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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 02/02/2025 05:15
Un informe reciente muestra que el 66% de los jóvenes de la Generación Z prefiere las reuniones presenciales sobre las virtuales (Imagen Ilustrativa Infobae) El año pasado el trapero Duki se paró frente a más de 10 mil alumnos de escuelas secundarias y, sobre el cierre de una charla, les dijo: “Quiero hablarles de futuro. Tengan en cuenta que a veces las redes hacen que queramos vivir la vida de los otros. Disfruten de ser quiénes son”. No es casual que este referente de la Generación Z, conformada por quienes nacieron entre 1997 y 2012, revalorice aquello de las conexiones cara a cara, en un mundo donde la tecnológica ya es parte senderos inevitables. Si bien, a simple vista, podrá parecer a muchos padres un escenario distópico pensar a sus hijos sin el celular como una extensión de la mano, lo cierto es que —en medio de la hiperconectividad digital— esta generación esta al menos tomando nota de un nuevo paradigma. Ahora prioriza los encuentros presenciales y —sobre todo— las experiencias auténticas que refuercen los lazos sociales. El bienestar integral es lo que prima. Este fenómeno refleja un cambio en las dinámicas sociales, donde las interacciones en persona se destacan como una respuesta a la desconexión emocional que pueden generar las relaciones virtuales. La tendencia subraya la necesidad de momentos compartidos que permitan construir confianza y fomentar vínculos más profundos. Después del confinamiento en la pandemia, en épocas donde el encierro y las tecnologías parecieron ir de la mano, estar frente al otro cara a cara se ha resignificado: sin dudas, es parte de una experiencia que suma valor a los vínculos. Además de fortalecer sus relaciones cercanas, muchos jóvenes buscan espacios donde interactuar con desconocidos, explorando nuevas formas de comunidad. Propuestas como cenas y actividades grupales han ganado terreno, consolidándose como oportunidades para experimentar vínculos humanos significativos en un entorno social relajado. A la par de las tecnologías, la idea de “enfrascarse” en una charla gloriosa, sumergirse en una anécdota infinita y reír a carcajadas, parecen ser algunas de las nuevas necesidades en medio del ecosistema virtual, las redes sociales y la Inteligencia Artificial. La Generación Z, nacida entre 1997 y 2012, prioriza las interacciones cara a cara y las experiencias auténticas, destacando un cambio en las dinámicas sociales en un mundo cada vez más digital (Imagen ilustrativa Infobae) Conocer gente nueva cara a cara y sin algoritmos La búsqueda de un compromiso genuino y en el mundo real asoma como una verdadera tendencia. Un reciente estudio de Ingka Centres, realizado entre 5000 personas de Europa, Estados Unidos y China concluyó que la Generación Z valora las interacciones cara a cara más que nunca: el 66% de esta generación (los nacidos entre 1997 y 2012) prefiere las reuniones en persona a las reuniones virtuales. Consideran que las conexiones de la vida real generan confianza y permiten pasar tiempo de mejor calidad con otros. A su vez, el informe global muestra que personas de todas las edades buscan formas nuevas y diferentes de descansar, relajarse y conectarse con los demás, satisfacer sus necesidades emocionales y afrontar los desafíos de la vida cotidiana. “Es inspirador ver que personas de diferentes edades están impulsadas por el mismo deseo de conocerse en persona y compartir experiencias y conexiones. Buscan algo más que espacios. Demandan lugares que les ayuden a conectarse con otros, experimentar, jugar, comprar, comer, beber y relajarse”, afirmó Cindy Andersen, directora general de Ingka Centres. (Imagen ilustrativa Infobae) Interactuar con personas que no se conocen, pero cara a cara, se presentan entonces como las formas de generar comunidad. Recientemente, se sumaron diferentes propuestas en este sentido. Entre quienes empujan la tendencia está “La chica de los planes”, Mich Di Bastiano, que arma encuentros con gente que no se conoce. Mich es la anfitriona de ciclos como “Tarde con extraños”, donde se disfruta de empanadas, partidas de tutti frutti, vermouth, dj’s en vivo y, claro, “muchos desconocidos”. En cada evento, la premisa es quedarse hasta tarde conversando y pasando un buen rato. “La chica de los planes” también genera ciclos como “Vinito con extraños” y “Café con extraños”. Movidas parecidas y conexiones reales se generan en eventos como “Vinito y amigos”, “Pollen”, “Timeleft”, “Bruni” y “DársenaMatch en Dasena Bar”. Si bien todos esos ciclos están vinculados con encontrarse con desconocidos, lo cierto es que las personas también anhelan conectar de una manera más genuina con sus amigos y familiares. En un mundo marcado por la inteligencia artificial y las redes sociales, la Generación Z valora las experiencias que les permiten desconectarse y sumergirse en conversaciones significativas (Imagen Ilustrativa Infobae) Con un espíritu similar nació “Extraños a la carta”, una cena íntima entre 10 desconocidos en búsqueda de una experiencia de conexión. La idea de Natalia Kim, creadora del evento, es que las personas compartan no solo una comida, sino también historias, experiencias y conexiones genuinas. Dejar el celular por un rato La digitalización ha redefinido la vida de las infancias y juventudes en Argentina, impactando su bienestar físico, emocional y mental. La pandemia de COVID-19 aceleró este proceso, ampliando tanto las oportunidades como los riesgos en el ciberespacio. En este contexto, el propio Bill Gates ha manifestado una profunda preocupación por los riesgos que implica para niños y adolescentes crecer en un entorno dominado por las pantallas. Según el cofundador de Microsoft, el uso excesivo de dispositivos podría tener un impacto negativo en su desarrollo emocional, social y cognitivo. El celular también está presente en reuniones y eventos sociales. En este contexto, se han comenzado a fomentar encuentros presenciales entre los consumidores (Fuente) Gates ha apoyado las soluciones propuestas por Jonathan Haidt en su libro ‘La Generación Ansiosa’ para abordar los riesgos del uso excesivo de pantallas y redes sociales entre los jóvenes. El psicólogo Haidt se propone retrasar el acceso a los teléfonos inteligentes hasta que los niños alcancen una mayor edad, una medida que Gates considera clave para reducir la exposición temprana a dinámicas adictivas y potencialmente perjudiciales del entorno digital. Haidt también sugiere implementar zonas libres de dispositivos en las escuelas, promoviendo la concentración en el aprendizaje y la interacción social directa. Pero el celular es un aparato que también se cuela en las reuniones y eventos sociales. En ese sentido, diversos lugares, han empezado a propiciar esos encuentros cara a cara. Uno de los ejemplos más recientes es la iniciativa de Cerveza Patagonia, que invita a quienes visiten sus Refugios para dejar su celular por 30 minutos en lockers especialmente diseñados para la ocasión y sentirse “más livianos”, conectar con el momento y la persona. Durante la pandemia, las tecnologías se volvieron esenciales, pero también evidenciaron la importancia de los encuentros cara a cara para mantener vínculos profundos (Imagen ilustrativa Infobae) “Como sucede cuando subimos a la montaña, estamos en medio de un lago, o en un camping alejado y perdemos señal, conectamos con el entorno, con el momento”, comentaron a Infobae quienes pensaron esta propuesta. Opciones como talleres de pintura con vino, clases de cocina y manualidades bajo el formato BYOB (“trae tu propia bebida”) han ganado popularidad, especialmente en ciudades como Nueva York, donde también están transformando la industria de las citas. “Eliminar los nervios iniciales con una actividad ayuda a crear un ambiente más relajado”, explicó Valeen Bhat, fundadora del estudio de arte Private Picassos en Brooklyn, en declaraciones al New York Post. Según Bhat, estas actividades no solo atraen a parejas jóvenes, sino que también ofrecen una alternativa accesible en un contexto de crisis económica, frente al elevado costo de cenas y salidas tradicionales. Cada vez más locales proponen clases de arte, cerámica, decoración de cupcakes y otras actividades que, además de facilitar la conversación, promueven un ambiente menos rígido que el de un restaurante. En medio de la hiperconectividad, actividades grupales como cenas y talleres se consolidan como espacios para reforzar vínculos sociales y explorar nuevas formas de comunidad (Imagen Ilustrativa Infobae) La virtualidad se mete cada vez más en la vida de los adolescentes. Sin embargo, la Generación Z muestra también una tendencia a abandonar las aplicaciones de citas en favor de encuentros en la vida real. Según datos de Statista, solo el 26% de los