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» Diario Cordoba
Fecha: 24/01/2025 14:49
Kiko Costa ha vuelto a demostrar por qué es uno de los grandes talentos emergentes del balonmano mundial con un sensacional encuentro en el que ha liderado a Portugal hacia la victoria por 29-35 en Oslo contra una selección española que está prácticamente fuera de los cuartos de final del Mundial. Las únicas opciones para llegar vivos a la jornada del domingo serían un empate entre Brasil y Suecia unido a una derrota noruega contra Chile en el partido que cierra la jornada. Además, el domingo habría que ganar a Brasil y esperar a una victoria noruega contra Suecia. Una quimera. Una decepción que debe tomarse en su justa medida tras el bronce de 2023 y apenas cinco meses después de la tercera plaza en los Juegos de París. Jordi Ribera optó por una convocatoria con mucha juventud y quizá lo sucedido en Oslo ayudará a que el cambio sea más visible en la pista en las próximas citas. La primera parte mostró a las dos Españas que se están viendo en el Mundial. Una alegre que mueve la bola con rapidez y se emplea bien en defensa, pero que de repente se atasca en tareas ofensivas y se deja encajar demasiados tantos a la contra y en transición. Los Hispanos tuvieron trabajo en la retaguardia ante un rival que juega 'a lo Xavi Pascual', con rápidos saques de centro gracias a la presencia de un maestro en estas lides como Luís Frade. Y eso que llegaron a jugar con tres cambios ataque-defensa. Ello provocó hasta tres exclusiones en los primeros 13 minutos, dos de ellas al avanzado Ian Barrufet en el 5-1. Después amagaron con esa función Dani Fernández y hasta Álex Dujshebaev. Miguel Sánchez-Migallón trata de frenar a Martim Costa. / EFE Igualdad total hasta el ecuador del primer tiempo (8-8) con Imanol Garciandia como mejor argumento ofensivo. A partir de ahí, los medallistas de bronce hace dos años impusieron su ley con Agustín Casado muy inspirado en la dirección y el segundo gol de penalti de Dani Fernández supuso el 12-8 (min. 19:06). Sin embargo, la entrada del eléctrico Joao Gomes lideró un cambio de dinámica con un gol, una asistencia al lusocubano Iturriza y la exclusión de Dani Fernández. Si a ello se une que Salvador Salvador con cuatro goles tenía el día, puede explicarse que del 12-8 se pasase a un 14-14 (min. 26:11). Al menos, un golazo sobre la bocina de Ferran Solé a pase de Dani Dujshebaev dejó a los de Jordi Ribera arriba al descanso (16-15). Más de lo mismo en el inicio de la segunda parte. Dos goles de Álex Dujshebaev pusieron a España tres arriba (18-15), pero el genial Kiko Costa con tres goles seguidos volvió a dar la vuelta al marcador (19-30, min. 37:44) tras la quinta inferioridad. Tiempo de Jordi Ribera para llamar la atención sobre la defensa y las pérdidas. Un gol de Martim Costa y dos de su hermano Kiko elevaron el parcial a 0-6 (19-22, min. 42:36) y España ya llevaba casi 10 minutos sin marcar, en gran medida por las ocho paradas del benfiquista Diogo Marques. Los de Jordi Ribera regresaron por última vez al partido con Álex Dujshebaev al mando (23-24, min. 48:51). No estaba Kiko Costa (8/9) por la labor de permitir más remontadas y los lusos marcaban a puerta vacía ante el ataque español con siete hasta un doloroso 23-28 a siete minutos del final en plena exhibición de Marques en la portería. Con 24-30, España quemó las naves y llegó a acercarse a tres goles (28-31) con 3:28 por delante. Y pudo ser mejor de no haber sido por el octavo lanzamiento fallado por Garciandia. Cualquier comparación con los Iker Romero o Mateo Garralda resulta gratuita en este caso. Con 29-32 una recuperación en defensa quedó en nada. La suerte estaba echada y Portugal se impuso de manera merecidísima por 29-35.
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