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» Diario Cordoba
Fecha: 24/01/2025 16:36
El decálogo en materia de veladores presentado por la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) de Córdoba esta semana introduce algunos cambios importantes en una ordenanza que tendrá que modificarse partiendo de las nuevas medidas planteadas. El objetivo básico de Urbanismo al plantear este decálogo ha sido el de intentar alcanzar un acuerdo entre dos partes que se entienden diferenciadas: el peatón o vecino y el hostelero. Los portavoces, por así decirlo, oficiales, como son la patronal de hostelería Hostecor y el Consejo del Movimiento Ciudadano (CMC) no han puesto excesivas pegas a ese decálogo, aunque sí esperan que esos cambios que se antojan más importantes terminen de concretarse. Una de las principales novedades que quiere aplicar Urbanismo es la de conceder las licencias de veladores por metros cuadrados, cuando hasta ahora se otorgan por mesas. Es decir, la GMU permite establecer un máximo de mesas en las terrazas de cada negocio y el cambio supondrá delimitar el espacio concedido y, ahí dentro, que el hostelero decida cuántas mesas y de qué tipo poner. Sobre esto, el presidente del CMC, Juan Andrés de Gracia, asegura que el número de mesas que quiera poner cada local dará igual mientras se respete lo concedido y se asegura el derecho del ciudadano a estar en la vía pública. Entiende De Gracia que, en este sentido, cada hostelero decidirá las mesas que pone y el nivel de comodidad que pueda tener el consumidor. Jesús Guerrero, presidente de Hostecor, también cree que dependerá de la actividad hostelera que se lleve a cabo. Pone de ejemplo a una cafetería que no sirve comidas, que podría colocar mesas altas, que ocupan menos espacio, por lo que cabrían más en los metros concedidos. Si se trata de un restaurante se entiende que lo ideal serían las mesas normales, siempre dentro del espacio permitido. Más opiniones En la zona de San Miguel o la calle de la Plata, donde se juntan varios negocios de hostelería creen que también habrá que ver cómo se concreta la norma, aunque en sitios más saturados, o como los llama Urbanismo, «de especial seguimiento», suelen ser los propios empresarios los que se reparten el espacio intentando que sea equitativo. Otro hostelero consultado con un negocio en la zona del casco entiende que este cambio «tiene sus ventajas e inconvenientes, según los factores particulares de cada suelo donde se delimiten los metros aceptados. Al ser algo genérico para todos los establecimientos que cuenten con estos metros, habrá establecimientos que se vean beneficiados y otros que se vean perjudicados». Un hostelero señala una foto antigua de la calle de la Plata con hasta tres filas de veladores. / A. J. GONZÁLEZ Señalización Otra norma que establecerá Urbanismo será la de delimitar físicamente esos metros concedidos (algo que se hizo hace algunos años en el casco, pero con un método que desaparecía demasiado rápido, unas líneas en el suelo). Sobre esto, el presidente del CMC dice que pueden existir varias formas de hacerlo según la zona, bien con esas delimitaciones en el suelo, bien marcando solo las esquinas o con vallas algo más elevadas allí donde se pueda (también se llegó a plantear esto mismo hace unos años por parte de Urbanismo). De Gracia entiende que esto también supondría que la Policía Local destinada a este tipo de asuntos viera claramente si se están sobrepasando los metros concedidos (ahora lo que se exige a los negocios es tener visible el documento de la GMU donde aparece el número de mesas que tienen concedidas). Los hosteleros consultados por este periódico sí tienen claro que si hay que delimitar las zonas, lo ideal sería hacerlo en el suelo, alegando que otro tipo de elementos podrían ser «objeto de destrucción por parte de las personas incívicas» o incluso «barreras para el peatón». Mesas y sillas apiladas. / A. J. GONZÁLEZ Lo que sí ven con buenos ojos los empresarios es la reducción que se plantea de un 25% en el pago de las tasas. En este caso, se justifica con el hecho de que las señalizaciones del espacio correrán a cargo de cada negocio y que se tendrá mano dura con quienes dejen sillas y mesas en la calle fuera de horario (algo que, cabe recordar, ya está totalmente prohibido).
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