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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 12/02/2025 04:46
Adabel Guerrero es una reconocida bailarina, actriz y vedette argentina. Comenzó su carrera en la danza clásica. Se formó en la ciudad de La Plata y fue parte del Ballet del Teatro Argentino. Posteriormente, se unió al reconocido bailarín Iñaki Urlezaga durante siete años. Pero fue en la comedia musical y el teatro de revista donde encontró su verdadero camino artístico. Se destacó como vedette y cantante. Participó en importantes espectáculos como Irresistible y El Fantasma de Canterville. En 2004, alcanzó mayor visibilidad al formar parte de VideoMatch con el sketch Mama Gratis, interpretando a Laurita, una bailarina de la movida tropical. Su popularidad creció al participar en las ediciones de Bailando por un Sueño y Patinando por un Sueño, en el programa Showmatch. También realizó temporadas teatrales importantes con la revista La fiesta está en el lago de Gerardo Sofovich y la obra Doña Flor y sus dos maridos, además de protagonizó comedias exitosas en Mar del Plata, como Primera dama se busca. Fue parte de la exitosa obra Stravaganza y en 2024 asumió papeles en importantes producciones televisivas, como en la serie Coppola, el representante y Cris Miró (Ella). En 2025 continúa en la obra Sex, en la que deslumbra con su performance de jueves a domingos, en Gorriti Art Center. Además, es parte del electo de En el barro, el spin-off de la exitosa serie El Marginal que se estrena a fin de año. Adabel Guerrero: “Disfruto cuidando mi cuerpo, pero mi objetivo no es estar buenísima sino ser fitness”. (Candela Teicheira) Rulo: — Estás impecable. Adabel: — Gracias. Sinceramente, me gusta cuidarme porque ya tengo 45. La gente dice: “De algo hay que morir” y yo digo: “Bueno, pero déjame morir saludable”. Quiero tener longevidad para disfrutar de los años que quedan con mi nena. Me encanta tener presente la salud... Rulo: — ¿Sos esas personas que están atentas al futuro y proyectan sus próximos años? Adabel: — Sí, sobre todo cuando pasas los 40. Rulo: — Pero a los 40 somos jóvenes. Adabel: — Somos jóvenes ahora. Antes a los 40 eras un viejo. Yo me siento bien y que nada cambió de los 20 a ahora. Siento que voy a vivir hasta los 100, ni idea. Yo me siento joven. Sí es verdad que me duelen las articulaciones y me cuido un poco más que antes. Cuando uno es joven el metabolismo es más rápido, comes algo y no te cae mal, tenés un kilito demás y lo bajas enseguida. Ahora todo eso me cuesta un poco más, pero lo hago con placer, con gusto. Disfruto cuidando mi cuerpo. Cuando como lo primero que veo en el plato es si me está nutriendo o no, después me doy el gusto de comer el helado o el chocolate. Rulo: — Al actuar en la obra Sex, estás muy expuesta físicamente. ¿Sos de mirarte y estar atenta en pequeños detalles o ya te relajas? Adabel: — Miti y miti. No me gusta desbandarme, pero hace ya un par de años que no soy tan obsesiva como antes. Antes tenía una marquita, un rollito y ya me sentía mal. También es verdad que trabajé mucho para eso, por supuesto, pero hoy sí me gusta mucho cuidarme, la estética de mi cuerpo, pero mi objetivo no es estar buenísima sino ser fitness, tener un físico trabajado, atlético y fuerte. Me gusta mucho también exhibirlo, como un físicoculturista que trabaja su cuerpo y después lo exhibe. Rulo: — ¿Cómo te acostumbras al deseo del público en las escenas de Sex? Adabel: — Me divierte, me gusta. Sé que hay un poder al subirse al escenario y sentirte deseada por eso me gusta mucho cuidar mi imagen porque tiene que ver un fisic du rol que estoy cumpliendo hoy. En otro momento, es otro el personaje. De hecho, cuando grabé En el barro era una presa, desalineada, encorvada. Rulo: — Esos personajes que la gente dice: ¡¿Esa es Adabel?!” Adabel: — ¡Amo eso y quiero que suceda! Pero si hoy mi personaje es ser una bomba arriba del escenario, lo hago y eso implica estar estupenda y divina. Después me saco el maquillaje y en mi casa soy otra cosa. Rulo: — En la serie En el barro grabaste con la China Suárez. ¿Cómo te llevás con ella? Adabel: — Excelente. Rulo: — ¿Qué opinas de todo esto que está pasando con Wanda? Adabel: — Me cuesta tomar partido porque, sinceramente, yo digo que tenés que estar adentro de esas