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Concordia » 7paginas
Fecha: 24/01/2025 20:41
El reciente anuncio del gobierno sobre una rebaja temporal de retenciones a la soja y los cereales genera expectativas, pero también múltiples interrogantes en el sector agropecuario. La soja pasará de tributar un 26% en lugar del 33% vigente, mientras que el maíz lo hará con un 9,5% y el trigo con un 9%, ambos antes sujetos al 12%. Aunque la medida fue celebrada por dirigentes agropecuarios y políticos como un primer cumplimiento de la promesa de campaña de Javier Milei, quien aseguró eliminar las retenciones, el carácter temporal (hasta el 30 de junio) y los antecedentes de programas similares, como el «Dólar Soja» de Sergio Massa, generan incertidumbre sobre si el beneficio se trasladará efectivamente al productor. La pregunta clave: ¿Llegará la rebaja al productor? El anuncio implica, en teoría, una mejora en los precios pagados a los productores, con un aumento estimado de 30 dólares por tonelada de soja, lo que representaría un incremento del 11% en pesos. Sin embargo, este beneficio depende de cómo se implemente la normativa, cuya letra chica aún no se conoce. Los productores no tributan las retenciones directamente, sino que lo hacen las agroexportadoras al registrar los embarques mediante la Declaración Jurada de Ventas al Exterior (DJVE). Por lo tanto, la gran incógnita es si las exportadoras trasladarán de forma lineal esta reducción a los precios que ofrecen a los productores. Un contexto que conspira contra el beneficio Carácter temporal de la medida: La rebaja estará vigente solo hasta junio, lo que podría generar un efecto de venta masiva por parte de los chacareros, aumentando la oferta de granos y presionando a la baja los precios en el mercado. Menor diferencial para subproductos: La decisión de reducir de 2 puntos a 1,5 puntos el diferencial de retenciones entre el poroto de soja y sus subproductos podría afectar la capacidad de pago de la industria aceitera, disminuyendo su competitividad. Condicionantes para las exportadoras: Para acceder a la rebaja, las exportadoras deberán aceptar anticipar sus liquidaciones al Banco Central en un plazo de 15 días, lo que podría dificultar la operatividad del sector y trasladar esos costos al precio final. Reacciones del sector Desde las agroexportadoras, fuentes consultadas advirtieron que la medida fue imprevista y que recién este viernes comenzaron las reuniones con el equipo económico de Luis Caputo para discutir su implementación. «Esperemos al decreto del lunes para ver cómo se aplicará. Hay dudas en el mercado, y no sería idéntico a los decretos del Dólar Soja, lo que podría generar incertidumbre», indicaron. Mientras tanto, los productores tienen la opción de no vender si los precios no los satisfacen. Sin embargo, el plazo limitado y las condiciones impuestas por el gobierno complican las perspectivas de lograr un beneficio significativo para los chacareros. Conclusión Aunque el anuncio se percibe como un paso hacia la reducción de la presión fiscal sobre el agro, la efectividad de la medida dependerá de la implementación concreta y de si las agroexportadoras trasladan realmente la mejora al productor. Por ahora, todo indica que la «pregunta del millón» seguirá en el aire hasta que el decreto esté sobre la mesa. Bichos de campo-redaccion de 7Paginas
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