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  • Un estudio reveló que el diseño arquitectónico de una vivienda permite el ahorro de hasta el 15% de energía

    » El litoral Corrientes

    Fecha: 11/02/2025 20:36

    Un estudio de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Nordeste (Unne), mediante simulaciones en computadora, evaluó el impacto de distintas estrategias de protección solar sobre las condiciones ambientales interiores de viviendas sociales tipo del nordeste y su incidencia en la necesidad de energía para climatización. En el caso de refrigeración, se identificó una reducción energética cercana al 15%. El diseño arquitectónico edilicio tiene impacto muy significativo en la sensación de bienestar de sus ocupantes, pues es responsable en gran medida de las condiciones ambientales interiores y, por lo tanto, en la cantidad de energía necesaria para el acondicionamiento activo o electromecánico de los ambientes. Existen estrategias pasivas de diseño, que no requieren de dispositivos que consuman energía y que contribuyen al acondicionamiento ambiental con una reducción del consumo energético para lograr condiciones de confort adecuadas, como ser las "protecciones solares" que evitan el ingreso excesivo de la radiación solar, tanto a través de las superficies acristaladas (ventanas y puertas) como de las superficies opacas (muros y techos). En ese contexto, un trabajo del Instituto de Investigación para la Eficiencia Energética en Arquitectura (Ideea), de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Unne, cuantificó los rangos de reducción del consumo eléctrico asociados al empleo de diferentes recursos de protección solar en las viviendas, en períodos fríos y cálidos. Para el estudio, se hicieron simulaciones dinámicas con el programa EnergyPlus, y se consideraron viviendas individuales, producidas mediante operatorias estatales en las ciudades capitales de las provincias de Chaco, Corrientes, Misiones y Formosa, que se sintetizaron en cinco casos tipológicos de viviendas, repetitivos en las cuatro ciudades y representativos de las situaciones de diseño arquitectónico y urbano más habituales. Las protecciones solares analizadas fueron "protecciones generales a superficies verticales mediante espacios semicubiertos" (galerías, pérgolas o toldos adosados); "protecciones específicas a vidrios" con aleros (fijos) sobre más del 50% de los vidriados y con pantallas verticales (móviles) sobre más del 50% de los vidriados; y por último «protecciones específicas a techos» con techo-sombra (o sobretecho) fijo y con techo-sombra (o sobretecho) corredizo (tipo toldo). Los rangos de reducción del consumo eléctrico asociados al empleo de los diferentes recursos analizados fueron cuantificados y expresados como un porcentual de aumento o de disminución de la energía para climatización que ellos generan (en períodos fríos y cálidos) en relación con la situación habitual detectada en las viviendas construidas. Recientemente, en la Revista ADNEA (Revista de Arquitectura y Diseño del Nordeste Argentino, FAU-Unne) se publicaron los resultados del estudio, en el que se destaca el importante efecto que las distintas estrategias de protecciones solares en la demanda energética. Principales conclusiones Se expone que la protección solar a techos fue la que más posibilidades de reducción de la carga de refrigeración generó, si bien es una situación que no se detecta habitualmente en la región. Hay que tener en cuenta que la cubierta es el plano más expuesto a la radiación solar, dada su posición horizontal (o levemente inclinada). Le siguen, en cuanto a su significatividad, las protecciones a superficies verticales expuestas, como los muros (mediante espacios semicubiertos, como galerías y pérgolas contiguas o adosadas). Por último, y comparativamente, la protección a vidriados fue la situación que menos posibilidades de reducción de la carga de refrigeración generó, dadas las reducidas dimensiones de las aberturas que las viviendas-caso poseen, en relación con sus superficies opacas. En cuanto a reducción en el consumo de energía con la aplicación de las protecciones solares, según las simulaciones, de aplicarse las tres situaciones juntas, protección a superficies verticales o muros, a vidriados y a techos, se lograría una disminución del 15% en la necesidad energética para refrigeración. Relevancia "Con el estudio quisimos visibilizar la importancia que el sombreado de ciertos sectores de un edificio de vivienda puede adquirir en la reducción del consumo de energía para climatizar viviendas en la región", resaltó la Dra. Herminia Alías, investigadora de la FAU-Unne y del Conicet, y vicedirectora del Instituto para el Desarrollo de la Eficiencia Energética en la Arquitectura (Ideea). Explicó que la protección solar, según los análisis realizados, es la 3° variable en orden de importancia, de incidencia en el consumo para climatizar y la más significativa dentro del grupo de «variables del diseño arquitectónico» (considerando que también se plantean “variables de uso y gestión” y “variables del diseño del entorno”). La protección solar comparte el 3° lugar con la «aislación térmica», o sea que la protección solar es tan importante como el diseño con aislación térmica. La investigadora comentó que el estudio se enmarca en una línea de abordaje (o modelo metodológico de evaluación) que se viene desarrollando para estudiar el impacto de las distintas variables que inciden en el consumo de energía en edificios de vivienda. En ese sentido, las variables más significativas son las relacionadas con los modos “de uso y gestión» (asociadas a un 60% de incidencia en el consumo de energía para climatizar), a las cuales le siguen las variables del «diseño arquitectónico» (asociadas a un 30% de incidencia en el consumo de energía para climatizar), entre ellas la protección solar, que según este estudio puede representar una reducción del 15% de energía. "Es decir que la mitad de lo que un diseño arquitectónico eficiente puede aportar en términos de reducción de consumo de energía es factible también lograrlo a través de la protección solar", señaló Alías. En tercer orden se encuentran las variables del “diseño urbano del entorno”, asociadas a un 10% de impacto en el consumo de energía para climatizar. Suma de variables En esa línea, Alías añadió que lo más determinante en el consumo de energía en edificios de viviendas, según sus estudios previos, es el uso y la gestión que hacen las personas que habitan la vivienda, que incluye aspectos como la cantidad de equipos de climatización que se utilizan, cómo se regulan los termostatos de dichos equipos, la intensidad de uso de la vivienda (cantidad de personas en simultáneo en cada espacio, las prácticas de ventilación de los ambientes, entre otras acciones). "En el comparativo global se puede corroborar que lograr un diseño arquitectónico eficiente en cuanto a su adaptación al ambiente en que se inserta es importante, pero debe estar asociado a un uso responsable y consciente para lograr parámetros racionales de consumo de energía para climatización", resaltó. En cuanto a las estrategias de protección solar, explicó que no se trata de eliminar completamente los efectos de la radiación solar en un edificio, sino de regularlos según cada época del año, lo que implica, por un lado, protección del asoleamiento excesivo en verano, así como ganancia suficiente de radiación en invierno, por el otro. "Teniendo en cuenta que el Nordeste Argentino presenta veranos muy cálidos y húmedos, con un abundante recurso solar, nuestro objetivo es visibilizar cómo inciden las protecciones a los distintos tipos de componentes de las envolventes (o “pieles”) de los edificios de vivienda en el desempeño térmico y el consumo de energía, y contribuir así en la definición de estrategias que optimicen el uso de la energía, a la vez que mejoren las condiciones de vida en los espacios interiores", concluyó.

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