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» Amanecer
Fecha: 31/01/2025 18:32
La responsable del área de Desarrollo Social de la Municipalidad de Reconquista, Leticia Monjes, informó que ya se ha atendido la situación de las personas que viven en condiciones precarias bajo los eucaliptus en la zona de barrio Unidos. La intervención del municipio se produjo luego de que estas personas fueran identificadas en un espacio verde del barrio, donde se encuentran viviendo entre pastizales y debajo de los árboles. Monjes explicó que, a pesar de que las personas afectadas tienen viviendas en otros barrios, como en Lanceros, Puerto y Nueva Fe, han decidido vivir en esta zona debido a su cercanía a esos lugares. «Son personas con ocupaciones irregulares, que, cuando enfrentan conflictos familiares, abandonan sus casas y se trasladan a otros lugares», explicó la funcionaria. En algunos casos, han estado viviendo en la garita de Lanceros. La situación se complica debido a que muchas de estas personas enfrentan problemas de consumo excesivo de alcohol. “Les hemos ofrecido participar en talleres de prevención, pero en muchos casos la situación requiere de una intervención clínica más profunda, con control médico, algo que debe gestionar el hospital», señaló Monjes. Sin embargo, la funcionaria destacó que la falta de conciencia de las personas afectadas sobre la gravedad de su situación y su negativa a aceptar ayuda dificultan la intervención. A pesar de los esfuerzos, la funcionaria indicó que, por no contar con el consentimiento de los involucrados, no se puede obligar a nadie a recibir tratamiento o abandonar el lugar. «Les hemos explicado los riesgos de vivir en ese espacio, les hemos ofrecido ayuda para regresar a sus hogares, pero ellos prefieren mantenerse en esa situación. Se mueven constantemente y no aceptan las alternativas que les ofrecemos», afirmó. Monjes también señaló que la situación no involucra a menores de edad, ya que el área de niñez se ha encargado de proteger a los niños que en algún momento estuvieron con estas personas. En cuanto a uno de los individuos que vive bajo los árboles, explicó que tiene su hogar disponible, la familia lo espera y posee su jubilación, pero prefiere continuar viviendo en la calle y pidiendo dinero en los semáforos. «Nosotros trabajamos con diversas instituciones, como la justicia y salud mental, y continuamos buscando alternativas para brindarles ayuda. Sin embargo, en este caso no es una cuestión de falta de recursos, sino de una decisión personal de vivir de esa manera», concluyó Monjes. La situación sigue siendo monitoreada por el municipio, que continuará ofreciendo apoyo y colaborando con otras entidades en busca de soluciones, a pesar de las dificultades que presenta la falta de disposición de las personas afectadas para cambiar su realidad.
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