13/02/2025 12:30
13/02/2025 12:30
13/02/2025 12:30
13/02/2025 12:30
13/02/2025 12:30
13/02/2025 12:30
13/02/2025 12:30
13/02/2025 12:30
13/02/2025 12:30
13/02/2025 12:30
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 13/02/2025 09:03
La menopausia impacta el cerebro femenino, manifestándose en niebla mental, lapsos de memoria y dificultad para concentrarse (Vocesqroo) La menopausia es una etapa de grandes transformaciones en el cuerpo de la mujer, y uno de los órganos más afectados es el cerebro. Aunque los síntomas físicos como los sofocos y la fatiga suelen ser los más evidentes, los cambios cognitivos pueden ser igual de significativos. La niebla mental, los lapsos de memoria y la dificultad para concentrarse son algunas de las manifestaciones que pueden generar preocupación e incertidumbre. Sin embargo, los especialistas aseguran que estos efectos, aunque molestos, son temporales y pueden gestionarse con las estrategias adecuadas. El estrógeno, particularmente el estradiol, es una hormona clave para el funcionamiento cerebral. Según la neurocientífica Lisa Mosconi, de Weill Cornell Medicine, su papel es comparable al de un “regulador maestro” del cerebro femenino. Su presencia contribuye a la salud neuronal, protege las células cerebrales de daños y fomenta la neuroplasticidad, es decir, la capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar. Además, el estrógeno influye en neurotransmisores esenciales como la serotonina y la dopamina, regulando el estado de ánimo y la respuesta al estrés. La disminución de estrógeno afecta a neurotransmisores clave como serotonina, dopamina y noradrenalina, impactando el bienestar emocional y cognitivo (Imagen Ilustrativa Infobae) Cuando los niveles de estrógeno comienzan a disminuir durante la perimenopausia y la menopausia, estas funciones cerebrales se ven alteradas. Mosconi lo describe como una orquesta que sigue tocando, pero con una melodía diferente. Los efectos pueden manifestarse en forma de confusión mental, dificultad para recordar nombres o eventos recientes y una sensación general de desconexión. Aproximadamente dos tercios de las mujeres experimentan algún tipo de síntoma cognitivo en esta etapa. La abstinencia de estrógeno y su efecto en los neurotransmisores La disminución del estrógeno impacta directamente en los neurotransmisores del cerebro. Tres de los más afectados son la serotonina, la dopamina y la noradrenalina. Serotonina: Responsable de la sensación de bienestar y calma. Sus niveles bajos pueden provocar irritabilidad, ansiedad y trastornos del sueño. Se ha demostrado que el ejercicio aeróbico y la exposición al sol pueden aumentar la producción de serotonina. Dopamina: Involucrada en la motivación y el placer. Su déficit puede generar falta de energía y dificultad para concentrarse. Actividades como el yoga, la meditación y una dieta rica en tirosina (presente en el pollo, los frutos secos y el chocolate) pueden ayudar a incrementar sus niveles. Noradrenalina: Relacionada con el estado de alerta y la respuesta al estrés. Su alteración puede generar ataques de pánico y presión arterial elevada. La actividad física y la meditación pueden ser útiles para su regulación. La menopausia marca una nueva etapa en la vida de la mujer, acompañada de cambios hormonales que pueden afectar la memoria, el estado de ánimo y la concentración. Con el enfoque adecuado, es posible atravesarla con bienestar y plenitud (Canva) Estos cambios hormonales pueden intensificar condiciones preexistentes, como el TDAH en mujeres adultas, haciéndolas sentir más dispersas o con mayor dificultad para organizarse. Terapia hormonal y otros enfoques para mitigar los efectos Una de las estrategias más utilizadas para contrarrestar los efectos de la menopausia en el cerebro es la terapia de reemplazo hormonal (TRH). Mosconi menciona la teoría de la “ventana crítica”, que sugiere que iniciar la TRH en la perimenopausia o al inicio de la menopausia puede tener un impacto positivo en la salud cognitiva a largo plazo. No obstante, existen otras formas de mejorar la función cerebral sin recurrir a la terapia hormonal: Meditación y atención plena: Técnicas de respiración y concentración pueden reducir la ansiedad, mejorar la memoria y promover la calma mental. Ejercicio regular: La actividad física incrementa la oxigenación del cerebro y estimula la producción de neurotransmisores beneficiosos. Expertos recomiendan el ejercicio, la exposición al sol y una dieta balanceada para contrarrestar déficits de neurotransmisores en la menopausia (Imagen Ilustrativa Infobae) Alimentación balanceada: Consumir alimentos ricos en omega-3 (pescados grasos, nueces y semillas de lino) puede fortalecer las membranas neuronales y mejorar la función cognitiva. Sueño reparador: La falta de sueño puede agravar los problemas de memoria. Establecer una rutina de descanso y evitar el uso de pantallas antes de dormir son medidas clave. Cómo lidiar con la confusión mental y los lapsos de memoria A pesar de que la niebla mental puede ser desconcertante, existen estrategias prácticas para reducir su impacto en la vida diaria: Anotar todo: Llevar una agenda o tomar notas en el teléfono puede ser de gran ayuda para recordar tareas y compromisos importantes. Evitar la multitarea: Concentrarse en una sola actividad a la vez mejora la retención de información. Organizar el entorno: Designar lugares específicos para objetos cotidianos como las llaves o las gafas puede reducir la frustración de olvidos frecuentes. Utilizar asociaciones visuales: Relacionar nombres con imágenes mentales facilita la memorización. Si bien los cambios cognitivos en la menopausia pueden generar temor al desarrollo de demencia, los expertos aseguran que estos síntomas no son indicativos de enfermedades neurodegenerativas. De hecho, la memoria y la concentración tienden a estabilizarse con el tiempo. Los especialistas aseguran que los cambios cognitivos de la menopausia son temporales y no indican enfermedades neurodegenerativas Más allá de los síntomas físicos y mentales, la menopausia es una oportunidad para redefinir el propósito de vida. En lugar de verla como una crisis de la mediana edad, puede ser un momento de reflexión sobre las prioridades y objetivos personales. Como señala la Dra. Jessica Shepherd, autora del libro Generation M, el envejecimiento no debería verse como un proceso a combatir, sino como una etapa para aprovechar la experiencia adquirida y encontrar nuevas formas de bienestar y satisfacción.
Ver noticia original