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Parana » Valor Local
Fecha: 03/02/2025 15:13
Vitol, el más grande trader de energía del mundo, proyectó en un informe que la demanda del principal combustible de la dieta energética mundial se mantendrá estable hasta 2040, estirando los tiempos de la llamada “transición energética”. Publicidad Según las estimaciones de Vitol, difundidas por el diario británico Financial Times, el consumo global de petróleo llegará a un pico cercano a los 110 millones de barriles diarios a fines de este década, pero se estabilizará luego apenas por debajo de esa cifra, en 105 millones de barriles diarios, nivel similar al actual, hasta 2040. Esta proyección estira los tiempos de aprovechamiento de Vaca Muerta, la formación geológica que se ha convertido en la joya energética y explica ya más de la mitad de la producción de petróleo y gas de la Argentina. Las estimaciones de Vitol dan también un horizonte más largo de aprovechamiento al proyecto 4×4 de YPF, la petrolera de mayoría estatal, por la cual la empresa, bajo el liderazgo de Horacio Marín, ex ejecutivo de Techint, pretende cuadruplicar el valor de la empresa en cuatro años, y generar la infraestructura necesaria para que Vaca Muerta produzca no menos de un millón de barriles diarios de petróleo y, sumando las ventas de gas, genere exportaciones por USD 30.000 millones anuales. Para eso Marín quiere hacer de YPF una empresa “más liviana y eficiente” vendiendo empresas asociadas y subsidiarias y desprendiéndose de sus “campos maduros”. Ese proceso, denominado “Plan Andes” está en marcha y en la semana que pasó la empresa, con la aprobación del gobierno provincial, cedió 6 áreas en Mendoza (Barrancas, Vizcacheras, La Ventana, Ceferino, Mesa Verde y Río Tunuyán) y el sistema de transporte asociado a la firma Petróleos Sudamericanos. Todo para concentrarse en Vaca Muerta, lo cual también llevó a YPF a asociarse al proyecto de PAE con la noruega Golar para exportar GNL por barco desde 2027, un proyecto ya ingresado al RIGI que prevé una inversión de USD 2.900 millones en 10 años y USD 7.000 millones en las dos décadas que estará en operación, y a firmar un Memorando de Acuerdo Estratégico con tres empresas de la India, clave para asegurarse un gran cliente y potencial financista de la megainversión necesaria para construir, por módulos, una planta de licuefacción de gas en la provincia de Río Negro. El gas es considerado el combustible clave de la “transición energética”, pero si esta se acortaba tanto como predecían la Agencia Internacional de Energía y el más reciente World Review of World Energy de BP, podía hacer caer con relativa rapidez la demanda y el precio mundial del petróleo. Es el riesgo que, de ser correctas sus proyecciones, vendría a despejar el informe de Vitol, que basa sus estimaciones en su amplísima experiencia de productor, refinador, transportista y trader global de energía: entre otros datos, comercializa 7,3 millones de barriles de petróleo por día (más de 10 veces el nivel de producción actual de la Argentina), chartea más de 6.000 buques por año y tiene una capacidad de almacenamiento de 18 millones de metros cúbicos. Según el estudio, la industria petroquímica y el uso de gas licuado de petróleo (GLP) en economías en desarrollo serán factores clave para sostener la demanda global de petróleo en las próximas décadas. El crecimiento poblacional, la urbanización y el desarrollo económico en diversas regiones del mundo serán los principales motores para mantener la demanda de petróleo en niveles elevados, pese a los esfuerzos globales por reducir las emisiones de carbono y desarrollar fuentes de energía más limpias. El consumo de ciertos derivados del petróleo, como la nafta, disminuiría en unos 4,5 millones de barriles por día hacia 2040, debido al aumento del parque de vehículos eléctricos, en especial en China. Pero esa caída sería compensada por un mayor uso de petróleo en otros sectores. En particular, Vitol proyecta que la industria petroquímica aumentará su consumo en unos 6 millones de barriles diarios, hasta absorber hacia 2040 un 20% de la demanda mundial de crudo, para producir plásticos y otros derivados del petróleo cuya demanda sigue y seguirá siendo elevada en los mercados globales. Por otro lado, dice, aumentará en el equivalente a 1,7 millones de barriles de petróleo diarios el uso del GLP (gas en garrafas) como combustible para calefacción y cocina en economías en desarrollo, para reemplazar combustibles sólidos como carbón y leña. La difusión del informe de Vitol, aunque hubiere sido elaborado previamente, se superpone ahora al reciente inicio de la segunda presidencia de Donald Trump en EEUU, el principal productor y consumidor mundial de energía. Trump es un negador del cambio climático, es contrario a los subsidios al desarrollo de fuentes de energía renovables y en materia energética su lema de campaña fue Drill, baby, drill, un enfático llamado a las empresas petroleras a seguir perforando y extrayendo gas y petróleo. De su gobierno se espera que derogue restricciones a la industria petrolera y favorezca la construcción de nueva infraestructura, como oleoductos, gasoductos y plantas de licuefacción. (Fuente: Infobae)
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