cuatro paredes para saber la verdad que nosotros desde afuera, como espectadores, no vamos a saber... “Quizás a mí ya no me tratan como una princesa, pero elijo la estabilidad en la pareja”, confesó la actriz. (Candela Teicheira) Rulo: — Es una buena manera de sacarte la pelota de encima. Pero ya se sabe demasiado por fuera de esas cuatro paredes… Adabel: — No se tocó el tema de Icardi con la China porque la grabación fue en noviembre del año pasado. Yo soy poco cholula, pero está por todos lados y me entero. Entiendo que ellos hace como tres años que están teniendo una relación, lo de París y que se yo. Cuando nosotras estábamos grabando ella estaba con todo el tema de Colapinto, iba por ese lado la cosa. De hecho, tuvimos charlas sobre maternidad. Le preguntamos: “¿Cómo hacés con tus hijos cuando viajas?” Porque cuando grabas en un set son 12 horas, hay mucha espera, tienen que cambiar la escenografía y tal vez estás dos horas esperando para grabar una escena... Rulo: — Al actor le pagan por esperar, dicen por ahí. Adabel: — Un poco sí (risas). En los sets para que sea entretenido nos poníamos a charlar de un montón de cosas y en esas charlas surgió: la maternidad, la pareja... Yo estoy desde hace 16 años en pareja, ella estaba todavía encontrando a su príncipe azul. Contó que si no la tratan como una princesa ya no va, entonces estos temas se debatían y eran muy interesantes. Rulo: — Bueno, ahora la están tratando como una princesa. De alguna manera, lo consiguió. Adabel: — Se ve que la están tratando como una princesa y la aplaudo y la felicito. Yo ni siquiera tomo partido ni de mis propias decisiones, pero está buenísimo lo que ella elige. Yo quizás elijo otras cosas. Quizás a mí ya no me tratan como una princesa (risas), pero elijo la estabilidad, la familia, lo conocido. ¿Está bien o mal? Ni idea. Es lo que yo elijo hoy. Rulo: — Pero vos te llevas bien con tu marido. Adabel: — Sí, yo me llevo muy bien con mi marido. Rulo: — ¿Te gustaría que te traten más como a una princesa? Es el momento de bajar línea… Adabel: — (Mira a cámara) Escuchame. El mate a la mañana ya no me lo hacés más, así que ojo (risas). Rulo: — Ya pasaron 16 años, tienen la nena… Adabel: — Y pasa que hay cosas que ya se pierden y te gustaría volver a tener, pero un poco resignas porque no sé si se vuelven a tener. La emoción del principio, por ejemplo. Pero ahí está la decisión de elegir... Rulo: — ¿Vos a tu marido, Martín Lamela, lo conociste cuando fuiste a comprar un auto porque él tenía una agencia? Adabel: — Todavía la tiene la agencia. Se mudó, pero sigue haciendo lo mismo. ¡Estabilidad! (risas). Rulo: — ¿Qué auto te vendió? Adabel: — Yo estaba en el Bailando. Esto fue en 2008. Era la primera vez que cobraba un sueldo como para poder comprar mi primer auto, en cuotas, por supuesto. No tenía garantías, entonces hablando con mi coach de ese momento, él me dice: “A mí me vendieron un auto en cuotas y sin garantías. ¿Querés que te pase el contacto del chico?”. Ahí hablamos y me vendió un Suzuki Fun. Quiero aclarar que lo pagué todo porque después dicen: “Te metiste con él para no pagar el auto”. No fue así. Le pagué todo el auto y me cobró hasta la última cuota (risas). Rulo: — ¿Es verdad que te hiciste íntima amiga de la ex? Adabel: — Sí, somos muy amigas con Claudia. Pasaron 16 años. Pasó mucho tiempo antes de que seamos amigas. No es que fue de un día para el otro. Rulo: — Ella tuvo que procesar un montón de tiempo la foto de ustedes en todos los medios… Adabel: — Yo creo que sí y no sabés las veces que yo le pedí disculpas. Hasta hace poco. Yo soy muy de trabajar con mi ser, de mejorar, de analizar todo lo que me ha pasado en la infancia para cambiar patrones de conducta, de pensamiento. Me gusta mejorar constantemente y ella también tiene ese tipo de personalidad, de biodescodificar si tenemos algún tema o trauma. Se ha hablado del perdón, del apego, de las parejas. Cuando conocí a Martín no sabía que estaban recién separados. Después él me explicó que hacía tiempo que habían tomado la decisión y bueno ahora hace 16 años que estamos juntos. Pero yo en ese momento estaba disfrutando mi momento, no estaba pensando en ella, sinceramente, porque ni la conocía. Rulo: — Con los años se conocieron y se hicieron amigas. Adabel: — Ella se fue a vivir a Mendoza un