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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 05/02/2025 02:51
Durante la promoción de Spiderman, Zendaya utilizó un vestido que asimilaba una telaraña (Foto: Reuters/Mario Anzuoni) Quizás hayas oído hablar del method dressing o hayas notado cómo, en ocasiones, la vestimenta está ligada a una narrativa específica. En los últimos meses, hemos visto cómo innumerables personalidades han convertido las alfombras rojas en una extensión de sus personajes y proyectos, utilizando su ropa para reforzar su mensaje. Hoy, la promoción de una película o serie no se limita solo a la pantalla: continúa en las ruedas de prensa, giras promocionales y eventos especiales. Pero, ¿qué es realmente el method dressing? Este concepto se refiere a la tendencia en la que las celebridades y sus estilistas encarnan a los personajes que interpretan en apariciones públicas. Se trata de algo más que un simple look: es una declaración artística que se puede dar a través de un color, geometrías de la prenda, texturas o un objeto que evocan al personaje que representan. Este fenómeno es una extensión del method acting o método Stanislavski, una técnica actoral que implica la inmersión total del actor en su personaje. Uno de los ejemplos más antiguos se remonta a 1992, cuando Geena Davis lució un vestido con costuras que simulaban las de una pelota de béisbol en el estreno de Un equipo muy especial (A league of their own). Hoy en día, el method dressing ha acaparado la industria del cine y de la moda por completo. Zendaya se convirtió en un ejemplo perfecto de la materialización de este método. A lo largo de las promociones de sus películas ha utilizado la vestimenta como una estrategia de comunicación que trasciende la historia que representó en la pantalla. Durante la promoción de Spiderman, utilizó un vestido que asimilaba una telaraña; con Challengers, su película más reciente, convirtió la ropa de tenis en una vestimenta de lujo, representando la raqueta y las pelotas en accesorios y llevando el mundo deportivo consigo hasta en la elección de colores. Ariana Grande es otra de las grandes artistas que elige desdoblar el mundo de las películas para llevarlo a la alfombra roja. La actriz y cantante, nominada al Oscar como mejor actriz de reparto por su papel en Wicked, se transformó, casi de forma literal, en Glinda durante la promoción de dicha película. Mediante la elección de voluminosos vestidos rosas, accesorios como moños o collares en forma de mariposa y el uso de colores como el amarilloso en alusión al famoso “yellow brick road”, Ariana logró plasmar la esencia de su personaje y del maravilloso mundo de Oz. El method dressing ha redefinido las expectativas de las alfombras rojas. Ya no se trata solo de llevar un atuendo elegante, sino de aceptar un desafío creativo. Un esmoquin clásico o un vestido de gala pueden ser considerados monótonos si no hay una historia detrás. Hoy, se espera que los actores presenten looks que cuenten una historia y que estimulen visualmente a la audiencia. ¿Acaso esto le quita importancia a las prendas mismas? En absoluto. Lo que sí ocurre es que se genera una gran expectativa por parte de los espectadores, que esperan algo más con cada aparición, dejando cada vez la vara más alta, desafiando la creatividad de los estilistas y llevando la expresión de la moda y el cine a otro nivel. Incluso las celebridades encuentran divertido este juego con las expectativas, utilizando pequeños detalles como un accesorio o un cambio de peinado para desconcertar a los críticos. Pero este tipo de método no solo es una herramienta utilizada por actrices o cantantes, también ha sido utilizada por figuras políticas como estrategia de comunicación. Madeleine Albright, en su rol de secretaria de Estado de los Estados Unidos, utilizaba broches para enviar mensajes sutiles, reflejando su estado de ánimo o el tono de una reunión diplomática reciente. También es visible en fenómenos como los conciertos de Taylor Swift, en los que los fans visten inspirados en canciones o “eras” específicas de su carrera, convirtiendo la música en un lenguaje visual. Este método ha transformado la forma en que concebimos la moda. Nos invita a ir más allá de las prendas y utilizar el vestuario como una herramienta de comunicación y autoexpresión. Ya sea para una presentación o un congreso, un accesorio o un atuendo pueden tener un significado simbólico. No es solo vestirse, es narrar una historia. Para muchos, puede parecer intimidante adentrarse en este mundo de simbolismos, pero la clave está en la paciencia y la práctica. Incluso las grandes celebridades ganaron confianza con el tiempo. Como todo en la vida, se empieza poco a poco, hasta lograr que cada detalle del atuendo hable por sí solo.
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