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  • REVIEW | Kingdom Come: Deliverance II - Audentes Fortuna Iuvat

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 03/02/2025 14:53

    Kingdom Come: Deliverance II | Desarrollador: Warhorse Studios | Distribuidores: Deep Silver, Plaion Desde que compartí mis primeras impresiones al respecto de Kingdom Come: Deliverance II, muchas cosas han pasado en el Reino de Bohemia. Con más de 100 horas a mis espaldas y la historia principal terminada, sólo puedo decir que Warhorse Studios dio vida a un RPG fascinante, cuya narrativa magistral consiguió mantenerme pegado a la pantalla mucho más tiempo del que me podía permitir. De todos modos, sacrificar horas de sueño para acompañar a Henry de Skalitz en sus desventuras, valió totalmente la pena. Es un título increíble que cuenta con todos los ingredientes para ser considerado como uno de los mejores juegos del año. Kingdom Come: Deliverance II comienza con un ritmo muy lento. Está claro que no es para todo el mundo, o al menos no para aquellos que busquen salir a repartir espadazos a todo lo que se mueve. Es un juego diseñado para ofrecer una experiencia compuesta de varios sistemas que debemos dominar para saber movernos por el mundo con soltura. Desde cómo nos vestimos, mantener el estómago lleno, dormir, o dedicar unos minutos a afilar nuestra espada, todo resulta sumamente importante. Es como una especie de simulador, donde cada mecánica tiene su razón de ser, dando como resultado un videojuego muy entretenido, donde ‘hacer’ resulta la mejor forma de saber cómo se mueven los engranajes en el trabajo de Warhorse Studios. Kingdom Come: Deliverance II | Desarrollador: Warhorse Studios | Distribuidores: Deep Silver, Plaion El juego comienza inmediatamente después del final de la primera parte, con Henry partiendo hacia el Castillo de Trosky en compañía de su leal amigo, el noble Hans Capon, y un pequeño grupo de hombres armados, para entregar un mensaje. Todo parece marchar bien, pero las cosas se tuercen cuando entran en escena unos misteriosos bandidos itinerantes que atacan a la comitiva diplomática, pasando a todo el mundo por las armas. Por azares de la vida, nuestro protagonista y su camarada sobreviven, aunque no sin llevarse unas cuantas heridas en el proceso. La forma en que el juego presenta al dúo es genial. Hans es un noble altivo, arrogante y mujeriego, que disfruta de beber y de los beneficios que su estatus le confiere. Por su parte, Henry es como un lienzo en blanco que nosotros como jugadores podemos pintar. De hecho, el juego se las ingenia para permitirnos construir al personaje nuevamente, pese a que trae consigo todo el bagaje y experiencia obtenida en la primera parte. Aquí podemos hacer borrón y cuenta nueva, definiendo la forma en que vamos a comportarnos, las habilidades que deseamos desarrollar y qué papel vamos a jugar en el destino de Bohemia. Kingdom Come: Deliverance II | Desarrollador: Warhorse Studios | Distribuidores: Deep Silver, Plaion Esta introducción también oficia como tutorial. De hecho, durante las primeras tres o cuatro horas de juego podemos aprender el funcionamiento de varios sistemas que funcionan juntos de maneras profundas e interesantes. Por ejemplo, en prácticamente cualquier RPG solemos dedicar horas a conseguir mejor equipamiento para nuestro personaje ya que es la única forma de progresar. Sin embargo, Kingdom Come: Deliverance II va mucho más allá de cambiar una casaca de cuero endurecido por una reluciente cota de malla que dejó caer un enemigo de élite. En primer lugar, porque no gira en torno al botín, y en segundo, porque algo tan sencillo como equiparnos con una armadura tiene su capa de complejidad. Para ponernos un casco de metal, antes vamos a necesitar de una capucha de tela sobre el cráneo. También de un gambesón debajo de la armadura del pecho y de los brazos, y unos pantalones acolchados para proteger nuestras piernas con placas de metal que se colocan encima. Además, la calidad de cada una de las partes del equipo tiene un impacto en atributos como la notoriedad, el ruido y el carisma. Porque sí, no es lo mismo andar vestidos con harapos andrajosos o prendas de ‘alta costura’. Y los detalles no terminan ahí. Si decidimos pasar el día cazando ciervos en los bosques, la ropa se ensucia. Lo mismo sucede si nos metemos en una pelea a puño limpio o con espadas, dado que nuestras prendas van a quedar teñidas de un llamativo rojo carmesí. Kingdom Come: Deliverance II | Desarrollador: Warhorse Studios | Distribuidores: Deep