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Parana » Asdigitalnews
Fecha: 04/02/2025 11:00
Fumarolas y volcanes En las profundidades, el agua se filtra a través de grietas en la corteza terrestre, donde es calentada por el magma subterráneo. El agua caliente (puede alcanzar los 400 ºC) actúa sobre las rocas, disolviendo sales y minerales de manera similar al azúcar en un vaso de leche caliente. Esta mezcla enriquecida en minerales se libera de nuevo al océano a través de los respiraderos, añadiendo aún más componentes disueltos al agua marina. Los volcanes submarinos también juegan un papel importante en la salinidad oceánica. Durante las erupciones, liberan una mezcla de minerales y gases disueltos que enriquecen el agua de mar con una variedad de iones. Una molécula perfecta El ion sodio (Na) y el ion cloruro (Cl) son los dos iones más abundantes en el agua del mar: juntos representan aproximadamente el 85% de todas las sales disueltas en el océano. Su combinación forma el cloruro de sodio (NaCl), o sal común. Además de ser los principales contribuyentes a la salinidad del océano, estos iones ayudan a regular propiedades esenciales del mar, como la densidad y la conductividad. Una característica interesante es que la relación entre sodio y cloruro en el agua de mar se mantiene aproximadamente constante en una proporción de 1:1, lo que la hace única en comparación con otros iones. En promedio, el mar contiene alrededor de un 3,5% de sal, lo que significa que cada litro de agua del océano contiene aproximadamente 35 gramos de sal. También hay algo de oro, pero en cantidades tan bajas que su explotación no es rentable. Por otra parte, la salinidad del mar no es uniforme en todo el planeta. Tiende a ser más baja cerca del ecuador y en los polos, donde hay más precipitación y derretimiento de hielo, respectivamente, lo que diluye la sal.
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