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» Elterritorio
Fecha: 23/01/2025 02:44
El luchador misionero regresa a Argentina después de entrenar en Princeton y se alista para su próximo desafío en Albania, con la mirada fija en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 miércoles 22 de enero de 2025 | 20:07hs. Ricardo Báez, uno de los luchadores más destacados de Misiones, regresa este jueves al país luego de su paso por Estados Unidos, donde estuvo entrenando durante dos meses y medio en la prestigiosa Universidad de Princeton, en New Jersey. La beca deportiva que le permitió vivir esta experiencia de alto rendimiento en una de las mejores universidades del mundo representa un gran avance en su carrera. “Este paso por Estados Unidos fue muy positivo. La pasé muy bien, entrené bastante y tuve la oportunidad de conocer otra cultura. Ya vengo de haber vivido lo que es la cultura europea, la lucha rusa, la iraní, pero siempre soñé con venir a entrenar a Estados Unidos, un país que tiene su estilo de lucha”, compartió Báez, quien se mostró agradecido por la experiencia que vivió en Princeton. Desafíos y crecimiento personal El camino hacia este logro no fue fácil. Después de haber enfrentado una compleja cirugía de columna que casi lo deja fuera de las competiciones, Ricardo tuvo que superar grandes obstáculos. A pesar del dolor y la incertidumbre, su determinación lo llevó a llegar hasta Estados Unidos, donde entrenó con algunos de los mejores luchadores del mundo. “La temporada aquí fue bastante desafiante porque estuve bastante solo. Aunque vivía en una casa con otros chicos de la universidad, cada uno tiene su vida, su mundo, y al final de la semana me quedaba solo. Fue todo un desafío estar lejos de la selección, fuera del equipo, pero era un objetivo poder venir a entrenar a Estados Unidos. Me trataron muy bien y aprendí mucho”, comentó a El Territorio Ricardo, quien destacó la calidad del entrenamiento y la oportunidad de estar en un entorno deportivo de élite. Lo que se viene: Europa El 2025 promete más retos para Ricardo, quien ya tiene programado su próximo viaje. “El 11 de febrero estoy partiendo para Albania. Tendré un campo de entrenamiento de dos semanas con un ranking mundial. Le dicen ranking series, pero es un ranking mundial”, explicó el luchador, quien se dirige a Europa como parte de su preparación para los próximos torneos internacionales. Tras su regreso a Argentina este jueves, Ricardo se sumará al equipo de la selección argentina para un campo de entrenamiento de tres semanas en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard), en Buenos Aires, antes de partir nuevamente hacia Europa con los Seniors. “Después voy a estar tres semanas en Albania entrenando. Esto es solo el principio, porque para este ciclo olímpico, mi objetivo es entrenar la mayor cantidad de tiempo posible en Estados Unidos”, aseguró. Enfoque en los JJ.OO. de Los Ángeles 2028 Ricardo tiene claro que su meta final son los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. “Uno de mis objetivos es poder transitar todo este ciclo olímpico entrenando en Estados Unidos. Quiero aprovechar todo lo que me brindan acá, porque los próximos Juegos Olímpicos van a ser en Los Ángeles, y quiero prepararme lo mejor posible”, comentó con determinación. Este 2025 también lo llevará nuevamente a EE.UU., probablemente en abril o junio, para continuar con su proceso de preparación. “Este año voy a volver dos veces más, y de aquí hasta los Juegos Olímpicos, seguramente regresaré una o dos veces cada año”, anticipó. Un ejemplo de perseverancia El paso del posadeño por Estados Unidos fue mucho más que un simple entrenamiento. Fue una lección de superación, de lucha contra las adversidades y de aprendizaje continuo. Como él mismo lo destacó, cada experiencia que vivió en Princeton, ya sea entrenando o asistiendo a torneos universitarios, fue una oportunidad para absorber conocimientos que suman a su carrera. “Traté de aprender todo lo que pude. Princeton está en la Liga Número 1 de los deportes universitarios en EE.UU., y vi muchos torneos. No solo lo técnico, sino también cómo se maneja el equipo, las dinámicas de la competencia, todo eso me sirvió mucho”, finalizó. Con la mirada fija en los Juegos Olímpicos, el misionero continúa demostrando que la lucha no solo está en la colchoneta, sino también en la vida misma. Su esfuerzo y determinación lo han llevado a lugares impensados, y su historia sigue inspirando a quienes lo siguen en su camino hacia la gloria olímpica.
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