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» Elterritorio
Fecha: 04/02/2025 02:54
El subcomisario Ricardo Arrua, quien fue apartado como jefe del destacamento infantería donde fue ultimado Mauricio Miñarro (35), rompió el silencio y narró cómo fueron las horas previas al hecho y cómo afronta la investigación como testigo del caso lunes 03 de febrero de 2025 | 22:20hs. A más de un mes del asesinato del cabo primero de la Policía de Misiones Mauricio Miñarro (35), quien fue baleado mientras realizaba guardia en el destacamento de Infantería en Eldorado el pasado 30 de diciembre, el expediente que investiga las circunstancias del suceso sigue incorporando elementos de prueba para llegar al esclarecimiento del hecho. Pero más allá del fuerte hermetismo que engloba a la investigación, una de las voces que hasta el momento se había mantenido en silencio decidió enfrentar los medios para dar a conocer su versión de los hechos. Se trata del ex jefe del destacamento Infantería, el subcomisario Ricardo Arrua, quien esta tarde en dialogo con radio Génesis de Eldorado, contó como atraviesa los días tras ser apartado de la fuerza luego de conocerse el trágico suceso. “Realmente esto duele porque Mauricio era un camarada y un hermano de armas, compartimos muchos momentos juntos, compartimos cursos juntos, muchas capacitaciones. La verdad que esos momentos solo nosotros lo sabemos. Está esa misma noche a última hora estuvimos trabajando de forma mancomunada los dos y éramos un equipo de trabajo. Dentro de nuestra división no había jerarquías, éramos un equipo. El conocimiento que él tenía era muy amplio, era un tipo muy profesional, muy capacitado y eso destacó”, comentó el efectivo, quien desde 2019 estaba al frente de la división infantería. Al ser consultado sobre cómo toma que parte de la familia de la víctima lo responsabilice a él por el crimen respondió: “Duele muchísimo. Lastimosamente, no teníamos los medios ni los recursos necesarios ese día para que él tenga el acompañamiento necesario para poder evitar eso. Tampoco sabíamos lo que iba a pasar porque realmente es impredecible, algo que uno nunca va a esperar, aunque los grupos y cuerpos especiales nosotros estamos preparados para muchas ocasiones”. Arrua recordó que horas antes del hecho compartió operativo con Miñarro y que siempre trabajaron hombro con hombro en post de la seguridad de la ciudad. “Esa noche yo tuve participando de un operativo ese domingo, desde las siete de la tarde hasta las doce y media de la noche con la gente de tránsito. Luego yo me retiro de la base de infantería. Cómo nosotros teníamos un mínimo de personal de guardia, teníamos uno porque el otro fue a cubrir un servicio adicional, automáticamente era solo el que estaba en la base. Él no tenía la virtud de manejar camioneta y yo maneje esa noche el móvil. Nosotros volvemos a la base, y regreso a mi casa en mi moto. Yo vivo cerca del aeroclub Eldorado, me queda cerca para estar más cerca de mi división y en una emergencia salir más rápido”, recordó el uniformado. “Yo tomo conocimiento cerca de las 7.05 de la mañana a través de parte del personal de control de fuego de Arauco que está en la zona. Ellos fueron los primeros en llegar a la escena y tomaron conocimiento directo de lo que fue la escena. Encontraron la avioneta afuera, todos los portones fuera”, señaló el entrevistado, quien además negó que el crimen fue descubierto por el cambio de guardia. “Es todo muy shockeante y fuerte porque es una vida, es un hermano, muchos tendrán sus conjeturas y dirán muchas barbaridades, pero solo nosotros sabemos, lo que valoramos lo que hacemos y que en ese lugar y en ese momento es como una ruleta rusa, podía tocarle a cualquiera. Yo estuve más de 30 veces durmiendo en ese lugar, solo porque llegan la época de licencia y son dos por guardia. Un personal se me enferma y tengo que cubrirlo yo”, indicó. También aseguró que al llegar al lugar notó que los aviones estaban movidos, el hangar estaba dañado, a lo que agregó: “Son un montón de cosas que no se hablan y no se le dan la importancia pero que llevan a un relacionamiento de lo que pasó”. Reclamo previo En otro tramo de la charla, Arrua sostuvo que desde hacía tres años había marcado a su superioridad sobre el faltante de personal y los problemas que podría acarrear si surgía algún contratiempo o alguna intervención de urgencia. “Esa noche cuando realizamos el operativo entre los dos no quedó nadie en la base. Más que los perros que tenemos ahí y que son nuestros compañeros fieles. En muchos momentos quedó sola. Yo vengo acá con toda la verdad y que la gente sepa la realidad porque es muy difícil andar por la calle y que te indiquen como un asesino y uno no se merece eso. Yo este planteo le vengo haciendo a mis superiores hace tres años, acá nadie puede decir o tener desconocimiento. La superioridad sabía de esto hace tres años. Desde 2019 soy jefe de infantería y no sé si hice tan mal mi trabajo para que no me corran antes”, aseguró. También indicó que no se siente como un castigo policial su apartamiento de la fuerza, ya que sostuvo que en la causa es testigo y denunciante del hecho. Y agregó que tanto él como el resto de sus camaradas entregaron voluntariamente sus teléfonos celulares para llegar al esclarecimiento del caso y en clara predisposición con la justicia. “La parte judicial está llevando un trabajo impecable. Herméticamente se está llevando muy bien también. Nosotros lo poco que nos enteramos sabemos que esto se está encaminando de alguna forma y es bueno que se encamine de una forma privada, que realmente solo el juez y su gente de confianza sepan lo que está pasando”. Presunto ataque previo En otro tramo de la charla, Arrua recordó que años atrás ya había llegado el rumor al destacamento sobre un posible ataque que tenía como fin el robo de avionetas y armamento del lugar. Al respecto dijo: “Nosotros recibimos alertas anteriores. Yo separé gente que me vino con alertas años atrás. Nosotros en el Roulet, en 2019, nos vienen y nos comentan que podía estar la intención de llevarse una avioneta y las armas, sacamos conjeturas, tratamos de investigar, pero no sé llegó a nada y esa persona también fue separada porque no sabíamos de qué lado estaba. Después de eso, nosotros nos cambiamos para el lado del aeroclub Eldorado. Nosotros teníamos un amplio uso del lugar, lo utilizamos para entrenamiento, la gente que concurre nos veía siempre entrenando la parte física porque yo había hablado para llevar la división a ese lugar. Incluso en esa zona hubo varios robos calificados”. Por último, sostuvo: “Yo no espero nada de la parte policial ni política. Yo me amparo en Dios. Que se haga justicia por Mauricio. Era una persona seria pero muy profesional, todos los días tenía algo para enseñarte. Yo me ponía a escucharle cosas de la parte armamentística, era un tipo muy preparado, mis hijas tenían muy buena relación con él. Nosotros siempre fuimos muy unidos. También aseguró que tampoco es fácil para su familia vivir con el señalamiento de muchos vecinos de Eldorado sobre lo ocurrido. “Para ellos es difícil afrontar esto. Tengo una hermana tuvo que irse de la provincia por estrés porque realmente no estaba soportando la presión emocional. Yo también, hasta cierto tiempo aguando la presión emocional, pero doy gracias a Dios que llevo ocho meses con un tratamiento psicológico y me viene a pasar esto en el medio. Gracias a Dios estamos contenidos y concurro a un lugar muy importante como es la iglesia”
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