estadounidenses de entre 18 y 29 años utilizan servicios de citas en línea, frente al 61% de quienes tienen entre 30 y 49 años. Esta disminución refleja un cambio notable en las preferencias de los jóvenes al momento de buscar conexiones románticas. Trabajo, preocupaciones y visión del liderazgo Las conexiones humanas de los Gen Z se ven reflejadas en varios ámbitos. Un informe global reciente ha puesto de aliviar las preocupaciones y demandas de la Generación Z respecto a la atención médica. Aunque esta generación es nativa digital, valora las conexiones humanas y enfrenta importantes barreras en su búsqueda de bienestar. El estudio “Generación Z: Llamando a la conexión y el cambio en la atención médica”, realizado por la agencia global de comunicaciones Burson, reveló que el 67% de los jóvenes entre 18 y 27 años está dispuesto a asumir un rol activo en el cuidado de su salud. Sin embargo, deben superar desafíos como los altos costos, la desinformación y el tiempo limitado con los proveedores médicos. El informe, elaborado a partir de una encuesta a 5.000 adultos de la Generación Z en 10 países, representa el mayor estudio global de este tipo realizado por una empresa de comunicaciones. Los resultados destacan la importancia de fomentar un diálogo más profundo entre esta generación y las empresas de atención médica jóvenes para fortalecer la confianza y optimizar la experiencia sanitaria de los jóvenes. Según un informe, personas de todas las edades exigen lugares donde les permitan conectarse, relajarse y experimentar en comunidad (Imagen ilustrativa Infobae) El interés en el sector salud ha aumentado debido a varios factores. La Generación Z valora encontrar propósito en sus carreras y percibe en este ámbito una oportunidad para impactar directamente en la vida de las personas. Asimismo, la estabilidad laboral que caracteriza a este sector lo posiciona como una alternativa atractiva frente a otros más expuestos a crisis económicas o tecnológicas. Eventos recientes, como la pandemia de COVID-19, han resaltado la relevancia del personal médico, fortaleciendo la percepción positiva de este sector entre los jóvenes. A su vez un informe reciente basado en una encuesta de 2024 de la Sociedad Nacional de Académicos de Secundaria de Estados Unidos (NSHSS), reveló tendencias destacadas en las preferencias profesionales, con un creciente interés en sectores como la salud, las energías renovables y el bienestar personal, que comienza a desplazar a la tecnología como principal elección. Sectores como energías renovables, comunicación, salud y bienestar, y alimentación saludable son altamente valorados. La incorporación de la Generación Z al mercado laboral coincide con el retiro progresivo de los baby boomers. Para 2030, se prevé que esta generación representará el 31% de la fuerza laboral, planteando desafíos significativos para las empresas, que deberán ajustarse a las prioridades de este grupo, como el equilibrio entre vida personal y trabajo, el reconocimiento de sus logros y un liderazgo inclusivo. La pandemia resignificó las interacciones cara a cara, destacándolas como una forma de conexión emocional y social en tiempos de hiperconectividad tecnológica (Imagen Ilustrativa Infobae) La Generación Z está transformando la concepción tradicional del crecimiento profesional. A diferencia de generaciones anteriores, que aspiraban a roles de mando intermedio, este grupo prefiere carreras más autónomas, orientadas al desarrollo personal. Un estudio de la firma de soluciones de talento Robert Walters revela que el 52% de los jóvenes profesionales de esta generación evita asumir cargos de mando intermedio por estas razones. Asimismo, el 72% de los encuestados prioriza un camino individual de progreso, enfocado en adquirir habilidades y fomentar su crecimiento personal. La reticencia de la Generación Z a ocupar roles de mando intermedio se explica, en gran medida, por la percepción de que el esfuerzo asociado no se ve compensado. De acuerdo con el estudio de Robert Walters, el 69% de los jóvenes profesionales considera que estos cargos conllevan altos niveles de estrés y una recompensa insuficiente. Además, el 18% menciona la falta de poder de decisión en estos puestos, mientras que el 11% expresa preocupación por las responsabilidades adicionales, que podrían limitar sus aspiraciones y desarrollo profesional.
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