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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 12/02/2025 08:45
El programa del gobierno contempla 50.000 autos para repartir entre fábricas e importadores. El cupo se vence a fin de año y se renueva desde cero para el año siguiente. REUTERS Luego de dos importantes reuniones llevadas a cabo entre lunes y martes entre las autoridades del Ministerio de Economía y las entidades que representan a los fabricantes e importadores de automóviles de Argentina, se conocieron más detalles del modo en que el gobierno piensa aplicar su última medida pensada para impulsar la baja del precio de los autos cero kilómetro del mercado local. Por parte del gobierno, la reunión estuvo liderada por Esteban Marzorati, Secretario de Industria y Comercio; Daniela Ramos, subsecretaria de Política Industrial, y Pablo Pejlatowicz, Director Nacional de Gestión de Política Industrial. Del lado del sector automotor, el lunes se hizo una primera reunión con los importadores nucleados en la Cámara de Importadores y Distribuidores Oficiales de Automotores (CIDOA), y este martes fue el turno de los representantes de las terminales automotrices que están agrupados en la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA). Luego de ambos encuentros, el gobierno dará a conocer la reglamentación final que se aplicará para permitir que tanto terminales automotrices como importadoras oficiales, puedan evaluar si tienen productos que puedan entrar en el cupo de 50.000 autos anuales, destinado a vehículos propulsados por cualquiera de los sistemas de hibridación existentes o completamente eléctricos, los que no pagarán el arancel de importación de extra zona del 35% que sí se aplica a los autos convencionales en la actualidad. Se confirmó que entre los híbridos podrá haber autos de los cuatro sistemas existentes: convencionales, enchufables, microhíbridos y de pila de combustible El motivo de la reunión era explicarle por separado a las partes involucradas, cómo funcionará este programa que diseñó el gobierno para impulsar aún más la baja de precios de los autos cero kilómetro, al establecer ese cupo de un volumen de autos que será cercano al 10% del mercado proyectado para 2025, y que tendrán que cumplir con varias condiciones, aunque la principal, que tengan un precio en puerto de embarque (precio FOB - Free on board) menor o igual a USD 16.000. El arancel del 35% a los productos de extra zona, es decir los que provengan de Estados Unidos, Asia o Europa, es el máximo permitido por la Organización Mundial de Comercio (OMC), y se aplica como parte del acuerdo de libre comercio que Argentina tiene con Brasil, por el cual se pueden intercambiar vehículos sin arancel alguno entre sus fábricas, pero ambos aplican el 35% a los que llegan desde regiones o países transcontinentales. Los detalles que trascendieron tras ambas reuniones es que tanto importadores como fabricantes, incluso los que quedarán afuera de este beneficio por no tener vehículos con ese precio en puerto de embarque, quedaron conformes con el programa. Se supo que la idea del gobierno es que tenga un alcance de 5 años, renovables año por año, y que el cupo se vence al final de cada período. De ese modo, si en algún año no se alcanzan las 50.000 unidades, el período siguiente comienza nuevamente desde cero. Incluso este año, en el que por las fechas de implementación y el tiempo de demora de la llegada de los autos a Argentina, es probable que no se alcance el volumen total. Las marcas chinas serían las que mayor variedad de autos de este precio podrían tener. REUTERS/Chalinee Thirasupa/Fotografía de archivo También se explicó que el precio FOB de USD 16.000 como tope es precisamente para que en el mercado argentino exista una verdadera motivación para los consumidores con autos más económicos que los actuales del mercado, y que a la vez empiece a establecer un piso más alto del actual de vehículos propulsados por tecnologías sustentables accesibles. También quedó establecido que el cupo se asignará por grupo empresario y no por marcas, de modo tal que aquellas compañías que tienen varias marcas de vehículos deberán distribuirlo entre los productos que tenga en el rango de precio y característica exigidos por el gobierno. La idea del gobierno es que el cupo de 50.000 vehículos se distribuya al 50% entre ADEFA y CIDOA, y cada cámara lo asigne internamente. Sin embargo, cada empresa deberá presentar su propuesta individualmente, en la que debe figurar el modelo que proponen traer con este beneficio, el precio FOB con el que se importará, el volumen que traerán y el precio de venta al público. Esta propuesta individual se deberá presentar en marzo, cuando se hará la licitación del cupo general y los individuales. En caso de excederse el cupo en el pedido total de cada sector, el gobierno distribuiría mayor cantidad de unidades a las marcas con menor precio y menor volumen a las marcas con precio más alto. La intención del gobierno es que el mercado automotor argentino pueda ofrecer vehículos eléctricos o híbridos de menos de $22.000.000 con este programa de beneficio arancelario Una de las preocupaciones del sector, tanto de fabricantes como importadores, es que hasta que no se tenga la reglamentación final y detallada del decreto no se podrá saber qué modelos tiene cada marca disponibles para intentar traer, y cuales requerirán una negociación con la casa matriz si el precio es superior pero cercano a los USD 16.000 FOB. En varios casos, existen modelos que tienen un precio que llega hasta los USD 20.000 y que el único modo de verse beneficiados con el régimen especial es que el fabricante subvencione el precio para llegar al tope puesto por el gobierno. Pero una vez determinados los autos que las marcas puedan importar con este beneficio, habrá que homologar esos autos en Argentina. El gobierno ha planteado que tiene la intención de reglamentar un sistema de homologación semiautomática para los productos fabricados en países con certificaciones industriales internacionales, como sucede con los modelos europeos o de Estados Unidos, y que intentará hacer lo mismo con las marcas de otro origen, Japón, Corea y China entre ellas, siempre que tenga esa certificación industrial global y reconocida en todo el mundo. En cambio, en los casos de marcas que producen con estándares propios o únicamente de su país de origen sin validación internacional, se mantendrá el requisito de una homologación en Argentina. Actualmente, obtener las dos homologaciones nacionales, la Licencia de Configuración Ambiental (LCA) y la Licencia de Configuración de Modelo (LCA), demanda aproximadamente unos cuatro meses. De todos modos, una vez confirmado el cupo de cada marca, el importador podrá pedir el embarque mientras se hace la homologación, con lo que se cree que a más tardar en cuatro meses, los vehículos deberían estar en el puerto argentino para su nacionalización. De este modo, en los casos de modelos que requieran homologación nacional, la disponibilidad de unidades podría darse entre fines de julio y principios de agosto.
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