Silver, Plaion Todo eso requiere de una visita a los baños públicos, al armero y al sastre, para quitarnos la mugre de encima y reparar las prendas o armaduras que llevemos equipadas. Si no lo hacemos, o si simplemente no podemos permitirnos gastar dinero en ello, la sociedad profundamente estratificada de Bohemia va a reaccionar en consecuencia. La mayoría de las veces soltarán comentarios acerca del aspecto de Henry o de su olor, pero dependiendo de quién se trate, incluso podrían negarse a hablar con él hasta que no esté presentable. Esto se debe a que la Europa del siglo XV estaba obsesionada con las apariencias y, particularmente, con el estatus social, creyendo que ser noble era un designio de Dios. En Kingdom Come: Deliverance II, verse bien y tener un ‘pico de oro’ es, en numerosas ocasiones, mucho más importante que contar con una espada afilada. Henry y Hans suelen meterse en muchísimos líos, algunos cómicos y otros potencialmente mortales, aunque casi siempre es posible salir ilesos hablando en lugar de luchando. Eso implica más que una simple prueba de habilidad contra una estadística. Por el contrario, se trata de un conjunto completo de factores. Durante una conversación podemos decir la verdad, mentir, fanfarronear, intimidar, amenazar o hacer valer nuestro rango social, según la situación lo amerite. Podemos, por ejemplo, ser arrogantes con los habitantes de una aldea, aunque difícilmente surta efecto si estamos cubiertos de barro y con la ropa rota. Lo mismo sucede si intentamos intimidar a un grupo de bandidos que nos superan en número, que no se van a amedrentar por muy brillante que luzca nuestra armadura. Kingdom Come: Deliverance II | Desarrollador: Warhorse Studios | Distribuidores: Deep Silver, Plaion Dada la crudeza propia del Reino de Bohemia y a decir aquello que pensamos pero que deberíamos haber callado, sumado a los fantásticos giros de guión, también vamos a tener que luchar. Respecto al primer juego, la mejora en el sistema de combate es notable. En lugar de las cinco direcciones (o seis, si contamos la estocada al centro) con que contaba Kingdom Come: Deliverance, aquí sólo tenemos cuatro: izquierda, derecha, arriba y abajo. Si bien mecánicamente es más simple, no por ello deja de sentirse igual de complejo y profundo, pero notablemente más disfrutable. Además, en términos narrativos tiene sentido que ahora Henry encuentre los enfrentamientos cuerpo a cuerpo un poco más simples dada su experiencia y veteranía. Pero al margen de las mecánicas y sistemas, donde el trabajo de Warhorse Studios realmente brilla es en la calidad de su escritura. Es uno de esos videojuegos que, al igual que lo hizo Baldur’s Gate III, nos recuerda que un RPG es mucho más que un rejunte de atributos y objetos poderosos con los que potenciar a nuestro personaje. En Kingdom Come: Deliverance II los arcos narrativos son increíbles, y se ramifican abriendo otros nuevos. Esto nos permite acceder a misiones secundarias que involucran a personajes de la trama principal que luego nos recordarán con gratitud o se dirigirán hacia nosotros con desdén, de acuerdo a las acciones tomadas. Kingdom Come: Deliverance II | Desarrollador: Warhorse Studios | Distribuidores: Deep Silver, Plaion Por supuesto, no estamos obligados a cumplir con todos los objetivos o misiones que aparecen en los inmensos mapas. No obstante, vamos a estar perdiendo la posibilidad de descubrir el desarrollo y crecimiento de los diferentes personajes que pueblan el mundo, lo cual es fabuloso. Sin ánimos de hacer spoilers, sólo diré que algunos NPC son muy misteriosos, otros indeseables, y hasta están aquellos que esconden desagradables secretos. Sea cual sea el caso, las historias que los rodean están escritas de forma magistral. Un trabajo impecable por parte del equipo de desarrollo, dado que gracias a ello consigue sumergirnos en este universo con mucha facilidad. Algunas misiones me hicieron reír, en otras me enojé por los resultados obtenidos, y en algunas pude reflexionar acerca de la vida. Es uno de esos juegos que dejan anécdotas y momentos únicos que comentar aún después de haber terminado el viaje. Y esa es, desde mi perspectiva, la diferencia entre una escritura buena de una sublime. En lo personal, podría pasar horas hablando del juego, de los personajes que conocí, de las curiosidades que les rodean, o de qué les hace tan únicos y especiales. Cada misión, independientemente de si es principal o secundaria, es como una pequeña aventura en sí misma; como un capítulo de una serie que engancha y resulta difícil de