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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 01/02/2025 12:38
La medida anunciada busca aliviar las cargas impositivas sobre las transacciones internacionales y estimular el comercio exterior. (Foto: Shutterstock) El saldo cambiario del comercio de bienes arrojó en diciembre un resultado cambiario negativo de USD 39 millones, precisa el “Informe de la Evolución del Mercado de Cambios y Balance Cambiario” del Banco Central de la República Argentina (BCRA), correspondiente al último mes del año pasado. Se trata de un resultado muy inusual y si bien no quiere decir que el comercio de bienes en sí se haya vuelto negativo, indica que el flujo de ingresos y egresos de divisas derivado de esos intercambios fue negativo en ese mes, algo que puede considerarse una señal de alerta pues completa un fuerte giro desde los saldos cambiarios positivos de los primeros meses del año. Desde USD 3.879 millones en enero ese saldo fue descendiendo gradualmente en los meses posteriores hasta caer por debajo de los USD 800 millones en junio e incluso por debajo de los USD 600 millones en agosto y septiembre, y finalmente virar al rojo, por los USD 39 millones citados, en diciembre. Desde un saldo a favor de USD 3.879 millones, el superávit cambiario del comercio de bienes descendió hasta caer por debajo de los USD 800 millones en junio y por debajo de los USD 600 millones mensuales en agosto y septiembre y viró al rojo, por USD 38 millones, en diciembre Como, además, el saldo cambiario de servicios (turismo, fletes, seguros, exportación e importación de servicios profesionales, como los vinculados a la economía del conocimiento) es deficitario desde febrero del año pasado, la cuenta corriente cambiaria muestra una evolución que nutre las alertas y las críticas a la política del gobierno de deslizar el dólar oficial a una tasa prefijada (2% mensual desde diciembre de 2023 hasta enero de 2025, y 1% desde febrero de este año) inferior al ritmo que ha tenido hasta ahora la inflación. Esto hizo que el poder adquisitivo interno del dólar oficial (y también de los dólares alternativos, que fueron convergiendo) caiga y el país se encarezca en dólares, restando competitividad-precio a los sectores exportadores y poniendo más presión externa sobre la producción local. A su vez, lo que los economistas críticos y parte del empresariado llaman “retraso cambiario” reorientó también los flujos turísticos, estimulando la salida de argentinos al exterior y disminuyendo el ingreso de turistas extranjeros a la Argentina. Marcos Cohen Arazi, investigador del Ieral de la Fundación Mediterránea, halló que las búsquedas en internet de argentinos sobre destinos externos aumentó 54% y disminuyó 15% sobre destinos internos y calculó que por esa sola vía (turismo) la balanza de divisas 2025 dará un déficit de USD 2.700 millones. El informe del BCRA busca mantener una perspectiva optimista y nota que el contexto global favoreció una disminución general de las tasas de interés por parte de los bancos centrales, con la excepción de Brasil “el cual incrementó la tasa SELIC en tres oportunidades, apuntando a alinear las expectativas de inflación con su meta”. La entidad también recuerda que el 22 de diciembre pasado dejó de regir el impuesto PAIS, aunque ARCA volvió a legislar la percepción del 30% de impuesto a las ganancias sobre la compra de divisas para atesoramiento, importaciones de bienes de consumo (principalmente autos y bienes suntuarios) y pagos de servicios en el exterior con tarjetas”. Quién provee dólares El principal proveedor de divisas fue “Oleaginosas y Cereales”, que registró ingresos netos de divisas por USD 2.028 millones, básicamente por la exportación de bienes. Pero el resto del sector “bienes”, precisa el informe, registró egresos netos por USD 883 millones. Y las “personas humanas” registraron también egresos netos por USD 434 millones, “principalmente para gastos por viajes, pasajes y otros consumos efectuados con tarjetas con proveedores no residentes”, dice el informe. De todos modos, aclara, “alrededor de 60% de estos consumos con tarjetas son posteriormente cancelados de forma directa por los clientes con fondos propios en moneda extranjera, lo que reduce el impacto deficitario de estos consumos en el mercado de cambios y en las reservas internacionales”. La cuenta corriente cambiaria de servicios es deficitaria desde hace 6 años; el único superávit lo registró a principios de 2024 Lo cierto es que teniendo en cuenta tanto el comercio de bienes como el de servicios, el resultado cambiario de diciembre arrojó un déficit de USD 1.114 millones, el séptimo consecutivo en rojo. El saldo cambiario de la cuenta corriente arrojó en los 12 meses de 2024 un saldo favorable de USD 1.695 millones, pero esa cifra no describe la actual tendencia, pues surge la diferencia entre un saldo a favor de USD 9.161 millones entre enero y mayo y un déficit de USD 7.466 millones de junio a diciembre. Reservas El informe del BCRA también da cuenta de que las reservas internacionales de la entidad cayeron USD 603 millones en diciembre, finalizando el mes en 29.612 millones, resultado que atribuyó del lado negativo principalmente a la caída de las tenencias en moneda extranjera de las entidades en el BCRA y del lado positivo a los ingresos netos de capital e intereses de préstamos de organismos internacionales (excluyendo al FMI) y liquidaciones de compras netas del BCRA en el mercado de cambios. Hasta cierto punto, los datos del informe planean también sobre las negociaciones del gobierno con el FMI, partidario de una política cambiaria más flexible y un dólar más alto, que asegure superávit en la cuenta corriente del balance de pagos y favorezca la acumulación de reservas en el Banco Central, imprescindible para que la Argentina reduzca la deuda que mantiene con el organismo, actualmente de poco más de USD 40.000 millones. Un gráfico destaca la evolución de las reservas del BCRA, que en diciembre disminuyeron en USD 603 millones En igual sentido, la más reciente actualización del “Índice Big Mac” que desde 1986 elabora la revista inglesa The Economist aplicando de modo simplificado la teoría de la “paridad de poder adquisitivo”, arrojó que el peso argentino está en el podio de las monedas más sobrevaluadas del mundo, contracara del “retraso” del dólar. Según la versión “cruda” del índice, el peso sería la segunda moneda más sobrevaluada del mundo, con un 20,1%, solo superada por la sobrevaluación del franco suizo. En la versión “gourmet” del índice, que tiene en cuenta el PBI por habitante de los países, el peso pasa a ser la moneda más sobrevaluada del mundo, con 56,7%, bien por sobre la sobrevaluación ajustada del franco suizo (48,3%) y el peso uruguayo (42%).
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