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  • Transformaron una ruina italiana en un hogar sostenible y de ensueño: ¿cuánto gastaron y cómo lo hicieron?

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 23/01/2025 10:59

    Maddalena Cerruti, originaria de Génova, y Vincent Baisnée, de Aix-en-Provence (_mavi_atelier_) En un rincón de las colinas de Liguria, Italia, una antigua casa de piedra, abandonada durante más de tres décadas, ha renacido como un hogar sostenible gracias al esfuerzo y la visión de una pareja de arquitectos. Maddalena Cerruti, originaria de Génova, y Vincent Baisnée, de Aix-en-Provence, adquirieron la propiedad en 2020 por 44.000 euros (46.200 USD), un precio significativamente inferior al de su listado original de 65.000 euros (68.300 USD). La pareja ha dedicado tres años a restaurar la vivienda, respetando tanto su historia como el medio ambiente. La historia de Maddalena y Vincent comenzó en 2018, cuando se conocieron mientras trabajaban como voluntarios para una ONG de arquitectura en Tanzania. Allí descubrieron su pasión común por la arquitectura sostenible y el diseño de viviendas que respeten el planeta. Tras su experiencia en África, trabajaron en Australia y vivieron en una furgoneta durante casi dos años para ahorrar dinero. En 2020, decidieron regresar a Europa y fundar su estudio de arquitectura, ateliermavi, con el objetivo de que su primer proyecto fuera su propio hogar. De acuerdo con Yahoo Style UK, la búsqueda de una propiedad accesible los llevó a explorar opciones en Francia e Italia. Finalmente, encontraron una casa en ruinas en Liguria, cerca de la frontera entre ambos países, que cumplía con sus requisitos: proximidad a sus familias y un precio ajustado a su presupuesto. Aunque la propiedad carecía de electricidad y agua, su oferta de 44.000 euros fue aceptada, y con los impuestos y gastos legales, el costo total ascendió a 53.000 euros (55.700 dólares). La casa abandonada en Liguria fue adquirida en 2020 por 44.000 euros, un precio inferior al inicial (_mavi_atelier_) Una casa en ruinas La vivienda, construida con piedra local, tiene una superficie de 75 metros cuadrados y se encuentra rodeada por un terreno de 3.000 metros cuadrados distribuidos en siete terrazas escalonadas. La casa había sido utilizada en el siglo XIX para el pastoreo de animales y, posteriormente, como residencia de verano de una familia. Sin embargo, tras décadas de abandono, el interior estaba invadido por la naturaleza, con mortero desmoronado, ventanas rotas, un techo dañado y habitaciones llenas de escombros y plagas. A pesar del estado de la propiedad, la pareja vio su potencial. “La casa era una ruina completa”, explicó Vincent al medio. Sin embargo, su experiencia previa en proyectos de construcción sostenible en Tanzania y Ghana les dio la confianza para emprender esta ambiciosa renovación. La propiedad, de 75 metros cuadrados, incluye un terreno de 3.000 metros cuadrados en terrazas escalonadas (_mavi_atelier_) El primer desafío fue limpiar el terreno, que estaba cubierto de vegetación descontrolada. Durante el invierno de 2020-2021, Maddalena y Vincent trabajaron arduamente para despejar las terrazas y delimitar los límites de su propiedad, una tarea que les tomó seis meses. Una vez despejado el terreno, comenzaron a plantar cultivos en su huerto. El siguiente paso fue vaciar el interior de la casa. La pareja planeaba reconstruir la vivienda utilizando materiales naturales y técnicas sostenibles. “Creemos firmemente que la arquitectura debe hacerse con materiales naturales que puedan ser reutilizados o reciclados más tarde, o devueltos a la naturaleza con una huella de carbono baja o negativa”, explicó Maddalena. Entre los materiales utilizados se encuentran madera, cal, tierra y paja, que permiten que la casa “respire” y crean un ambiente saludable para sus habitantes. La restauración incluyó la elección de materiales naturales y técnicas sostenibles como bloques de cáñamo (_mavi_atelier_) Reconstrucción del techo y las paredes Uno de los mayores retos fue la restauración del techo, que estaba en pésimas condiciones. Ambos desmontaron cuidadosamente las vigas de madera podridas y las tejas antiguas, y contrató a un techador local para instalar un nuevo techo con aislamiento de fibra de cáñamo. Aunque inicialmente querían utilizar tejas tradicionales portuguesas o grandes losas de piedra, las normativas locales les obligaron a optar por tejas de estilo marsellés. Además, tuvieron que demoler las paredes internas y una pared trasera de piedra que estaba en mal estado. Según explicó Vincent a Yahoo Style UK, las leyes de construcción en Italia permiten a los propietarios realizar trabajos de acabado, como pintura y colocación de pisos, pero las renovaciones estructurales deben ser realizadas por profesionales. La pareja contrató constructores locales para realizar un nuevo muro de contención y paredes exteriores con bloques de cáñamo, que luego recubrieron con piedras recuperadas para mantener la estética original. En seis meses, la pareja despejó la vegetación descontrolada y marcó los límites del terreno (_mavi_atelier_) La sostenibilidad fue una prioridad en cada etapa del proyecto. Para el aislamiento de las paredes internas, utilizaron una mezcla de cáñamo y cal, que proporciona aislamiento térmico y ayuda a mantener la casa cálida en invierno. También instalaron ventanas de madera hechas a medida por un carpintero local, una inversión de 18.000 euros (19.000 USD) que garantiza eficiencia energética y un ambiente saludable. En el interior, la pareja optó por suelos de ladrillos de terracota reciclados, que prepararon manualmente antes de colocarlos en patrones lineales o en espiga, dependiendo de la habitación. Para la calefacción, instalaron una estufa de leña eficiente y un sistema solar térmico para reducir el consumo eléctrico. El diseño interior combina funcionalidad y estética artesanal. La cocina, ubicada en la parte trasera de la casa, cuenta con armarios de madera contrachapada de abedul y linóleo, un material natural y sostenible. En el baño, aplicaron un revestimiento impermeable de cal llamado Pastellone, que, aunque desafiante de aplicar, ofrece una superficie duradera y ecológica. El proyecto terminado de la pareja (_mavi_atelier_) El salón, con su techo de madera y paredes de yeso de cal, se ha convertido en un espacio acogedor y luminoso, decorado con muebles de segunda mano. La pareja también creó un patio exterior utilizando las losas de piedra originales de la casa. Gracias a las mejoras realizadas, la casa ha pasado de la clase energética G a la clase A4, la más alta en Italia. “Lo que más nos satisface es el confort térmico dentro de la casa”, afirmó Vincent. La combinación de un techo aislado, la reducción de puentes térmicos y el uso de materiales naturales ha creado un espacio eficiente y confortable tanto en invierno como en verano. Aunque ya se han mudado a su nuevo hogar, el proyecto aún no está completamente terminado. Maddalena y Vincent planean continuar trabajando en los detalles pendientes y compartir su experiencia a través de su estudio de arquitectura y sus redes sociales.

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