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» Diario Cordoba
Fecha: 06/02/2025 22:38
No hay nada más habitual si de salud hablamos que hacerse una herida debido a una caída, un golpe, una operación, un accidente en la cocina... Y aunque sea algo que a todos nos ha ocurrido alguna vez sigue habiendo muchas preguntas que nos hacemos a la hora de curarlas. ¿Es mejor taparlas o dejarlas al aire? ¿Puedo mojármela? ¿Debo usar antisépticos? ¿Cómo saber si está infectada? Para aclarar muchas de estas cuestiones es necesario recurrir a los que más saben de esto, los especialistas de la Sociedad Española de Heridas (SEHER). Acostumbrados a tratar muchos tipos de lesiones, son los que pueden facilitar las claves para que una herida sin importancia no pase de ahí. Tipos de heridas Para saber como abordar el cuidado de una herida lo primero que hay que saber es de qué tipo de herida estamos hablando. En este sentido, los expertos de la SEHER señalan los tipos de heridas agudas más habituales: Cortes. Aquellas heridas causadas por objetos afilados como cuchillos, cuchillas o, incluso, papel. Son heridas con bordes irregulares, que alcanzan “capas profundas de la piel” y que pueden causar un sangrado abundante. Aquellas heridas causadas por objetos afilados como cuchillos, cuchillas o, incluso, papel. Son heridas con bordes irregulares, que alcanzan “capas profundas de la piel” y que pueden causar un sangrado abundante. Las abrasiones. Habitualmente se produce por caídas en las que se produce el roce de la piel con “una superficie áspera que provoca el desprendimiento de la capa superior de la piel”. Al ser más superficiales sangran menos que los cortes. Hay que lavar las manos antes de la manipulación de cualquier herida. / Adobe Stock. Las laceraciones. “Se suelen producir por la aplicación de fuerza en áreas de la piel cercanas al hueso, como la frente, las espinillas o las rótulas”, explican desde la SEHER. En este tipo de heridas se produce un desgarro más profundo, afectando a los tejidos y causando mucha sangre, lo que hace que suelan requerir poner puntos de sutura. “Se suelen producir por la aplicación de fuerza en áreas de la piel cercanas al hueso, como la frente, las espinillas o las rótulas”, explican desde la SEHER. En este tipo de heridas se produce un desgarro más profundo, afectando a los tejidos y causando mucha sangre, lo que hace que suelan requerir poner puntos de sutura. Heridas postquirúrgicas. Como este tipo de lesión se ha realizado en condiciones estériles por personal cualificado sus bordes son regulares y limpios, “y se cierran con sutura, pegamento o grapas”. Como este tipo de lesión se ha realizado en condiciones estériles por personal cualificado sus bordes son regulares y limpios, “y se cierran con sutura, pegamento o grapas”. Ampollas y quemaduras. Medidas generales para actuar ante una herida Aunque cada tipo de herida va a requerir unos cuidados específicos, lo cierto es que cuando se producen si hay una serie de recomendaciones generales que se deben realizar en el caso de heridas leves y que facilitan los especialistas de la SEHER: Higiene. Antes de realizar cualquier maniobra sobre la herida es fundamental lavarse las manos. Una vez hecho esto, se debe lavar la herida “con agua tibia y jabón suave (pH 5.5) o irrigar con suero fisiológico sin presión que pueda lesionar el tejido”. Con ello damos el primer paso para evitar infecciones eliminando cualquier resto que pudiera quedar en la herida. Antes de realizar cualquier maniobra sobre la herida es fundamental lavarse las manos. Una vez hecho esto, se debe lavar la herida “con agua tibia y jabón suave (pH 5.5) o irrigar con suero fisiológico sin presión que pueda lesionar el tejido”. Con ello damos el primer paso para evitar infecciones eliminando cualquier resto que pudiera quedar en la herida. Presionar si la herida sangra. Si la herida se ha producido por que se haya clavado algún objeto hay se comprobar si queda algo de él dentro de la herida. Si es así no se debe retirar, sino acudir a un servicio médico. Las laceraciones suelen requerir puntos de sutura. / Adobe Stock. Una vez limpia y controlada la hemorragia es hora de aplicar un antiséptico (polihexanida, betadine, clorhexidina…). Hay que elegir uno de ellos y no mezclarlos. Además, el antiséptico se debe volver a echar cada vez que cambiemos el apósito. El alcohol no se recomienda en heridas porque es muy irritativo. (polihexanida, betadine, clorhexidina…). Hay que elegir uno de ellos y no mezclarlos. Además, el antiséptico se debe volver a echar cada vez que cambiemos el apósito. El alcohol no se recomienda en heridas porque es muy irritativo. Cubrir con un apósito. Los expertos en heridas recomiendan el uso de apósitos “que favorezcan la cura húmeda porque disminuyen el dolor, previenen la fricción, pueden permitir el aseo si son impermeables, desempeñan un efecto barrera frente a microorganismos externos, reducen los tiempos de cicatrización y reducen las tasas de infección”. Esto es lo que nunca se debe hacer con una herida Hasta aquí los especialistas de la SEHER han establecido la mejor forma de actuar ante una herida ayuda y hacerlo de esta forma va a evitar las infecciones y va a favorecer la curación de la lesión. Pero también hay que saber lo que no se debe hacer nunca si no queremos complicar la situación: El antiséptico nunca sustituye la limpieza de la herida. Si en el momento en el que se produce la lesión no tenemos forma de limpiarla correctamente, no debemos aplicar antisépticos todavía. Además, “no es conveniente utilizar antisépticos si no está indicado clínicamente ni se deben mezclar distintos antisépticos, ya que se puede reducir su eficacia o causar reacciones adversas”, advierten los expertos. Las ampollas no deben manipularse. / El enano 17. Wikimedia Commons.
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