24/01/2025 20:46
24/01/2025 20:46
24/01/2025 20:45
24/01/2025 20:44
24/01/2025 20:44
24/01/2025 20:43
24/01/2025 20:43
24/01/2025 20:43
24/01/2025 20:42
24/01/2025 20:41
» Diariopinion
Fecha: 24/01/2025 13:53
Todo se desencadenó cuando el director de Gestión Clínica del establecimiento sanitario, Miguel Ángel Freis, tomó conocimiento de que todos los contratos de los médicos que allí prestan servicios fueron renovados en las últimas horas. Sorprendido por una medida que requería su anuencia, convocó a Gisella Avico, jefa de Recursos Humanos, quien confirmó la movida de loscontratos. Al revisar cada contrato, Freis advirtió que todos los contratos mantuvieron los mismos términos anteriores, menos el de Nicolás Urday, el urólogo que se desempeña como el Jefe del Servicio de Urología. Entre sorprendido y molesto por lo que consideró una medida discriminatoria, Freis buscó respuestas con la directora de Gestión Administrativa Contable, Carolina González, quien, de acuerdo con la conjetura que hacen varios médicos, sólo atinó a responsabilidad a un error de Recursos Humanos. En las siguientes horas, quedó establecida la separación de la contadora Avico, identificada ahora como una especie de perejil que pagó con la medida por una decisión deliberada adoptada por la González en completa anuencia con Urday con quien viene manteniendo una conocida relación sentimental dentro y fuera de las paredes del Alta Complejidad. En su lugar pusieron a Leticia Torres. Fuentes consultadas por este medio aseguran que Urday tiene ingresos que superan los 7 millones de pesos, sin contar los beneficios que consigue de los laboratorios por recetar sus medicamentos, donde podría contar, además, con alguna ayuda de la González. Los médicos que compartieron detalles de esta triangulación, aseguran que la contadora Avico fue separada a pedido de Urday, teniendo en cuenta el poder fáctico que tiene sobre su pareja, mientras masticaba bronca porque su cuenta bancaria no sería beneficiada, al menos al medir los ingresos que genera en el exhospital modelo. No es la primera vez, seguramente tampoco será la última, en que tanto Urday como la González aparecen metidos en oscuros hechos en el HAC, ante la completa anuencia de la administradora Batista, y el desinterés de quienes ejercen el verdadero manejo político del área. Es el mismo médico varias veces citado por punteros peronistas como "arrogante y desinteresado de la actividad política", y al que insultan por "escaparle al barrio y a los humildes, contrariando nuestra doctrina y nuestros orígenes". Del otro lado, el Hospital de Alta Complejidad no deja de reducir su calidad operativa, montado en un indignante clima de conventillo, al que sumieron muchos de los que hoy lo dirigen. Fuente: Cuarto Poder Diario
Ver noticia original