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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 31/01/2025 02:56
Su nombre en la lengua Asháninka significa "hervido con el calor del sol", reflejando la creencia de que su origen está vinculado a un espíritu de la selva (Foto: Composición - Infobae/Renato) En lo profundo de la selva amazónica peruana, donde la naturaleza despliega su máxima expresión de misterio y exuberancia, existe un río cuyas aguas desafían toda lógica. El río Mayantuyacu, conocido localmente como Shanay-Timpishka, hierve con temperaturas que pueden alcanzar los 100 °C y su calor es tal, que puede cocinar un huevo en pocos minutos. Incluso, en algunos puntos, sumergirse en sus aguas es letal. Más que un fenómeno geológico excepcional, el río hirviente es un enclave sagrado para las comunidades indígenas y un campo de estudio para los científicos que buscan comprender los efectos del cambio climático en los ecosistemas tropicales. La ciencia detrás del fenómeno Investigadores de la Universidad de Miami han utilizado el río como un experimento natural para estudiar los efectos del calentamiento global en los bosques tropicales A diferencia de otras aguas termales que se calientan por la cercanía a volcanes, el origen del calor del río Mayantuyacu radica en el gradiente geotérmico de la Tierra. Según investigadores, las aguas de este afluente provienen de los glaciares andinos, se filtran a través del subsuelo y, al descender profundamente en la corteza terrestre, se calientan hasta alcanzar temperaturas extremas antes de emerger a la superficie. Este proceso hace del río Mayantuyacu un fenómeno único en Sudamérica. En un tramo de apenas 6,4 kilómetros, sus temperaturas varían entre 80 °C y 100 °C, alcanzando profundidades de hasta 6,1 metros. Pese a ser un entorno hostil para la vida acuática, este río se convirtió en un laboratorio natural para el estudio del impacto del calor extremo en la biodiversidad amazónica. Un laboratorio natural: estudios sobre biodiversidad y cambio climático Según estudios recientes, por cada grado de aumento en la temperatura, la diversidad de árboles en la zona disminuye en un 11%, lo que podría anticipar cambios futuros en la Amazonía Desde 2021, un equipo de biólogos de la Universidad de Miami investiga el impacto de las temperaturas extremas en la flora circundante. En un estudio publicado en Global Change Biology, los científicos descubrieron que el calor del río afecta directamente la diversidad del bosque amazónico. “Esto realmente nos proporciona una ventana al futuro porque el Amazonas se calentará, nos guste o no”, explicó Riley Fortier, investigador principal del estudio. Los científicos realizaron un mapeo detallado de la vegetación en 70 puntos a lo largo del río, desde sus tramos más frescos hasta las zonas donde el calor es más extremo. Los resultados fueron contundentes: Por cada grado de aumento en la temperatura, la diversidad de árboles disminuyó en un 11%. Las áreas más cálidas del bosque eran menos diversas y homogéneas, con una mayor presencia de enredaderas y vegetación arbustiva. Los árboles eran más pequeños y menos variados, similares a una zona de transición entre bosque y sabana. Este estudio permite prever cómo la Amazonía podría cambiar en las próximas décadas debido al calentamiento global, transformando radicalmente la composición del bosque tropical. Cultura y misticismo: la visión de las comunidades locales Las aguas del Mayantuyacu tienen propiedades curativas, y los habitantes locales las utilizan para tratar enfermedades óseas y de la piel Más allá de la ciencia, el río Mayantuyacu es un sitio de gran importancia espiritual para las comunidades indígenas. Su nombre, Shanay-Timpishka, significa “hervido con el calor del sol” en el idioma de los Asháninka, el pueblo originario de la región. Según una de sus leyendas más antiguas, el río es custodiado por “la Madre de las Aguas”, una serpiente gigante que vive en sus profundidades. Para los chamanes amazónicos, el calor del río no proviene de la geotermia, sino del espíritu de la selva, una manifestación sagrada de la energía de la Tierra. Estas creencias convirtieron al río en un destino de peregrinación, donde chamanes realizan rituales de sanación y conexión con la naturaleza. Turismo y propiedades curativas A pesar de su atractivo turístico, sumergirse en sus aguas puede ser mortal, ya que en algunas áreas la temperatura es tan alta que puede causar quemaduras letales en segundos A pesar de sus peligros, el río hirviente se convirtió en una atracción para aventureros y turistas en busca de experiencias únicas. Llegar hasta él no es sencillo: Se debe volar hasta Pucallpa, en la región de Ucayali. Desde allí, un viaje terrestre conduce al distrito de Honoria. Finalmente, una caminata de una hora a través de la selva permite el acceso al Santuario de Mayantuyacu. Además de su belleza natural, el río es famoso por sus propiedades curativas. Las aguas ricas en azufre y minerales son utilizadas por los lugareños para aliviar enfermedades óseas y cutáneas. Sin embargo, los visitantes deben extremar precauciones, ya que algunas zonas pueden alcanzar temperaturas que causan quemaduras mortales en segundos. Amenazas y desafíos para el futuro La comunidad vegetal cercana al río es menos diversa y más homogénea, con presencia predominante de enredaderas y arbustos resistentes al calor El río Mayantuyacu enfrenta una amenaza creciente: la deforestación acelerada de la selva amazónica. La tala ilegal y la expansión de la frontera agrícola redujo considerablemente la vegetación en la región, alterando el ecosistema del río. Si bien este fenómeno natural permaneció relativamente intacto, los científicos advierten que la degradación de la selva podría afectar la estabilidad del ecosistema que lo rodea. El laboratorio del profesor Kenneth Feeley en la Universidad de Miami continuará con las investigaciones en el área, utilizando el río como un modelo para predecir el futuro del Amazonas en un mundo cada vez más cálido. “No se puede calentar artificialmente un bosque entero, pero este río nos permite estudiar directamente cómo el calor afecta a un ecosistema completo”, concluyó Fortier. La Amazonía se encuentra en un punto crítico de su historia. Mientras los científicos intentan descifrar su futuro y las comunidades locales preservan sus tradiciones, el río hirviente Mayantuyacu sigue fluyendo, como un testigo ardiente de la relación entre la naturaleza y el cambio climático.
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