tiempo y cuando volvió estaba sin trabajo. Yo en ese momento tenía la escuela de danza, que después la tuve que cerrar por la pandemia, y le di trabajo en mi escuela. Ya nos conocíamos, yo había ido a Mendoza a conocer a sus tres hijos varones y Claudia me invitó a tomar unos mates. Ahí fue la primera vez que entablamos una conversación. Cuando ella venía a Capital, venía a charlar a casa cuando traía a los nenes y cuando quedé embarazada vino a saludarme. Empezamos a tener relación y yo ya me llevaba bien porque entendía que era una mina de buena vibra, buena energía, una copada. Ahí le di laburo en la escuela y nos conocimos mucho más. Rulo: — Y empezaste a dejar a tu hija al cuidado de ella. Adabel: — Claro. Yo a mi hija no la dejaba con nadie. Fue un apego muy fuerte que tuve que trabajar en terapia porque no la podía soltar. A la única persona que se la dejaba era a Claudia por su energía y porque además Lola estaba con sus hermanos. Rulo: — Aparte es familia porque es la mamá de los hijos de tu pareja. Adabel: — Es familia y cuando yo dejaba a Lola en la casa de Claudia, jugaba con sus hermanos y ella los supervisaba como una mamá, entonces para mí era lo mejor que me podía pasar que esté con ella. Rulo: — Y ahora están re pegadas... Adabel: — Sí. Ahora hace 6 años que está viviendo acá y viene los domingos a comer asado a casa, yo me voy a la casa de ella a charlar y hasta nos vamos de vacaciones juntos. En las redes sociales Adabel cuenta con una comunidad de más de un millón y medio de seguidores. (Candela Teicheira) Por sí o por no El conductor invitó a Adabel a participar del cuestionario levantando los carteles de Sí o No, según corresponda. Los rumores sobre una intervención quirúrgica y la comunicación con el mundo animal fueron los temas abordados en esta ocasión. Rulo: — Por sí o por no. ¿Te hiciste un rejuvenecimiento…? Adabel: — No, no. Te corto antes de que lo digas. En su momento yo tenía un quiste, un problemita mínimo, me lo saqué y trascendió en su momento. Ahora me volvió a salir. Rulo: — Hermoso chamuyo… Adabel: — ¡Te juro! Si vas a Sex capaz que lo veas porque está ahí todavía (risas). Rulo: — Ahora todos los que vayan van a estar mirando ahí (risas). Adabel: — Es que está ahí. Todavía lo tengo. Es un problema que tienen varias personas. En su momento trascendió esto del rejuvenecimiento porque se lo había hecho otra persona. Rulo: — Sí, varias. Adabel: — Y te voy a ser sincera. En ese entonces, yo dije: “Es mi momento de hacer prensa, mala, buena, cómo sea”. Me llamaron de todos lados, vivía haciendo notas con eso y dije: “Después, más adelante, lo aclararé”. Rulo: — Lo aprovechaste en el Bailando. Adabel: — Claro, sí. Rulo: — Me encanta que decís: “En ese momento mentí y ahora que estoy en otro lugar, lo cuento. Era todo falso”. Adabel: — Pero el quiste está… “Me hice íntima amiga de la ex de mi pareja”, explicó Adabel en diálogo con Rulo. (Candela Teicheira) Rulo: — Para mí te lo hiciste. Quiero que sepas que yo no te creo aunque te banco a muerte (risas). Adabel: — No, te juro que no. De hecho, está intacta porque tuve cesárea (risas). Está perfecta. Aparte hago ejercicios Kegel... Rulo: — ¿Qué es eso? Adabel: — Las mujeres después de tener un parto, aunque sea por cesárea, tienen que fortalecer esa zona para que no se te caiga el suelo pélvico y no tener problemas a futuro. Tenés que hacer fuerza: retener y soltar. Así que muscularmente está perfecta, no necesita ningún tipo de retoque (risas). Rulo: — Por sí o por no. ¿Alguna vez tu perro te habló? Adabel: — Sí (risas). Pero quiero aclarar lo siguiente. No es que dijo: “Hola Adabel”. Ellos tienen su comunicación y su lenguaje. Rulo: — ¿Y cómo fue? Adabel: — Te hacen un guau diferente, tienen su lenguaje. Rulo: — ¿Cómo lo tradujiste? Adabel: — Es como un bebé. Cuando nace no entendés nada lo que quiere porque grita, llora y decís: “¿Qué hago con esto?”. Pero al tiempo entendés qué llanto es de hambre, de sueño y después empiezan a hablar. El perro no tiene esa posibilidad, pero empezás a entender su lenguaje. Rulo: — ¿Qué te dijo? Adabel: — Estaba reclamando mimos. Yo estaba mucho tiempo afuera y reclamaba. Era por ahí el tema. Rulo: — Todo muy normal. Adabel: — No te vas a aburrir nunca conmigo (risas).
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