baja de retenciones que podría financiar la vetada ley universitaria. El presidente Javier Milei insiste en hablar de lo que sería una evolución positiva de los salarios medidos en dólares. Sin embargo, lo cierto es que para dar cuenta del poder real de compra, los ingresos deben contrastarse con la inflación de los bienes y servicios a los que debería poder acceder la población. Sobre ello, datos al cierre del primer año de gestión libertaria confirman un panorama alarmante: cada trabajador del sector privado lleva perdidos más de un millón de pesos, cada jubilado vio esfumarse más de dos millones, y cada estatal perdió más de tres millones y medio de pesos solo en un año. De esta manera, quienes pagan el precio de la política económica lejos de representar la “casta” a la que hacía referencia el jefe de Estado en campaña electoral, son asalariados y jubilados que ya evidencian una caída del poder adquisitivo de entre el 10 y 20%. Además, difícilmente puedan recuperar lo perdido en el corto y mediano plazo, ya que el modelo actual necesita de paritarias pisadas, bonos y planes sociales congelados. Por su parte, de cara al Índice de Precios Minoristas (IPC) que difundirá este jueves el INDEC se espera que “la inflación mensual se ubique en una meseta” ya que “luego de la fenomenal devaluación de diciembre de 2023 el gobierno controló el precio del dólar para que sirva de ´ancla´´ para el resto de los precios de la economía". Aún así, "estos siempre se movieron por encima de la devaluación, ello a pesar del ajuste, la caída de la actividad y de los ingresos de la gran mayoría de la población”, analizaron desde el Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía (MATE). Bolsillos con unos millones menos Después del golpe de la devaluación de diciembre 2023, la sostenida pérdida de poder adquisitivo de los ingresos y la destrucción de fuentes laborales, los salarios empezaron a recuperar, en la segunda mitad del año, parte de lo perdido. Sin embargo, los datos cerrados de 2024 ponen sobre la mesa la fuerte pérdida de poder adquisitivo de las y los trabajadores registrados en solo un año de gestión de La Libertad Avanza: el mayor golpe fue para estatales (-22%) seguidos de privados (-7%). Así lo señaló el último informe presentado por el Mirador de la Actualidad, el Trabajo y la Economía (MATE) que analizó la transferencia salarial en el primer año del gobierno de Javier Milei. Al respecto, alertaron que “el salario privado se encuentra al nivel de 20 años atrás”. De esa manera, promedió una caída de 7% y se ubicó “en el mismo nivel del tercer año del gobierno de Néstor Kirchner cuando la recuperación salarial recién se iniciaba”. Por su parte, el salario estatal se encuentra en niveles mínimos ya que perdió 22%, en promedio, de su poder de compra y, como consecuencia, “el salario se licuó al mínimo de más de dos décadas atrás”. En detalle, si se pone el foco en lo perdido por cada trabajador y por cada jubilado se destacó que: $3.657.423 es la pérdida promedio acumulada por trabajador/a del sector público en el primer año de Milei; $1.086.304 es la pérdida promedio acumulada por trabajador/a del sector privado y $2.031.242 es la pérdida promedio acumulada de cada jubilado/a, en el mismo lapso. Como resultado de estas pérdidas millonarias del bolsillo laburante, “la política económica actual generó una transferencia de $29,9 billones”. En concreto, “$20,8 billones salieron directamente del bolsillo de los asalariados al capital. El Estado dejó de percibir $6,8 billones por Aportes y Contribuciones, las obras sociales perdieron $1,9 billones y los sindicatos, $422.000 millones”. En cuanto a la situación de las y los jubilados, el empeoramiento de la calidad de vida no se queda atrás: “en el primer año de mandato la jubilación mínima cayó en promedio 18% respecto al cuarto año de mandato de Alberto Fernández. Con este registro, el poder de compra de la mínima fue similar al de 19 años atrás”. En relación, el ajuste sobre los jubilados, fue el componente central de los recortes del gasto público implementados por el gobierno libertario: “Más de 10 billones de pesos se ‘ahorró’ el Estado Nacional quitando ese monto del bolsillo de los jubilados y jubiladas”, señaló el centro de estudios. Sobre el recorte fiscal total “acumuló un ajuste del gasto de 40 billones de pesos en 2024. El gasto fue similar al de 2008, cuando la argentina tenía 7 millones menos de habitantes. También cayó la recaudación, que alcanzó el nivel del año 2005. El Estado se achica, mientras los ingresos de la población se reducen en una Argentina cada vez más desigual”, agregaron desde MATE. Con este escenario, para 2025 el gobierno busca sostener a toda costa el proceso de desinflación, apostando de lleno al ancla salarial. Ello se evidencia en las últimas negociaciones paritarias donde “se empieza a instalar una pauta decreciente” en torno al 1,7% y 2% mensual. Así lo viene advirtiendo Luis Campos, investigador del Instituto de Estudios y Formación de la CTA–A, quien lo graficó en un ejemplo concreto: “La Secretaría de Trabajo va a negar una y mil veces que exista una pauta salarial oficial para las paritarias, pero en el acuerdo de gastronómicos tuvieron que dejar todos los dedos marcados. El 12 de diciembre la UTHGRA había negociado un aumento para los meses de diciembre, enero y febrero (4,17%, 4% y 4,62% respectivamente), algo por encima de la inflación esperada que les permitía recomponer un poco la caída de los meses anteriores. La fecha es muy importante ya que para entonces no se había definido la pauta salarial oficial y para cuando la definieron, el acuerdo de gastronómicos quedaba muy por encima, y era un problema para la homologación por parte del gobierno”, detalló. En ese sentido explicó que como “solución” lo que ocurrió es que “el 5 de febrero las partes modificaron los términos del acuerdo del 12 de diciembre. Los nuevos básicos aumentan en línea con la pauta oficial, pero la clave es la letra chica: en febrero último se negoció un aumento del 4% para el mes de noviembre (que no habían incluido en la negociación de diciembre) y se estiró tres meses el período del acuerdo, pero como este aumento no alcanza para equiparar el básico que se había negociado en diciembre, en el nuevo aparece un retroactivo que se cobra desde enero a mayo y que equivale a la diferencia entre cada mes y el monto originalmente previsto”. Según entiende el especialista ello refleja “cómo se aplica en la práctica una pauta salarial no escrita. En general no aparece en los acuerdos, ya que llega antes, durante las negociaciones. En este caso tuvieron que hacerlo después”. El dólar atrasado Al panorama hay que sumar la política cambiaria del oficialismo. “La devaluación inicial del gobierno de Milei que llevó el tipo de cambio real a un máximo valor fue continuada por una apreciación del peso permanente. En un año, se pasó del dólar más caro en mucho tiempo al más barato en mucho tiempo” analizaron en el informe los economistas Lavih Abraham, Natalia Pérez Barreda y Sergio Arelovich, entre otros.
Ver noticia original