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Diamante » Neonetmusic
Fecha: 11/02/2025 17:07
Este lunes comenzó el juicio oral contra María G., una médica de Rosario acusada de negligencia profesional tras dos casos de partos domiciliarios que terminaron en tragedia. La fiscalía solicita siete años de prisión efectiva y diez años de inhabilitación para ejercer la medicina, bajo los cargos de homicidio culposo y lesiones gravísimas culposas. Los hechos se remontan a 2015 y 2017, cuando dos mujeres, bajo su supervisión, perdieron la vida o sufrieron graves consecuencias tras seguir sus recomendaciones de dar a luz en sus hogares. El primer caso ocurrió en 2015 en Soldini, a 15 kilómetros de Rosario. Mariela Zuñiga, una embarazada que había sido atendida durante su gestación por María G., decidió seguir el consejo de la médica y optar por un parto domiciliario. La profesional le aseguró que no existían riesgos ni para ella ni para su bebé. Sin embargo, durante el parto, Mariela presentó complicaciones graves. La médica intentó trasladarla en su vehículo particular al Hospital Roque Sáenz Peña, pero la mujer llegó sin signos vitales. El bebé también falleció tras una cesárea de urgencia. Dos años después, en 2017, se repitió una situación similar en Rosario. Otra paciente de María G., también convencida de la seguridad de un parto en casa, sufrió complicaciones severas durante el alumbramiento. La médica, nuevamente, decidió trasladarla en su auto particular al Hospital Eva Perón en Granadero Baigorria, sin avisar previamente a ninguna institución médica. El bebé no sobrevivió, y la madre fue sometida a una histerectomía debido a las graves lesiones en su útero. La fiscalía sostiene que María G. actuó con negligencia e imprudencia al recomendar partos domiciliarios en casos que presentaban contraindicaciones médicas. Además, se destacó que no informó adecuadamente a sus pacientes sobre los riesgos reales de esta práctica ni tomó las precauciones necesarias, como contar con un servicio de traslado de emergencia o avisar a un hospital. Estas omisiones, según los fiscales Mariana Prunotto y Matías Edery, fueron determinantes en los desenlaces fatales. El juicio, que se lleva a cabo en el Centro de Justicia Penal de Rosario, ha generado un fuerte debate sobre la responsabilidad profesional en la atención médica. La defensa de María G. aún no se ha pronunciado en detalle, pero la fiscalía insiste en que su conducta fue contraria a los protocolos médicos establecidos. Este caso no solo busca justicia para las víctimas, sino que también pone en evidencia los riesgos de prácticas médicas no reguladas y la importancia de la transparencia en la atención de pacientes. Noticia vista: 58
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