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» Radiosudamericana
Fecha: 13/02/2025 10:43
Jueves 13 de Febrero de 2025 - Actualizada a las: 07:33hs. del 13-02-2025 TORNEO APERTURA Si el segundo tiempo ante Independiente le había servido a Marcelo Gallardo para “calmar las urgencias y mejorar”, la visita de River al Malvinas Argentina significó un retroceso. Porque en el partido en el que River debía ratificar esos chispazos de funcionamiento y encender el fuego de las mejoras, se apagó con un 0-0 con sabor a nada ante un Godoy Cruz que llegaba herido, con apenas un punto y, aun sin goles a favor en el torneo, convirtió en figura a Franco Armani. Un claro síntoma de que el Millonario no hizo el click esperado y lo que se escuchó en Mendoza fue el ruido de un engranaje que continúa sin estar aceitado. En ese dilema entre sostener los 11 que jugaron frente al Rojo y tener piernas frescas, el Muñeco apostó por la primera rotación importante del año y tocó la mitad del equipo, con seis cambios. Pero como ya suele ser habitual en los últimos tiempos, lo que entran en River no aprovechan las oportunidades. A excepción de Pezzella y Casco, Bustos estuvo más cerca de irse a las duchas antes de tiempo que de imitar los centros de Montiel, Kranevitter seguramente provocó que la CD apure las gestiones para traer a Kevin Castaño, Simón contagió de inició y despareció y a Borja le sigue costando demasiado poder encajar ante la falta de generación de juego, sumado a sus déficit propios en los tiempos para controlar la pelota y la velocidad para marcar la diferencia en el área. Video no soportado. Por favor, utiliza ó actualiza tu navegador. Que River haya tenido que esperar a un remate de Lanzini a los 4’ del segundo tiempo para exigir por primera vez a Franco Petroli refleja que el 4-3-3 por momentos que el Muñeco, con Driussi de la derecha hacia adentro -por momentos arrancó como enganche- y Facundo Colidio por la izquierda, se encerró en el embudo que propuso Godoy Cruz. Y sin poder abrir la cancha, River se quedó en la insinuación, en algunas buenas conexiones que se diluyeron en el área y volvió a sentirse la falta de un gambeteador que desequilibre y rompa los esquemas duros que proponen los rivales. Como en los anteriores cinco partidos del torneo, el Millonario se fue en cero al vestuario. Y anoche, tampoco lo pudo romper en la segunda mitad, más allá de que, al menos, también convirtió en uno de los puntos altos del encuentro al ex arquero de River, que se lució ante un Gonzalo Martínez que fue la única buena noticia. Como sucedió en el cierre del semestre pasado, a pesar de la extensa inactividad y de las lesiones, cuando juega marca la diferencia por sobre las incorporaciones top y los que vienen siendo piezas fijas en el plantel. Con dos zurdazos con apenas cuatro minutos de diferencia, movedizo para alternar con Colidio entre atacar por izquierda o por la derecha y con la claridad de sus pases, intentó aprovechar el cansancio de un Godoy Cruz que hizo un desgaste enorme para tratar de cortar los circuitos en el medio y salir rápido de contragolpe. Los ingresos de Enzo Pérez y Aliendro dieron lugar a una nueva mitad de la cancha, aunque el CARP tampoco pudo aprovechar cuando el partido se rompió en un palo y palo que hizo trabajar bastante a los arqueros. Pero más allá de los gestos ampulosos de Gallardo y hasta de Biscay en el banco, del clásico “movete, River, movete” que se escuchó desde una tribuna de neutrales teñida de rojo y blanco y de los intentos de Marcos Acuña jugando como volante por izquierda -ingresó por Lanzini, que salió tras un fuerte golpe en el hombro-, el Muñeco se fue otra vez disconforme. Aquella sensación de soltura que pretende Gallardo en sus jugadores simplemente quedó en un equipo atado por muchos segmentos del encuentro, ante un Tomba que le dio una muestra de confianza a Pedernera, intentando explotar las espaldas de los laterales con Yáñez y Altamira y buscando incomodar a los centrales con el potente Parzajuk. Este domingo, ante Lanús, River irá por un nuevo arranque, con la intranquilidad de que a esta altura del campeonato ya debería tener un andar sostenido que, por ahora, está muy lejos de conseguir. Olé
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