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» Diario Cordoba
Fecha: 04/02/2025 10:02
La educación de los hijos de Kate Middleton y el príncipe Guillermo ha sido motivo de debate dentro de la familia real británica. Recientement, los herederos al trono habrían tenido una diferencia de opiniones sobre el futuro académico del príncipe George, su primogénito, lo que ha puesto en evidencia las estrictas normas que rigen la crianza de los pequeños. Sin embargo, no es la primera vez que salen a la luz detalles sobre el particular enfoque con el que son educados los niños reales. Su niñera, María Teresa Turrión Borrallo, ha sido una pieza clave en este modelo educativo, y su formación en la exclusiva escuela Norland College impone reglas tan rigurosas como sorprendentes. Entre ellas la prohibición de utilizar una palabra muy común en su presencia. La niñera española de la Casa Real Británica Desde hace 11 años María Teresa Turrión acompaña a los príncipes de Gales en la crianza de George, Charlotte y Louis. La institución donde se formó es conocida por su enfoque disciplinado y su atención minuciosa a los detalles. Según Louise Heren, experta en Norland y autora de 'Nanny in a Book', "los menores siguen un conjunto de reglas mucho más estrictas que la mayoría de los niños, bajo la atenta mirada de su niñera". Ella se asegura de mantener la disciplina y la estructura en la Casa Real, siendo consciente de que, cuando los niños bajan de los aviones, toman la mano de sus padres y sonríen ante la multitud, no puede haber llantos ni rabietas. Pero una de las reglas más curiosas que Turrión ha debido acatar en su trabajo es evitar el uso de la palabra "children" (niños). En el Norland College, enseñan a sus alumnas que esta expresión resulta demasiado distante y formal, algo que contrasta con el ambiente cálido y cercano que se busca fomentar en la crianza de los pequeños príncipes. En su lugar, se recomienda utilizar términos más familiares y cariñosos como "kids" o, preferiblemente, referirse a ellos por su nombre. Esta técnica pretende reforzar la identidad y autoestima de los niños, tratándolos como individuos y no como una categoría generalizada. La estricta formación en Norland College y su aplicación en la educación de los herederos al trono británico refleja la meticulosa planificación de la Casa Real en la crianza de los futuros monarcas. Aunque los uniformes marrones de las niñeras de Norland puedan sugerir un enfoque anticuado, "no significa que su mensaje lo sea", apunta Heren. Al contrario, cada detalle de la crianza está pensado para que George, Charlotte y Louis crezcan en un ambiente estructurado pero cercano, dentro de las estrictas normas de la monarquía británica.
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