dejar. ‘Un ratito más y dejo de jugar’, es lo que me repetía a mí mismo en cada sesión de juego, sólo para darme cuenta que el ‘ratito’ se había convertido en horas. Kingdom Come: Deliverance II | Desarrollador: Warhorse Studios | Distribuidores: Deep Silver, Plaion Kingdom Come: Deliverance II ofrece todo tipo de herramientas para hacer de nuestra aventura algo único. Disponemos de diferentes árboles de habilidad que nos permiten convertirnos en formidables guerreros, diplomáticos, alquimistas o ladrones. Pero también hay cosas muy curiosas, como una rama con la que podemos sacar provecho al alcoholismo, potenciando de este modo la suerte de Henry jugando a los dados o abriendo cofres con ganzúas. Además, está de regreso el árbol de adiestramiento canino, puesto que Chucho (conocido como ‘Good boy’ Mutt), el perro que llegó con el DLC A Woman’s Lot, vuelve lealmente al lado del protagonista y con muchas funciones, como rastrear cosas u otorgarle un impulso al carisma. Y por si se lo preguntan, sí, podemos acariciarlo. A nivel técnico, el juego es impecable. Claro, de vez en cuando podemos encontrarnos con algún bug de esos que hasta resultan simpáticos, como un NPC que parece estar flotando en lugar de caminar, u otro que se queda atascado contra una pared. Es fácil darse cuenta que esto sucede porque hay muchos engranajes girando al mismo tiempo. El mundo se siente vivo, con decenas de personajes en movimiento, cada uno con sus propias rutinas. Por la mañana los veremos levantarse, desayunar y comenzar con su jornada laboral. Por las tardes los encontraremos en la taberna, disfrutando de una cerveza y de jugar a los dados, compartiendo vivencias e historias. Finalmente, durante la noche irán a dormir para reponerse y comenzar con un nuevo día en sus vidas. Además, cabe destacar que no tuve ningún tipo de soft block que me impidiera avanzar, como por ejemplo, personajes que desaparecen u objetos que no se encuentran donde se supone que deberían estar. El apartado gráfico es otro de los puntos fuertes del título, y aquí se nota que Warhorse Studios puso muchísimo empeño en crear un mundo realista. Es un videojuego con la capacidad de quitar el aliento gracias a la increíble cantidad de detalles. Recorrer los bosques a caballo con los rayos de luz filtrándose entre las ramas y hojas, o visitar un robusto castillo erigido sobre la cima de una colina, se traducen como experiencias diametralmente opuestas, pero al mismo tiempo únicas. Todo tiene un encanto particular y especial, al punto que resulta muy fácil quedarse observando los entornos debido a su belleza. Kingdom Come: Deliverance II | Desarrollador: Warhorse Studios | Distribuidores: Deep Silver, Plaion También hay cinemáticas, las cuales derrochan calidad, al punto que nada tienen que envidiar a juegos de mayor presupuesto o envergadura. Y por supuesto, sería negligente de mi parte no hacer una mención al excelente trabajo actoral. Las conversaciones se vuelven sumamente gratificantes por como están escritas, pero también por las voces con que fue dotado cada uno de los personajes, aportando naturalidad, carisma y énfasis a cada uno de sus discursos. Todo esto acompañado de gesticulaciones muy realistas y de una sincronización de labios increíble que hace que todo se sienta extremadamente real. Es por todo esto y más que Kingdom Come: Deliverance II logró enamorarme. Es un videojuego que no es para todo el mundo, sí, pero quienes estén dispuestos a darle una oportunidad encontrarán que la fortuna sonríe a los valientes. El mundo propuesto por Warhorse Studios es lo que nosotros decidamos hacer de él y nos ofrece total libertad para que así sea. Si lo deseamos, Henry de Skalitz puede convertirse en un criminal alcohólico, conspirador y manipulador, o en un miembro leal y honesto de una estructurada sociedad medieval. Un título con una narrativa sublime y una escritura de primer nivel que nos permite experimentar peleas intensas, disfrutar de espectaculares secuencias cinematográficas y de una experiencia que se quedará por mucho tiempo junto a nosotros. Lo único malo es que ahora vamos a tener que esperar, como mínimo, otros siete años para la tercera parte. 9 Larga vida a Henry de Skalitz Kingdom Come: Deliverance II ofrece una experiencia RPG fascinante con grandes valores de producción, cuya narrativa, historia y personajes se quedarán junto a nosotros después de terminar la aventura durante mucho tiempo. Revisado en PC Plataformas: PC PlayStation 5 Xbox Series S Xbox Series X

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