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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 26/01/2025 03:06
"Lo que debe evitarse, y que va a ser parte de la negociación con el FMI, es aceptar corsés cambiarios que obliguen a una política específica de tipo de cambio, o limiten las intervenciones, al menos este año" El Gobierno sigue avanzando en la consolidación de las finanzas públicas y del BCRA, al tiempo que desarma gradualmente las restricciones cambiarias, incluidas las retenciones a las exportaciones del agro en su conjunto y en especial de los productos de las economías regionales. Estas medidas buscan apuntalar la baja de la inflación y dar inicio de un ciclo de reactivación sostenida, un fenómeno que Argentina no experimenta desde 2003 – 2008, con el objetivo de fomentar el empleo y mejorar los ingresos de la población. En diálogo con Infobae Mariano Flores Vidal economista, consultor, ex gerente general del Banco Central y director de Hyperion Consultores, analizó el primer año de gestión de Javier Milei. También compartió su visión sobre los desafíos de cara a 2025, un año marcado por las elecciones de medio término y la necesidad de consolidar el rumbo económico que permitió la mejora del Índice de Confianza del Consumidor y un crecimiento destacado en el inicio del año. — El Gobierno comenzó a avanzar en un nuevo acuerdo con el FMI. ¿Qué debería incluir ese programa para ser efectivo? — Primero, habría que señalar algo sumamente importante, que marcará la negociación con el FMI: Argentina cumplió con creces las metas fiscales y de no financiamiento al Tesoro por parte del BCRA. Esto representa un hito para el país en su relación con el Fondo. Es un gobierno que planteó un Programa de Estabilización, y este le está funcionando. Para el Fondo las metas fiscales son la gran prioridad. Un nuevo Acuerdo debe contemplar nuevamente ordenamiento fiscal y, lógicamente, reformas estructurales tanto en el sector público (por el lado del gasto y los impuestos), como en la desregulación del sector privado. Lo que debe evitarse, y que va a ser parte de la negociación, es aceptar corsés cambiarios que obliguen a una política específica de tipo de cambio, o limiten las intervenciones, al menos este año. En este sentido, el acuerdo que cerró este Gobierno a principios del mandato, que vinculaba lo cambiario con hitos específicos en lugar de fechas fijas, es el camino correcto a seguir. “El acuerdo que cerró este Gobierno a principios del mandato, que vinculaba lo cambiario con hitos específicos en lugar de fechas fijas, es el camino correcto a seguir” En cuanto a desembolsos, como mínimo debiera poder cubrir los vencimientos de capital de 2026 a 2028, que suman unos USD 12.000 millones. Además, hay que tener en cuenta que entre 2025 y 2028 vencen USD 11.000 millones de intereses, aunque el FMI no financia estos pagos, si podría reforzar las reservas. — Si el FMI aprobara desembolsos frescos para fortalecer las reservas del BCRA, ¿qué implicancias tendría sobre la economía en 2025? — Siempre planteo que no estamos en una situación en la que se requieran indefectiblemente fondos frescos del FMI, según nuestra estimación, el balance de pagos de 2025 cierra con un cálculo conservador de inversiones del exterior al sector privado y con un roll over parcial por parte del sector público, que creemos lo va a poder hacer sin dificultades en un contexto de baja de riesgo país. En ese escenario, fondos frescos de organismos internacionales lógicamente dan mayor seguridad y aceleran un ciclo virtuoso. Sin embargo, esto se diluiría si aceptar esos fondos implicara corsés cambiarios. "No estamos en una situación en la que se requieran indefectiblemente fondos frescos del FMI, según nuestra estimación, el balance de pagos de 2025 cierra con un cálculo conservador de inversiones del exterior al sector privado y con un roll over parcial por parte del sector público" — ¿El reconocimiento internacional que está recibiendo el presidente Milei en Estados Unidos y las relaciones con Donald Trump podrían generar efectos positivos en la economía nacional? — El reconocimiento internacional del Presidente genera, sin