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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 10/02/2025 14:39
La junta directiva de Harvard evaluó medidas drásticas ante el uso indebido del laboratorio de Bill Gates (Crédito: Netflix) Bill Gates, reconocido mundialmente por haber cofundado Microsoft y revolucionado la industria tecnológica, tuvo un paso peculiar por la Universidad de Harvard antes de abandonar sus estudios. En sus memorias, Source Code, reveló un episodio poco conocido sobre su enfrentamiento con la administración de la prestigiosa institución debido a su uso indebido del laboratorio de computación. Este incidente, que casi le cuesta su permanencia en la universidad, expuso las tensiones entre la visión innovadora de Gates y las normas académicas de la época. El conflicto de Bill Gates con la administración de Harvard Durante su segundo año en Harvard, Gates estaba profundamente inmerso en el mundo de la computación, pasando largas horas en el laboratorio de computación Aiken, financiado por el Departamento de Defensa de Estados Unidos. Fue durante la temporada de exámenes finales de primavera cuando recibió una llamada inesperada de un funcionario de la universidad. “Quiero verte en mi oficina mañana”, le dijeron, según recuerda en su libro. En ese momento, Gates comprendió de inmediato la razón detrás de la citación: su uso intensivo del laboratorio de computación. Cuando acudió a la reunión, le informaron que había registrado un total de 711 horas de uso en el laboratorio. Si bien la dedicación a la informática no era en sí misma un problema, lo que preocupó a la administración fue la forma en que había utilizado las instalaciones. El libro de Bill Gates "Source Code" (Instagram/Bill Gates) Más allá del tiempo que pasaba en el laboratorio, lo que realmente agravó la situación fue que Gates había permitido el acceso a dos personas no autorizadas. Entre ellas estaba Paul Allen, quien años después se convertiría en el cofundador de Microsoft, pero que en ese entonces ni siquiera era estudiante de Harvard. El motivo detrás de estas visitas no era meramente académico: estaban trabajando en un “proyecto comercial” de informática dentro del laboratorio. El uso de recursos universitarios para fines privados generó preocupación en la administración, que decidió tomar medidas. Como consecuencia inmediata, Gates tuvo que entregar su llave del laboratorio y fue denunciado ante el Consejo Administrativo de la universidad. Riesgo de expulsión Hasta ese momento, el joven estudiante no había dimensionado el alcance del problema. Sin embargo, solo dos días después, comprendió la gravedad de la situación. Según relata en Source Code, su tutor principal le explicó que la junta directiva podía tomar medidas extremas. “En el peor de los casos, la junta directiva me expulsaría de Harvard, y si encontraban que mis acciones eran particularmente graves, borrarían mi expediente”, recordó Gates sobre aquella conversación. El magnate defendió en una carta su visión para la futura evolución de la informática (Reuters) Consciente del riesgo que enfrentaba, decidió redactar una carta dirigida al Consejo Administrativo. En ella defendió sus acciones, criticó el laboratorio de computación por la falta de supervisión y argumentó su visión sobre el futuro de la informática. Gates estaba convencido de que las microcomputadoras revolucionarían el mundo, y lo expresó en su escrito. Sin embargo, su padre le aconsejó adoptar una postura más conciliadora, lo que lo llevó a modificar su carta incluyendo más disculpas hacia el final. Finalmente, una semana después, la universidad tomó una decisión. El Consejo Administrativo votó por aplicarle una “amonestación” por el uso indebido y no autorizado del laboratorio. A pesar de la tensión del proceso, Gates salió prácticamente ileso: no recibió ninguna sanción adicional ni repercusiones en su expediente académico. Bill Gates permitió el acceso de personas no autorizadas al Laboratorio de Computación Aiken (Calla Kessler/The New York Times) Al reflexionar sobre este episodio en una entrevista con People, Gates explicó que nunca había compartido ampliamente esta historia porque no le parecía especialmente relevante. “No lo sé”, respondió cuando le preguntaron por qué tardó tantos años en hacerlo público. Añadió que al final del día no fue “tan importante” y que es un tema que solo surge “si vas a entrar en muchos detalles”. Este no fue el único problema que Gates enfrentó en su juventud. En la misma entrevista, mencionó su arresto en 1977 por exceso de velocidad en Albuquerque, incidente que terminó con Paul Allen pagándole la fianza. Según se ha referido en varias ocasiones sobre sus numerosas multas de tránsito y cree que en ciertos eventos históricos relacionados con Harvard mencionó brevemente el incidente con el laboratorio de computación. Años después, lo que en su momento fue un posible obstáculo en su camino académico terminó siendo un simple malentendido. “Tuve mis altibajos, y aquel fue más bien un malentendido”, concluyó.
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