Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Bertini: “Si entra maquinaria, por ejemplo de Estados Unidos o de Europa del Este, es la ruina de nuestra industria”

    » on24

    Fecha: 04/02/2025 10:02

    Entre el rechazo y el cambio de mentalidad, los industriales critican las medidas libertarias. Gobernar con un plan definido y un horizonte certero de recuperación y crecimiento también implica el rechazo de unos y la aceptación de otros hasta que los resultados le van dando forma positiva al conjunto. Hay que escuchar a todos pero es preciso actuar en consecuencia con el plan estratégicamente trazado. Cada vez que Caputo, Sturzenegger o el mismo Milei confirman un próximo paso, aunque esté aún en estudio, surgen los resabios del pasado y las quejas del presente, mientras tanto hay que gobernar y ya van por el segundo año de desafíos. El miedo a la apertura de los mercados se cruza con la expectativa por Trump, los granos, las cripto, la maquinaria agrícola y las bolsas que potencian capitales. “Hay que ver cómo implementan las medidas y qué van a hacer en Argentina mientras el mundo se desglobaliza y se cierra para proteger el trabajo nacional. Ahí está Donald Trump en Estados Unidos”, ejemplifican. “En principio puede ser bueno que nos permitan acceder a mejor tecnología, pero al mismo tiempo abrieron la importación de productos terminados de países, con menos carga impositiva y otras leyes laborales, que nos compiten directamente”, dicen las pymes que fabrican máquinas para tratamientos de residuos en el interior bonaerense y montan estructuras industriales. Un empresario de ese sector detalló que está montando una estructura industrial a las que da en llamar “nave” y reconoció que “le vendría bien comprar una grúa usada específica que ahora tenemos que alquilar”. Otros argumentan: esta historia ya se vivió. “Terminamos todos fundidos. El costo de fabricación de la prensa industrial que hacemos en nuestra empresa, es el precio de venta de la misma prensa en Brasil. Nos dicen que podemos importar la máquina que queramos, pero nuestros costos son altísimos. Hay que cuidar el mercado interno que componen los propios trabajadores que pueden quedar sin trabajo”, advirtió. Y la pregunta es: ¿qué significa “cuidar”? “Si quieren bajar los precios, que adecuen el sistema impositivo y laboral. Tenemos condiciones muy desfavorables para fabricar en Argentina respecto de China u otros países”. La maquinaria agrícola ocupa a más de 30.000 puestos laborales directos. Entonces, una cosa es la realidad y otra la mentalidad, habrá que cambiar ambas. Si, pero… Los bienes usados importados tienen la dificultad para verificar si quién los adquiere es el consumidor final o si la importación se destina a una actividad de reventa. La cuestión es que sea un buen negocio. También está el riesgo de que una máquina usada en otro país pueda traer consigo una plaga para nuestros cultivos que no exista en el país. Detalles a tener en cuenta, para prever pero no para prohibir. La medida que impulsa el gobierno libertario muestra una guerra de pobres contra pobres que de una vez por todas tendrán que arriesgar para hacerse ricos y beneficiar al conjunto de la sociedad. Los contratistas del campo que no tienen rentabilidad, quieren maquinaria más barata; y los comerciantes concesionarios de marcas reconocidas se enojan porque no pueden vender cosechadoras nuevas por la crisis de incertidumbre. “Es una situación mundial signada por la baja de los precios internacionales de los granos”, grafican desde las entidades intermedias que los representan. Por ejemplo, el presidente de la Cámara de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA), Enrique Bertini, adelantó a los medios, que ya se reunieron con asesores del secretario de Coordinación Productiva de la Nación, Pablo Lavigne, para manifestar su disconformidad e intentar que la medida no se haga efectiva. “Si entra maquinaria, por ejemplo de Estados Unidos o de Europa del Este, es la ruina de nuestra industria y también rompe el sistema comercial interno del usado que existe en todos los pueblos. La importación de maquinaria ya posibilitó la sobrefacturación y la fuga de divisas en el país”, planteó. Tanto Maximiliano Fariña, funcionario del Ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, como la Secretaría de Industria, confirmaron que el gobierno mileísta trabaja en la eliminación de las restricciones para importar bienes de capital usados. Al borde de un ataque de nervios “Nunca me pasó en la historia de no vender nada como este año y ahora la situación se agrava aún más con la importación de bienes usados, nos van a hundir aún más, una empresa que cierra no se abre nunca más, en poco tiempo ya no se necesitará importar máquinas usadas, porque nadie va a fabricar nada”. Dicen los agoreros de siempre, acostumbrados a los “auxilios” estatales. Desde otro sector advierten: “la cadena de valor del oil and gas es histórica en Argentina. Nació con YPF a principios del siglo XX, incluye a 150 empresas y genera más de 100 mil puestos de trabajo. Instalar una válvula usada en un campo de petróleo o en una refinería es una locura y tiene muchos riesgos. Pasó incluso con codos de caños nuevos brasileños de baja calidad que fallaron en un gasoducto hace muy poco. Vamos a terminar importando chatarra y esto se presta para cualquier tipo de negocios”. Y siguen los planteos adversos: “tenemos una industria de maquinaria agrícola modelo, con grandes inversiones, empleo calificado y tecnológico. Así, la van a tirar a la basura, una locura”. La industria nacional soporta una recesión de sus rubros que arrastra desde gobiernos anteriores, con cuatro de cada diez máquinas apagadas y ahora está en medio de la apertura comercial que impulsan Milei y Sturzenegger. La administración libertaria puso al empresariado al borde de un ataque de nervios con su idea de permitir la importación de maquinarias usadas. “Argentina tiene una industria desarrollada y esta es su característica en Latinoamérica, pero resulta que lo vamos a perder por ahorrar comprando bienes usados y con la diferencia de precios nos vamos una semana a Brasil”, dice con ironía Pablo Rufino, presidente de la Cámara de Fabricantes de Maquinarias y Equipos para la Industria (Cafmei). En estudio Federico Sturzenegger quiere que compitan con los bienes de capital de fabricación nacional. Ni Cavallo se animó a tanto. El riesgo del lavado de dinero también se hace presente. “En un contexto en el que la actividad cayó 10,7% ponen a la industria al borde del knock out”. Mientras tanto, avanzan en una medida para permitir la importación de maquinarias usadas para competir con los bienes de capital de fabricación nacional en los sectores agrícola, energético, aparatología de salud, construcción y transporte. El secretario coordinador de Producción, Pablo Lavigne, que responde al ministro de Economía Caputo, está estudiando una posible reforma o derogación de la resolución 909/94 que dictó Domingo Cavallo durante la gestión menemista y que prohíbe este tipo de importaciones. En definitiva, la realidad es una y la mentalidad con que se la mira puede tener diversas aristas donde la razón se diluye en discusiones valiosas, pero las decisiones las toma uno solo, el que tiene el mandato de gobernar.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por