duda, efectos positivos porque da a conocer al mundo el sacrificio que la sociedad argentina estuvo y está dispuesta a hacer para poner en orden al país y volver a hacerlo confiable. Las relaciones con Donald Trump tiene varios matices: de cara a un Acuerdo con el FMI, son netamente positivas. En lo que hace a flujos de inversiones privadas o acuerdos comerciales, eso se mueve en un terreno puramente de conveniencia de negocios, lo que requiere más que una buena relación: no tener una mala relación y mostrarse confiable como país. “El reconocimiento internacional del Presidente genera, sin duda, efectos positivos porque da a conocer al mundo el sacrificio que la sociedad argentina estuvo y está dispuesta a hacer para poner en orden al país” — Las reservas del Banco Central se mantienen en terreno negativo según las estimaciones del mercado, aunque con una reducción significativa en la deuda con importadores. ¿Sigue siendo esto un factor de preocupación? — No veo motivo de preocupación que las reservas netas sean negativas, las reservas brutas están en torno a los USD 30.000 millones y el principal pasivo es con China por USD 18.000 millones, dentro de un acuerdo que vence en julio de 2026 y que se renueva desde hace más de 15 años. Las reservas que deben importar son las líquidas, es decir aquellas que se pueden usar inmediatamente. Hoy están totalmente recuperadas, algo que en diciembre 2023 era prácticamente inexistente. Por otra parte, las reservas adquieren mayor relevancia en un escenario en el que haya un desalineamiento cambiario importante. Para evitar un salto cambiario, se requeriría una fuerte intervención, pero no creo que ese sea un escenario posible hoy. Una salida del cepo no generaría tensión cambiaria alguna; no obstante, respeto la decisión de ser gradual en este tema por una cuestión puramente precautoria. Las reservas que deben importar son las líquidas, es decir aquellas que se pueden usar inmediatamente. Hoy están totalmente recuperadas, algo que en diciembre 2023 era prácticamente inexistente — ¿Considera que hay atraso cambiario o que algunos precios adelantados distorsionan las estadísticas del BCRA? — En Argentina el dólar funciona prácticamente como una unidad de cuenta, entonces si se quiere desinflar la economía hay que estabilizar el dólar y como la inflación tiene inercia lógicamente se transita por un proceso de apreciación cambiaria. Ahora bien, eso no quiere decir que termine indefectiblemente en un atraso cambiario. Hablar de atraso o no cambiario se refiere al tipo de cambio real de equilibrio, y ese tipo de cambio claramente es distinto si pensamos en una economía cerrada al mundo, con déficit fiscal, inflacionaria y sin acceso a los mercados, o si consideramos un contexto opuesto como el actual. “Hablar de atraso o no cambiario se refiere a un nivel de equilibrio, y eso es distinto en una economía cerrada al mundo, con déficit fiscal, inflacionaria, o en el contexto opuesto como el actual” Argentina estabilizada y abierta al mundo no es un país barato. El tipo de cambio real no depende de una política monetaria específica (tipo de cambio fijo vs flotante), más bien refleja la productividad y potencialidades que una economía tiene o puede tener. Si Argentina hace los deberes, está claro que se destacará a escala mundial. En los 90 se dio un fenómeno similar, aunque con dos diferencias claves, por un lado los flujos de capitales que determinaban la apreciación fueron en buena parte a financiar gasto público, es decir consumo, en lugar de inversión. Por otro lado, Argentina contaba con pocos sectores competitivos capaces de equilibrar el mercado de trabajo. En esta oportunidad, se retira por completo el sector público de demandar fondos adicionales, puesto que se impone la regla de equilibrio fiscal, por lo que todo el flujo del exterior se destina directamente a inversión privada, lo que impulsa la productividad. Esas inversiones irán en buena medida al agro, la energía, la minería la industria del conocimiento, así como a la infraestructura para poder distribuir el producido al mundo. El desarrollo de esos sectores, junto con sus cadenas de valor y el incremento del