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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 04/02/2025 03:01
Random - Rolfi Montenegro Daniel Montenegro, más conocido como Rolfi, es un exfutbolista argentino formado en las divisiones inferiores de Huracán. Debutó en la Primera División de Argentina en 1997 y su carrera lo llevó a jugar en equipos destacados como el Olympique de Marsella, Independiente, River Plate y el Club América de México, entre otros. Se destacó principalmente como volante o mediapunta y fue reconocido por su habilidad técnica y capacidad para marcar goles, especialmente en los clásicos. A lo largo de su carrera, jugó más de 240 partidos y anotó 69 goles. Rolfi vivió varias etapas en Huracán e Independiente, dos clubes que marcaron hitos en su carrera. Tras su exitoso paso por el Globo, se trasladó a Europa, donde militó en el Olympique de Marsella, Real Zaragoza y Osasuna, aunque no logró consolidarse. En su regreso al Rojo de Avellaneda, se convirtió en un ídolo para los hinchas, consagrándose campeón del Torneo Apertura 2002 y siendo uno de los máximos goleadores del club durante su permanencia. Luego de una experiencia en México, regresó a Independiente, donde vivió su última etapa en el club y fue el capitán que lideró el regreso del equipo a Primera. A nivel internacional, tuvo una destacada carrera en las selecciones juveniles. Fue parte del equipo sub-20 de Argentina que ganó el Campeonato Sudamericano de 1999 y participó en la Copa del Mundo de ese mismo año. En la selección mayor fue convocado por Diego Maradona, quien lo incluyó en partidos amistosos y eliminatorias para el Mundial. Montenegro se retiró del fútbol profesional en 2018, tras su última etapa en Huracán, donde alcanzó la Supercopa Argentina 2014 y fue subcampeón de la Copa Sudamericana 2015. Tras su retiro, continuó vinculado al fútbol y, entre 2021 y 2022, asumió el cargo de mánager en Independiente. Luego incursionó en televisión como columnista en programas de fútbol. Rolfi Montenegro: “En otras partes del mundo perder un partido es parte del juego, en Argentina te lo hacen sentir mucho más”. (Candela Teicheira) Leo: — Sos un deportista de élite, famoso, ganaste dinero en tu carrera y tu pasión se transformó en tu trabajo. Suena todo muy lindo, pero ¿qué es lo malo del fútbol? Rolfi: — En el mundo son pocas las cosas malas. Leo: — ¿Y en Argentina? Rolfi: — En el nuestro son más, demasiadas. Por ejemplo, perder es algo malo. En otras partes del mundo es parte del juego. Acá depende cómo lo hagas y de qué manera, te lo hacen sentir mucho más. Irte al descenso es algo catastrófico y en pocos lugares te lo perdonan. Leo: — Ahí llegan los aprietes de los barrabravas... Rolfi: — Son cosas que en otros lugares no están o nos acostumbramos tanto a esas cosas que por ahí sentimos que es algo cotidiano. Leo: — ¿Te pasó que te apretaran directamente a vos? Rolfi: — Sí. Cuando no ganas, es algo normal. Muchos creen que si no ganas, te van a apretar y vas a jugar mejor. No tiene sentido. Pero si ganas, después dicen: “¿Viste? Era eso lo que necesitaban para que se despierten”. Pero es fútbol. A todos nos pueden pasar que tenemos días buenos, días malos, equipos buenos y equipos malos. Leo: — Nadie entra a la cancha a perder. Rolfi: — Claro. Eso es lo que no se entiende. “Vamos a apurarlo a ver si corre un poco más”, dicen. Leo: — ¿Te asustaste en algún momento? Rolfi: — En realidad asusta porque no sabés para dónde van a salir. Es diferente verlos en días normales, donde se puede charlar, pero hay otros días en los que no se puede porque vienen con otro objetivo o en otro estado... Leo: — ¿Te acordás de alguna situación muy puntual que me puedas o me quieras contar? Rolfi: — Yo creo que la más puntual fue cuando en Independiente nos tocó el desempate con Huracán. “Irte al descenso es algo catastrófico, que en pocos lugares te lo perdonan”, advirtió el exfútbolista. (Candela Teicheira) Leo: — Y los de Independiente te fueron a apretar a vos. Rolfi: — Sí. Porque creían que yo ese partido no lo iba a jugar de la manera que necesitaban. Leo: — ¿Por tu pasado en Huracán? Rolfi: — Sí, por mi pasado en Huracán y porque ellos tenían en la cabeza que yo con ellos no jugaba de la misma manera. No sé. Cosas que se cruzan por la cabeza porque aparte yo era el capitán del equipo. Leo: — Eras el referente. Rolfi: — Sí y estábamos a un paso de poder conseguir algo que era muy importante para el club. Leo: — ¿La amenaza queda en lo futbolístico o abarca otras áreas? ¿Se metieron con tu familia? Rolfi: — Esa vez pasó que cuando termina el partido me entero que en mi casa había un policía. Pero no por parte de Independiente sino por parte de Huracán también. Habían