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Parana » Ahora
Fecha: 24/01/2025 20:20
En NUEVE NOTICIAS dialogamos con Gabriel Ferro, perteneciente a la Inteligencia Criminal de la Policía de Entre Ríos, quién nos explicó de qué se tratan estos desafíos virales: “En simples palabras son ‘tonterías’ que se inventan, a veces con una finalidad simple de masificarse y conseguir más seguidores, y otras veces son con verdaderas malas intenciones, que van desde el robo de información, de datos personales e identidad digital a poner en peligro la vida y ahí es donde entran los chicos que son los más propensos a caer en este tipo de cosas, aunque también los adultos pueden caer”. Al consultarle sobre si ha habido casos en la provincia, Ferro nos dijo: “Hace ya bastante tiempo que no se ha visto o por lo menos no hemos tenido registro de denuncias. Eso no quiere decir que no haya chicos y chicas de Entre Ríos que participen en estos desafíos sin que no pase nada y otras veces sí hacen la denuncia correspondiente. Lamentablemente es por toda esta falta de comunicación que hay, especialmente entre los padres y los chicos”. “En estos casos hay que hacer una denuncia virtual, dentro de la misma red social para que se bloquee esa cuenta porque es la única manera de frenar esta masividad. Estos desafíos aparecen en todas las redes sociales, Facebook, Instagram, YouTube, pero en la que más se ve es en TikTok, allí se han visto los desafíos más peligrosos a nivel mundial, y traen consecuencias físicas y psicológicas”, señaló Ferro. En cuanto a los peligros a los que se exponen los niños y jóvenes en las redes sociales pueden ser desde el robo de identidad, a integrar un grupo que que no es del todo honesto y que luego los lleva a cosas mucho más complejas pudiendo terminar con lo relacionado a la explotación sexual infantil, grooming“. “Los tiempos de captación de un menor son muy variados, en TikTok los peligros de estos desafíos son más físicos y psicológicos, en cambio en WhatsApp es donde se suele utilizar este tipo de desafío para llevar al menor a ese tipo de delito y allí es muy rápido. Comienzan con algunas pruebas simples, a veces con una promesa de una recompensa de dinero, que es lo que atrae a los chicos y no tan chicos, y luego se va escalando. El problema es que los niños pasan a ser víctimas y victimarios, ya que son ellos los que traen a sus amigos, son los que los delincuentes nombran como ‘Administradores’ del grupo, entonces a veces es muy difícil salir de este tipo de cosas”.
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