comercio en general (exportaciones más importaciones), se espera que compense en términos de empleo los sectores que, en una Argentina más barata y cerrada, lograban subsistir. "Argentina estabilizada y abierta al mundo no es un país barato. El tipo de cambio real no depende de una política monetaria específica (tipo de cambio fijo vs flotante), más bien refleja la productividad y potencialidades que una economía tiene o puede tener" Un punto clave que es importante mencionar es que esta nueva Argentina que se plantea, para que pueda funcionar requiere menor presión impositiva, al menos que sea similar a la de los 90. El Gobierno ya inició con la baja de retenciones agrícolas, pero falta mucho por hacer. Este proceso debe acelerarse, lo que implica un mayor ajuste fiscal como única opción. — El equipo económico logró un singular recorte del gasto público en 2024. ¿Qué espera para el año en curso en términos fiscales? — En 2024, el gasto público primario cayó 27% en términos reales y más de 4 puntos porcentuales del PBI. Para 2025, el Presupuesto presentado por el Poder Ejecutivo, aunque no se trató, proyectaba un superávit primario de 1,4% del PBI y equilibrio financiero, y el gasto se mantenía en términos reales y en porcentaje del PBI respecto de 2024. Como no se aprobó el Presupuesto, el manejo de exceso de recaudación y gran parte del gasto a discreción del Ejecutivo creo que se utilizará para generar ahorros y reducir impuestos. “El manejo de exceso de recaudación y gran parte del gasto a discreción del Ejecutivo creo que se utilizará para generar ahorros y reducir impuesto” Con una inflación en fuerte descenso, estimamos 21% para 2025, la posibilidad de licuar gasto es infinitamente menor que la de 2024 (117%). Si se logra reducir impuestos por 1% del PBI será un año exitoso. Ya se ha avanzado entre 0,15% y 0,2% del PBI con la baja de retenciones. — ¿Cómo analiza la distribución del Presupuesto a través de una Decisión Administrativa del Ejecutivo, tras la falta de tratamiento legislativo en tiempo y forma? — Es una herramienta totalmente legal que permite evitar la parálisis del Sector Público. El lado negativo es que el Congreso no le dio la institucionalidad correspondiente, lo que hubiera sido un hito importante. La aprobación de un Presupuesto con equilibrio fiscal habría sido algo novedoso y beneficioso para institucionalizar esta regla. En el corto plazo, la falta de aprobación otorga al Ejecutivo más discrecionalidad para implementar un ajuste mayor si lo considera necesario. — ¿Qué prioridades debería tener el Gobierno en el manejo de la deuda externa? — El Gobierno debe regresar en 2025 al mercado de deuda soberana externa, pero es una buena estrategia no apurarse y esperar a mostrar más resultados (inflación, superávit, actividad) para entrar con un riesgo país en torno a 400 pb. "El Gobierno debe regresar en 2025 al mercado de deuda soberana externa, pero es una buena estrategia no apurarse y esperar a mostrar más resultados" — ¿Qué opina de la decisión de avanzar con la libre circulación de monedas extranjeras para las transacciones de consumo? — No veo que tenga un impacto macroeconómico relevante en sí misma. Lo ideal, para evitar precios en pesos y en dólares, es necesario que se intensifique una vez que no haya brecha cambiaria. Es distinto, si se flexibiliza la norma del BCRA que prohíbe prestar dólares de los depósitos a aquellos que no generan dólares. Esto tendría un impacto positivo a corto plazo, ya que implicaría más crédito y permitiría a los bancos remunerar los depósitos en dólares. Sin embargo, crear un multiplicador en dólares conlleva riesgos, especialmente de descalce de monedas, que ya hemos conocido en los noventa. — El Gobierno sostiene que esta medida no implica una operación de cambio, pero algunos economistas advierten sobre posibles efectos en la recaudación. ¿Cuál es su perspectiva? — En tanto los contratos puedan pagarse en cualquiera de las dos monedas, no veo la necesidad de ninguna operación de cambio, pero insisto para lograr eso se requiere que exista un único tipo de cambio. Fotos: Maximiliano Luna
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