llamado a mi casa para amenazar, entonces era completo el combo. Leo: — Vino de los dos lados la amenaza. Rolfi: — Yo no me enteré hasta que terminó el partido y mi mujer me contó. La denuncia la había hecho un amigo nuestro para que mi familia esté protegida. Leo: —En ese contexto, ¿te planteaste alguna vez: “¿Qué hago jugando acá”? Rolfi: — Uno cuando está en plena competencia cree que es algo normal, lamentablemente. Tenemos el chip cambiado en esas cosas. “Muchos creen que apretándote vas a jugar mejor, pero eso no tiene sentido, todos tenemos días buenos y días malos”, explicó Rolfi en diálogo con Leo Montero. (Candela Teicheira) Dinero Leo: — ¿Cuidaste bien tu dinero? Rolfi: — Sí, traté. Leo: — ¿Te considerás bueno administrándolo? Rolfi: — No sé si soy bueno. Me di mis gustos, como cualquiera, porque los gustos hay que dárselos en vida y tratar de disfrutar todo lo que se pueda, pero siempre pensando en que no afecte el día de mañana. Leo: — ¿Pensabas diferente antes de ser papá de tres hijos? Rolfi: — No, siempre tuve ese pensamiento porque uno no nació en una cuna de oro ni nada por el estilo. Siempre vi el esfuerzo que hicieron mis viejos y de qué manera trabajaron para que estemos medianamente bien. Leo: — ¿Hicieron mucho esfuerzo para que seas jugador de fútbol? ¿Te acompañaron en el proceso? Rolfi: — Sí. A mí y a mi hermano, no es que era uno solo. Éramos dos, así que el esfuerzo era doble. Entendíamos que todo lo que hacían era para que estemos bien y podamos jugar. Mi papá también jugó, entonces esas cosas siempre las entendí y uno las trata de inculcar cuando es papá. El esfuerzo tiene que ser de todos. Mis hijos hoy tienen la posibilidad de no pasar lo que yo pasé, vivir de otra manera, pero sí valorar lo que tienen. "No lo pude guardar nunca el mensaje de Diego porque antes era difícil poder guardar esas cosas, pero lo tengo en mi memoria", explicó Montenegro sobre la convocatoria a la Selección. (Candela Teicheira) Selección, Maradona y el tatuaje Leo: — ¿Cómo te convoca Diego a la Selección? Rolfi: — Él me hizo debutar en la mayor. Yo había ido con el Coco Basile, que me había convocado primero. Pero no había tenido la posibilidad de debutar. Sí fui a muchas convocatorias, pero Diego me dio la posibilidad de jugar. Leo: — ¿Tuviste una charla? ¿Te enteraste por los diarios? ¿Cómo fue esa convocatoria? Rolfi: — Me mandó un mensaje al celular. Leo: — Supongo que era un ídolo para vos, como es el de todos, y de repente es entrenador de la Selección y te llama. Debe haber sido muy fuerte. Rolfi: — Sí. Lo tengo tatuado. Leo: — El tatuaje dice: “Para Rolfi con cariño, Diego”. ¿Le pediste que te lo firmara para tatuarte o surgió después la idea? Rolfi: — Le pedí que me firmara para tatuármelo, me lo hice y en una cena, adelante de todos, me hizo parar y mostrar el tatuaje. Diego sabía todos los jugadores que tienen un tatuaje sobre él. Leo: — ¿Todo esto fue posterior a la convocatoria de la Selección? Rolfi: — No, fue antes. Yo a Diego lo conocí cuando tenía 23 años y volví de Rusia. Le pedí al periodista Gastón Recondo que cuando vaya Diego al programa me avise porque no lo conocía, nunca había hablado con él y quería verlo, sacarme una foto. Un día me suena el teléfono y me avisa: “Mirá que está por venir al programa. Venite” y fui con mi papá. Leo: — ¿Él te reconoció? ¿Sabía quién eras? Rolfi: — Sí. Me pidió una camiseta y yo no había llevado nada. Salí apurado cuando me llamaron. Leo: — Él miraba todos los partidos. Rolfi: — Sí, conocía a todos. Leo: — Lo conocías, lo tenías tatuado y ¿cómo te llega ese mensaje de convocatoria? Rolfi: — Yo estaba entrenando y me llega el mensaje que dice: “Soy Diego, quería avisarte que estás citado a la Selección. Te tenés que presentar tal día…”. Después al club le llega la convocatoria formal. No lo pude guardar nunca ese mensaje porque antes era difícil poder guardar esas cosas, pero lo tengo en mi memoria ese momento. Leo: — ¡Qué lindo! Rolfi: — Sí, el primer partido fue en Escocia. Leo: — ¿Es lo mismo ser jugador de fútbol que llegar a ser parte de la Selección? Rolfi: — Cuando dejás de jugar, no. Me pasa que a veces veo a un papá con un nene y le dice: “Sacate una foto con él”. Cuando pasó el tiempo y ya no jugás, el nene lógicamente pregunta: “¿Quién es?”. “Después yo te cuento”, le responden. Y cuando le cuentan dicen: “Jugó en tal, tal y tal lugar y en la Selección”. Ese es el speech final de los padres... Leo: — Es una referencia de que si jugó en la Selección, llegó. Rolfi: — Exacto. Cuando te ven que jugaste con la camiseta de la Selección es como decir: “Este habrá sido bueno”, aunque tal vez no te tocó jugar. Pero es un orgullo.
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