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» El Ciudadano
Fecha: 04/02/2025 17:38
Rubén Celiberti tiene 61 años, nació en Rosario, vivió en el barrio de Arroyito, y tras varias mudanzas su padre pudo construir una casa en Funes donde se mudó a los 9 años junto a su familia. Allí, a los 14 decidió viajar a Buenos Aires para una audición en el teatro Colón, donde quedó dentro de “la banda” de Julio Bocca, Maximiliano Guerra y Eleonora Cassano, viajó y trabajó en Francia e Italia, descubrió que su límite es el cielo y desde hace varios meses regresó a Funes para tirar paredes de su casa familiar y convertirla en La casita de mis viejos, el centro cultura más grande y ambicioso que tendrá Funes el año próximo. En Rosario se mudaron muchas veces pero la última casa fue en Arroyito, sobre la calle Rubén Darío. Una Navidad su padre le regaló a su hermana un pianito de juguete y a él un Pato Donald de plástico. “En ese instante agarré el piano, enseguida toqué el “Que los cumplas feliz” y mi papá, con las manos engrasadas, me dijo: ‘Pero vos sos un artista’”. Desde entonces, a sus cuatro años, comenzó a aprender piano con Titi Brunatto, quien vivía enfrente. “Yo cruzaba la calle y estudiaba con ella, me ensañaba por medio de colores”, recordó. A su vez, su padre le regaló también un todadiscos marca Winco, donde escuchó “las voces de Caruso, Gilli, María Calas, los valses de Straus, Frank Sinatra, Carlos Gardel, la música napolitana, la francesa con Edit Piaf, y ahí yo me trepaba a este tocadiscos para ver si adentro estaban los músicos”, dijo entre risas. Su padre fue “el doctor de las heladeras”, era mecánico de refrigeración y lo llamaban de todos lados, incluso de la morgue y con “una platita que tenía” pudo comprar el terreno en Funes y construir la casa junto a otros dos albañiles. Su madre, ama de casa, se dedicó a criar a Rubén y a su hermana Patricia y nunca imaginó el proyecto que su hijo tendría para la casa en la que vivieron tantos años, ubicada en calle Los Claveles, un espacio que ya “no seguirá siendo un hogar, sino un lugar donde niños y adultos puedan tener clases de danza, teatro, introducción a la comedia musical y puedan utilizar este patio, esta casa para empezar a crecer con sus sueños como lo hice yo”, agregó. Si bien hoy el espacio está lleno de escombros y apenas algunos lugares están “delimitados” para las que serán su nueva función, Celiberti ama los desafíos y este es, tal vez, el más ambicioso de su vida. En La casita de mis viejos se espera tener un gran escenario de ocho por nueve metros, apto para orquestas y grandes formaciones, como también para obras de teatro con gran despliegue escenográfico. A su vez, aclaró que no sólo podrán ver el espectáculo quienes asistan al mismo, sino también se podrá ver vía streaming, ya que el espacio contará con cámaras especiales que permitirá que muchas más personas puedan ser testigos de tal o cual evento, abonando su entrada vía online, una modalidad que creció mucho desde la pandemia por el coronavirus, allá en el 2020. Pero eso no es todo, durante la semana, La casita de mis viejos será lugar de clases, talleres, presentaciones de libros, y mucho más. “Va a ser un espacio con propuestas de calidad nacional e internacional, y va a dejar una huella en Funes, en la provincia y en el país”, dijo confiado. Codo a codo con los grandes Su formación primaria como artista la tuvo en la escuela Nigeria Soria, junto a la docente Isabel Taboga y de allí fue directo al Instituto Superior de Arte del Teatro Colón de Buenos Aires. Sobre los tiempos que corren mencionó: “Hoy hay más escuelas y academias, pero en esas épocas se producían grandes artistas y hoy pibes regulares que hacen lo que pueden. En esos tiempos El Lago de los Cisnes se hacía con cien bailarines en escena, hoy con suerte te traen 40 o 50, incluso en el mismo Colón”. Precisamente, consultado sobre la flamante gestión de Julio Bocca como nuevo director del Colón, Celiberti sostuvo: “Julio va a tratar de hacer lo mejor que pueda porque sabe muy bien cómo pero tampoco va a poder con todo porque falta dinero. Acá se necesitan cambiar algunas leyes, sindicatos y faltan huevos que hay mucha gente que no tiene”. Por otra parte, y a modo de adelanto de lo que se podrá disfrutar en La Casita, se podrá ver el próximo fin de semana, sábado 8 (a las 21.30) y domingo 9 (a las 21), en el museo Cochet, de Gustavo Cochet y Avenida del Rosario (Funes), donde Celiberti presentará una serie de canciones de todos los tiempos bajo el título de International Concert. “Voy a presentar un popurrí de la música que amo. Habrá temas de Piazzolla, de Gardel, algunos clásicos italianos, otros franceses y de apoco iré hilvanando anécdotas q tienen que ver con mi vida, mi infancia, mis sueños. De esta manera el público va a poder conocer mi universo y darse una idea de qué verá muy pronto en La Casita de mis viejos”, concluyó.
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