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» Data Chaco
Fecha: 09/02/2025 02:59
En 2004, un físico croata llamado Niko Tosa sorprendió al mundo de los juegos de azar al demostrar que la ruleta no es completamente aleatoria. Junto a un equipo conformado por un serbio y una húngara, utilizó un método basado en la observación y el análisis de irregularidades en la rueda del casino. En una sola noche, lograron acumular una fortuna, despertando sospechas entre los encargados de seguridad del establecimiento. El grupo ingresaba a los casinos con un comportamiento meticuloso, analizando cada detalle del giro de la ruleta antes de hacer sus apuestas. Su éxito llamó la atención de los responsables del casino, quienes iniciaron una investigación. Sin embargo, sin pruebas de fraude, no pudieron ser procesados, aunque fueron prohibidos en todos los casinos de Londres. El misterio sobre su estrategia permaneció hasta que un periodista, Mark Chellel, decidió investigar el caso y encontró a Tosa en Dubrovnik. Durante su encuentro, el físico explicó que el desgaste natural de las ruletas genera una "zona de caída", donde la bola tiende a detenerse con mayor frecuencia. Su habilidad consistía en identificar estos patrones en solo siete segundos antes del cierre de apuestas. Expertos en probabilidades han señalado que el método de Tosa no es completamente infalible, pero su capacidad para detectar las irregularidades mecánicas en la ruleta le permitió aumentar significativamente sus probabilidades de acierto. Estudios de la Universidad de Oxford han sugerido que ciertos jugadores pueden desarrollar una percepción especial del ritmo y el sonido de la rueda, aunque este fenómeno sigue siendo un enigma. El periodista también le preguntó a Tosa si utilizó dispositivos electrónicos para mejorar sus cálculos, a lo que el físico respondió con ironía, comparando la teoría con una película de espías. Afirmó que otros jugadores han utilizado la misma técnica sin ser detectados, evitando grandes apuestas para no levantar sospechas. Aunque el azar sigue siendo el factor dominante en la ruleta, la historia de Niko Tosa demuestra que, en algunos casos, la observación detallada y el análisis matemático pueden inclinar la balanza. Su hazaña continúa generando debates entre científicos y expertos en juegos de azar, mientras su método sigue siendo un enigma en los casinos de todo el mundo. Notas Relacionadas
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