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» Diario Cordoba
Fecha: 06/02/2025 15:15
Muñoz Seca escribía en ‘La plasmatoria’: «¡La política es un lodo que destruye, mancha y trunca! Aquí se puede ser todo, pero político, ¡nunca!». Parece no haber manera de que un político no se ponga a mutar peligrosamente desde el día que toca un gramo de poder, perdiendo más la cabeza cuanto más ejerce. Oigo a la señora vicepresidenta Yolanda Díaz defender estos días, para conciliar, la creación de escuelas infantiles abiertas 24 horas. La conciliación familiar es una especie de comodín para adornar cualquier majadería que se diga luego. De las 24 horas, ¿cuántas puedo dejar al niño? La educadora que esté a las 4 de la mañana, ¿cómo concilia? ¿En otra escuela de 24 horas, hasta que todos conciliemos exponencialmente con los niños de los demás? ¿Incluye los fines de semana? Puedo pensar en trabajadores con turnos de noche muy puñeteros, pero pienso también que en cuanto una ley permite un exceso, el exceso se enquista y no hay forma de quitarlo. Supongo que en el turno de 24 horas pedirán cientos de papeles a los docentes justificando un programa educativo en valores. Que los niños estén en su casa con su familia, en vez de hacer normal-legal que con tal de trabajar se pueda dejar o recoger a un chiquillo de dos años a las 4 de la mañana, parece un valor considerable. Porque intuyo, fíjense, que si se propone a la vez una jornada laboral cada vez más corta -para los abogados ya les digo yo que es imposible- y escuelas cada vez más tiempo abiertas, es porque lo segundo va a pagar lo de los primeros. ¿Podemos dar mejores trabajos en vez de peores escuelas, señora ministra? *Abogado
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