01/02/2025 13:36
01/02/2025 13:30
01/02/2025 13:30
01/02/2025 13:30
01/02/2025 13:30
01/02/2025 13:30
01/02/2025 13:30
01/02/2025 13:24
01/02/2025 13:24
01/02/2025 13:23
» Rafaela Noticias
Fecha: 01/02/2025 11:37
Eliminar la figura del femicidio del Código Penal sería "un retroceso atroz" Por Julio Armando La ex jueza penal Cristina Fortunato, con 32 años de trayectoria en el Poder Judicial y especializada en perspectiva de género (es Replicadora del Taller sobre Perspectiva de género de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación), manifestó su rechazo a la propuesta del Gobierno Nacional de eliminar la figura del femicidio del Código Penal. En diálogo exclusivo con Rafaela Noticias, consideró que esta medida no solo desconoce la realidad de la violencia de género, sino que también implica "un retroceso atroz" en materia de derechos humanos y compromisos internacionales asumidos por Argentina. El argumento oficial para la eliminación de la figura del femicidio se basa en la idea de que "la muerte de un hombre y una mujer deben ser tratadas de igual manera", sin distinción de género. Sin embargo, Fortunato rechazó esta premisa: "No existe una igualdad real. Existe una igualdad formal, pero la igualdad real implica dar las mismas condiciones a quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad. Y en este caso, el colectivo de mujeres está en una situación de desigualdad bajo el predominio del patriarcado". Para fundamentar su postura, recordó que la Constitución Nacional, tras su reforma de 1994, equiparó los tratados internacionales con el mismo rango de la Carta Magna. "Uno de ellos es la Convención para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW), que garantiza que los Estados protejan a las mujeres de la violencia de género. En este contexto, la figura del femicidio se inscribe dentro de la obligación estatal de brindar una protección especial". Fortunato apeló a los datos para desmentir el argumento de la "igualdad de trato": "Las estadísticas son contundentes. Desde antes de la incorporación del femicidio al Código Penal en 2012, ya existía un patrón: cada año, entre 200 y 275 mujeres eran asesinadas en Argentina. Y la situación no ha cambiado: en 2023, 267 mujeres fueron asesinadas, una cada 30 horas, mayormente por sus parejas o ex parejas, siempre hombres". Enfatizó que estos números provienen de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y no de una postura ideológica: "No lo digo yo como ex jueza o como militante. Son datos oficiales que revelan que no hay equivalencia entre la violencia que sufren las mujeres y la de los hombres. No existe una estadística de hombres asesinados por mujeres en esas magnitudes". Dra. Cristina Fortunato Un marco legal construido a lo largo de décadas Fortunato explicó que la incorporación del femicidio en el Código Penal no fue un hecho aislado, sino parte de un andamiaje legal construido con el objetivo de proteger a las víctimas de violencia de género. "El femicidio no es solo un artículo del Código Penal. Es el resultado de tratados internacionales, de la Ley 26.485 de Protección Integral contra la Violencia de Género y de otras normas que reconocen distintas formas de violencia: psicológica, sexual, económica, patrimonial, laboral y digital". Asimismo, mencionó leyes complementarias, como la Ley Micaela (2019), que obliga a la capacitación en perspectiva de género de los funcionarios públicos, la Ley Brisa (2018), que otorga una reparación económica a los hijos de víctimas de femicidio, y la Ley Olimpia, que aborda la violencia digital. "El Estado es responsable de garantizar la protección de las mujeres. Argentina ha sido condenada internacionalmente y Santa Fe ha sido sancionada por no aplicar la perspectiva de género. Eliminar el femicidio del Código Penal va en contra de estas obligaciones". Al ser consultada sobre por qué este tema surge en la actualidad, la Dra. Cristina Fortunato señaló que la respuesta tiene un trasfondo ideológico. Explicó que el movimiento político que encarna el actual Presidente se define como de derecha, e incluso de extrema derecha, y que su orientación ideológica es coherente con la eliminación de derechos adquiridos, en línea con discursos que los presentan como privilegios. En este contexto, sostuvo que las afirmaciones realizadas en Davos sobre la homosexualidad y otras cuestiones responden a un planteo conservador que niega la discriminación y las desigualdades. “Es una discusión triste de tener en 2025, porque no hay estadísticas que avalen estas aseveraciones”, expresó. Además, advirtió que el auge del discurso sobre “falsas denuncias” debilita los avances logrados en la protección de las víctimas de violencia de género, socavando el principio de creer en su testimonio y alentando el descreimiento. “Estamos quienes creemos en la institucionalidad y la democracia, por eso insisto con nuestra Constitución Nacional”, concluyó. Al ser consultada sobre el impacto de las modificaciones en las penas para casos de violencia de género, la Dra. Cristina Fortunato expresó su preocupación por el retroceso que esto implicaría. Relató el caso de una madre que perdió a su hija a manos de su pareja y que encontró en la condena del agresor un mínimo atisbo de justicia, destacando que la reducción de penas generaría impunidad. Por otra parte, Fortunato subrayó que el derecho penal, por sí solo, no puede solucionar un problema que es estructural, social y cultural, con raíces históricas que se remontan a tiempos previos a la Revolución Industrial. Explicó que la violencia de género responde a una desigualdad sistémica en la que los hombres han sido históricamente empoderados mientras que las mujeres han sido relegadas a tareas de cuidado, con menos acceso a herramientas que les permitan alcanzar igualdad de oportunidades. En este sentido, defendió la Educación Sexual Integral (ESI) como una herramienta clave para comprender y abordar estos problemas, rechazando su descalificación en el debate público. Asimismo, a dvirtió que el desmantelamiento de instituciones como el Ministerio de la Mujer y la reducción de penas no solo no contribuyen a mejorar la situación, sino que pueden agravarlo. "El 15 de enero, en un solo día, tres mujeres fueron asesinadas por hombres. ¿Cuál es el pronóstico si seguimos este camino?", cuestionó. Además enfatizó que cualquier modificación normativa debe ser analizada dentro de un marco legal nacional e internacional, que en otros países sigue sosteniendo y protegiendo figuras como la del femicidio. Ideología de género versos “enfoque de género” La Dra. Cristina Fortunato explicó la diferencia entre los conceptos de "ideología de género" y "enfoque de género". Según señaló, el término "ideología de género" es utilizado con una connotación negativa que “cancela la historia de la lucha por una vida libre de violencia para las mujeres”. En este sentido, aclaró que lo correcto es hablar de "enfoque de género, perspectiva de género o mirada de género", ya que "ideología" remite a algo dogmático y estático, mientras que el enfoque de género se basa en hechos y datos concretos. Fortunato recordó que el concepto de "ideología de género" fue introducido en un concilio vaticano en 1995 con el objetivo de desprestigiar la lucha por los derechos de las mujeres. Sin embargo, el papa Francisco, en 2016, puso fin a esa interpretación al referirse al “enfoque de género” y advertir que el uso de la expresión "ideología de género" responde a una “colonización ideológica”. A pesar de ello, la doctora destacó que ciertos sectores siguen utilizando el término para deslegitimar las políticas de protección de las mujeres. Asimismo, subrayó que ninguna de las leyes nacionales e internacionales de protección contra la violencia de género menciona la existencia de una “ideología de género”. En cambio, todas se basan en datos objetivos y estudios, como los informes de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que año tras año reflejan la magnitud del problema. Según las cifras de 2023, hubo 272 víctimas de violencia de género en Argentina. “Es una cifra inobjetable porque está discriminada por características de las víctimas y de los agresores”, detalló. Los estudios de la Corte revelan que muchas de las mujeres asesinadas se encontraban en situaciones de vulnerabilidad, como consumo de sustancias, migración, problemas de salud mental o embarazos. También se analizan los perfiles de los agresores, encontrando que en el 88% de los casos la víctima conocía a su atacante. “Esto nos aleja de la idea errónea de que los femicidios son cometidos por desconocidos; la mayoría ocurren en un contexto de relación previa”, explicó. Fortunato cerró con una advertencia contundente: "El principio de progresividad de los derechos humanos establece que no se pueden dar pasos atrás en las conquistas obtenidas. Esta reforma implica un retroceso atroz". No obstante, manifestó su confianza en que los legisladores rechacen la medida: "Confío en que el Congreso actuará con responsabilidad y no permitirá que se desmonte un marco legal que ha costado décadas construir".
Ver noticia original